REAL, ANTIGUA Y FERVOROSA HERMANDAD Y COFRADÍA DE NAZARENOS DE NUESTRO PADRE JESÚS DE LA SALUD EN SUS TRES CAÍDAS, SANTÍSIMO CRISTO DE LA SALUD, MARÍA SANTÍSIMA DE LOS DOLORES, NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE Y SAN NICOLÁS DE BARI. Tres pasos.
Templo:
Iglesia del Evangelista San Lucas. La fecha de su construcción es incierta, siendo la más común en 1248, aunque experimentó grandes modificaciones durante el barroco. Cuenta con capillas primitivas, añadidos barrocos y retablos de gran belleza.
Fue fundada tras la Reconquista de la Ciudad por parte del Alfonso X El Sabio, como el resto de las iglesias primitivas jerezanas sobre una de las mezquitas del antiguo Jerez andalusí. En el Libro del Repartimiento figura como la tercera en el orden de fundación.
La iglesia es de estilo mudéjar, pero debido a los grandes cambios experimentados durante la segunda quincena del s. XVIII, su interior se podría clasificar de principalmente barroco.
Conserva en el exterior el aire mudéjar del primitivo estilo en que fue construida. Este exterior tiene un primer atractivo en los escalones que salvan el desnivel de las calles desde la fachada hasta su cabecera. Del mismo tipo que la de San Dionisio, tiene la portada principal, a la que se accede por una escalera que pone en comunicación el templo. Es de cuerpo saliente, con la plaza abocinada con archivoltas apuntadas. De estilo mudéjar. El cuerpo de torre terminado en espadaña es probablemente del siglo XVIII. En la parte superior de la fachada se representa al titular, San Lucas Evangelista. Este icono al evangelista se muestra en San Lucas al igual que con el resto de iglesias-mezquitas dedicadas a evangelistas del casco histórico de Jerez (San Marcos, San Juan de los Caballeros y San Mateo).
Pese a los cambios en el exterior a lo largo de los siglos, la puerta principal puede considerarse aún conservada según trazos primitivos.
El ábside es de un gran interés y está constituido por seis lados, por lo que termina en punta y le da singularidad. La portada del lado del Evangelio está decorada con interesantes motivos islámicos, es de estilo mudéjar al igual que la portada principal pero unas hojas de parra alojadas en los lóbulos de la archivolta exterior la convierte en ejemplar inconfundible.
El interior es de tres naves separadas por pilares y con yeserías que cubren la primitiva obra mudéjar. Ha sufrido a lo largo de su historia profundas transformaciones sobre todo desde 1715 a 1730 en los que fue en parte recubierta con elementos barrocos por el arquitecto Diego Antonio Díaz, colocando bóvedas y pilares del gusto de la época. También el retablo mayor salomónico y añadidos luego retablos estilo rocalla hasta tapar todo lo mudéjar.
El retablo mayor, barroco, es obra de Francisco Camacho de Mendoza. La Virgen que preside este retablo mayor es Nuestra Señora de Guadalupe, del siglo XVIII, de la que dice la tradición que fue donada por el rey Alfonso XI después de la batalla del Salado. Esto se debe a que, según códices, de una Virgen de Guadalupe fue autor el propio San Lucas el siglo I del cristianismo, estando la imagen con el evangelista en el momento de su muerte en Acaya (Asia Menor).
El altar de San Nicolás es de azulejos sevillanos del siglo XVI. La capilla situada al principio de la nave del Evangelio es de los Benavente cabeza de Vaca y es donde reciben culto las imágenes titulares de esta Hermandad, cedida a estos efectos en el año 1946 por su más directo descendiente, el Marqués de Campo Real.
Es la nave del Evangelio la que conserva más rasgos primitivos, como la capilla de Santa Ana en la cabecera de la Iglesia cuyo retablo data del siglo XVIII.
La Capilla de Ánimas, de estilo mudejar, posee un retablo atribuido al taller de Pedro Roldán. (Localización en Google Earth).
Iconografía:
En el paso de Misterio se venera una de las caídas del Señor al caminar hacia el Calvario con la cruz a cuestas. Desde el punto de vista tradicional, hay que entender que las caídas se produjeron por haber llegado Jesús al esfuerzo físico que raya en el límite del agotamiento. Según el Apócrifo de Nicodemo, a 80 pasos del punto de partida, Jesús cayó. Los historiadores discrepan. Hay quien piensa en 5, 7, 15 ó 32 caídas. Otros creen que sólo cayó una vez. El Vía Crucis venera tres caídas. La segunda caída pudo ser a la salida de la Puerta Judiciaria o de Efraín, que se abría en el segundo muro de Jerusalén y desembocaba en el campo. En cualquier caso, los imagineros andaluces, siempre prestos a ofrecernos dramatismo, han venerado, en sus esculturas sagradas, con mucha frecuencia, las caídas de Jesús en su recorrido hacia el Calvario. En el segundo paso, Dolorosa bajo palio.
Paso de Misterio:
La imagen de Nuestro Padre Jesús de la Salud en sus Tres Caídas es obra del imaginero valenciano, afincado en Jerez, Ramón Chaveli Carreres, que logró en la misma dejarnos todo su sentir imaginero y sus esencias populares. Quizás por esa raigambre valenciana suya, todas las imágenes que realizó este autor son de gran efecto emocional.
Aunque ninguno de los cuatro evangelistas relata el hecho de que Cristo cayera bajo el peso de la Cruz, la piadosa tradición señala hasta tres veces en las que Jesús, en su camino hacia el Calvario, se desplomó extenuado. Esta talla recuerda en su hechura al Nazareno que se venera en la parroquia hispalense de San Vicente. Cristo cae en tierra apoyando las dos rodillas. Chaveli llevó por esta imagen 2.000 pesetas, más 200 por la Cruz.Fue tallada por el escultor en 1940 y bendecida el dia 20 de octubre de ese año, a las 10 y media de la mañana, en la Iglesia de San Marcos, y por la tarde, a las cinco, llevada en procesión a la Iglesia de San Lucas, sede de la Hermandad, Procesionó por primera vez en Semana Santa al año siguiente, 1941.
La imagen, que representa la Tercera Caída de Jesús camino del Calvario, es de vestir, realizada en madera policromada y es de tamaño natural bien cumplido, concretamente, 1,85 metros (desde el suelo tiene una altura de 1,10 metros). Esta última es nota característica inconfundible de Chaveli. La imagen tiene en tierra las dos rodillas. La mano izquierda sostiene, con un gesto de amor y suavidad, la Cruz, mientras que la derecha permanece aferrada a un promontorio del camino. Esta última es copia de la mano derecha del profesor José Moreno Alonso, uno de los hermanos refundadores de la Cofradía. La crítica se ha preguntado si esta talla se está cayendo todavía o si ya va a levantarse. En nuestra opinión, el Señor de la Salud está captado por el imaginero en el instante en que comienza a levantarse y de ahí que se aferre con fuerza a un peñasco del camino, porque, de esta manera, inicia el impulso para ponerse en pie. Es esta talla una obra clásica dentro de la producción imaginera de Ramón Chaveli y, para avalar esta afirmación, basta fijarse con detenimiento en el rostro. Si lo comparamos con el Nazareno de la Vía Crucis del Convento de San Francisco de Jerez, podremos observar que las similitudes no pueden ser mayores.
Pero en el Nazareno de la Salud lo que más llama la atención es la postura, un tanto inverosímil, en que se encuentra. Así, aparece en tierra, desplomado por el peso de la Cruz, pero, al mismo tiempo, mantiene el Madero sujetándolo y dejándolo reposar sobre el hombro izquierdo. Sabemos que el hombro izquierdo fue el generalmente utilizado por los imagineros para descargar la Cruz. Es, por ello, una actitud de ficción, ya que ningún hombre caído en el suelo por el peso de una pesada Cruz sería capaz de mantener la misma sobre su cuerpo y ello, naturalmente, a causa de los sufrimientos padecidos con anterioridad. Sin embargo, no quiso Chaveli representar un momento de gran realismo en la pasión de Cristo, sino venerar más intensamente un instante pasionista, aunque, para conseguirlo, tuviera que apartarse un poco de la realidad histórica. Está claro que Jesús caería bajo el peso de la Cruz y que, evidentemente, no mantendría la misma sobre su hombro en esa caída, sino que el madero rodaría por el suelo. También es evidente que, para ponerse en pie, tras la caída, sino que el Madero rodaría por el suelo. También es evidente que, para ponerse en pie, tras la caída, no sujetaría primero la Cruz, mientras se apoyaba en un promontorio del camino, tomando aliento e impulso para levantarse, ya que, con toda probabilidad, el Madero lo cogería después, es decir, una vez restablecido el equilibrio y puesto en pie. Esto es lo lógico, lo real. Pero no necesitó en esta talla nuestro imaginero de estas realidades simples y fácilmente constatables, ya que prefirió hacerlo a su manera, dándole a la talla un sentimiento popular tan grande que en cualquiera que la ve despierta el fervor. Se ha hablado de un cierto bizantinismo en el rostro de esta imagen, deducible por el hieratismo que irradia la expresión. Pero lo que sucede es que se ha relegado la belleza a un segundo plano, se ha postergado en función de una intensa y sufrida expresión de abatimiento.
La imagen ladea la cabeza hacia la derecha y dirige la mirada hacia el frente. La corona de espinas se halla labrada en el mismo bloque del voluminoso cráneo. El rostro, salpicado de hilillos de sangre y contusiones, muestra una intensa expresión de sufrimiento, con los párpados cansados, los ojos vítreos enmarcados por el fruncido entrecejo y los labios jadeantes, dejando ver la dentadura tallada. Hay en el rostro del Nazareno resabios de ancianidad prematura, probablemente por la creencia generalizada de que los sufrimientos físicos y psíquicos envejecen a una persona, aunque ésta se halle en edad juvenil o mediana. Los ojos son tristes y abatidos, como si soportaran un peso inmenso, lo que se corrobora por la gran corona de espinas que circunda la frente, tallada en bloque y labrada a base de púas recias y gruesas. Los ojos revelan un profundo cansancio, La nariz se halla esculpida siguiendo el tipo hebraico, es recta y afilada, y las pestañas han sido pinceladas en la madera y la boca está entreabierta, como si estuviera emitiendo un suspiro. En las facciones, el imaginero ha resuelto el tema a base de interpretar, de modo decidido, una intensa demacración, fruto de los padecimientos propios de este momento pasionista. El cabello, partido al centro, se organiza en compactos y ondulados mechones y está tratado a base de crenchas largas, con intensos juegos de claroscuro. La barba es larga y encrespada. La policromía es oscura. Un sector de la crítica ha destacado que el Nazareno de la Salud se encuentra en unos segundos de quietud, aquellos que preceden siempre a un movimiento brusco.
Como nota curiosa y poco conocida, diremos que en el interior de la imagen el imaginero de Alcira dejó la gubia con la que fue realizada la talla, así como un tubo de zinc con un documento tal como se detalla en la sección histórica.
La imagen procesiona con una túnica de terciopelo color morado; es de 1968; y cíngulo de oro, del mismo año (en el año 2007 estrenó túnica nueva de terciopelo del mismo color), y potencias de plata sobredorada, que repujó Villarreal en el año 1948. La cruz es arbórea y fue tallada por Miguel Collantes en el año 1981. Está rematada por cuatro casquetes, también del Taller de Viuda de Villarreal, del año 1970. En el 2007 estrenó nueva Cruz de peso más liviano
El paso, de color oscuro, realizado en ukola en 1954, es del autor portuense José Ovando Merino. Tiene cresterías y cartelas de plata cofradiera repujada y cincelada. La iluminación consta de cuatro hachones de cera color tiniebla. La silueta del paso es inconfundible con la imagen y esos cuatro hachones. Lo más característico del mismo, las esquinas; están decoradas con águilas bicéfalas. El cuerpo de las águilas es de ukola, y las dos cabezas, las alas y las patas, de plata cofradiera y fueron repujadas por Emilio Landa en 1954. En el año 1955, el mismo orfebre hizo cuatro medallones con los Evangelistas que se colocaron en el centro del cuerpo de las águilas. Emilio Landa murió en el año 1957 y la orfebrería de este paso la continuó Villarreal. Éste, en 1958, hizo cuatro medallones para la canastilla; van en el centro de cada lado. En el año 1960, se enriquecieron los portahachones; platillos, bridas y asas. La crestería es del año 1964 y el llamador se repujó y cinceló en el año 1965.
Los faldones son de terciopelo color rojo y los cuatro broches, de Villarreal, del año 1964. El "monte" desde hace años es sólo de claveles rojos .Las dimensiones de la parihuela son 223 cms. de ancho, por 385 de largo y 147 de alto. La canastilla, sin contar la crestería, tiene 62 centímetros de altura. En el 2001, se platearon de nuevo de los medallones del respiradero del paso del Señor, realizado este replateado por Antonio Barea, hermano de la Cofradía y en el año 2005 fue restaurado el Paso del Señor de las Tres Caídas en los talleres-escuela de la Fundación Zoilo Ruiz-Mateos de Rota. Dichos trabajos incluyeron el plateado de los apliques de dicho paso
Paso de Palio:
María Santísima de los Dolores es una bella imagen de candelero del siglo XVII, de difícil atribución, aunque un amplio sector de la crítica lo atribuye al círculo de Francesco María Maggio. Esta imagen fue en otros tiempos Nuestra Madre y Señora del Traspaso, procesionando durante dos siglos con la Hermandad del Nazareno de Jerez, cuando ésta lo hacía desde la Capilla de las Animas del Compás de San Francisco, donde hoy se encuentra el Mercado de Abastos. Cuando se cedió a la Hermandad de las Tres Caídas, se hallaba olvidada en un "soberao" de la Capilla de San Juan de Letrán.
La Virgen de los Dolores es una talla de tamaño natural bien cumplido y de vestir. La imagen, de gran empaque y serenidad ante la tragedia, inclina la cabeza hacia la izquierda y dirige la mirada hacia el mismo lado. El rostro es de facciones correctísimas, bellísimo en la expresión, con una marcada dulzura en él, que resalta un dolor en paz y resignación, con un ligero entrecejo que contribuye a realzar la expresión dolorosa. Es alargado, con la madura belleza y el moderado rictus de aflicción tan característicos del círculo escultórico al que pertenece. Los ojos, grandes, mirando levemente hacia abajo, bajo finas cejas, son de cascarilla y las pestañas superiores, postizas, siendo finamente pinceladas las del párpado inferior. La nariz, afilada, es recta y larga. La boca, de labios jugosos y perfilados, se halla semicerrada, tiene un aspecto turgente, entreabriéndose muy ligeramente, dando paso a un rictus sereno pero entristecido, con unos labios perfectamente resaltados que dan cierta gracia agradable y dulce al rostro; la barbilla, al igual que otras imágenes marianas, aparece partida por un hoyuelo pequeño.
El mentón, redondo y discreto, apenas está marcado, en armonía con su tranquila resignación y deja paso a un cuello esbelto y erguido. En las mejillas, el anónimo escultor talló cinco lágrimas de cristal, tres en la mejilla izquierda y dos en la derecha., pero éstas no le dan a la Virgen un aspecto de dolor patético o exaltado, sino que contribuyen a realzar su sereno dolor. Se trata de un dolor letífico, pues la Madre está sufriendo como Corredentora del género humano, aceptando ese sufrimiento en salvación de la humanidad. De ahí que no lo sobrelleve de una manera trágica o desgarrada, sino serenamente, consciente del papel que representa como Corredentora. Se ha dicho reiteradamente que la imagen de la Virgen de los Dolores coincide en casi todo con la de la Amargura de Los Descalzos, aduciendo, para realizar esta comparación, en que es similar en el tamaño, la belleza y la expresión. A nuestro entender, sólo en el tamaño es semejante la Virgen de los Dolores a la de la Amargura, pero nunca en la expresión ni tampoco en la belleza. Pienso que el dolor letífico que aparece perfectamente evidenciado en el rostro de la Virgen de los Dolores no es equiparable al que muestra en su rostro la Virgen de la Amargura.
La Virgen de los Dolores bien pudiera encuadrarse en el círculo montañesino, porque encuadra, en cuanto al dolor letífico, con las tendencias estilísticas que impuso Montañés, siendo su rostro de una profunda belleza, sereno y emotivo al mismo tiempo. Las manos son de una gran exquisitez en el modelado. Expresión de gran arrobamiento, como si la Dolorosa estuviera sumida y ensimismada en su propio dolor, que no es exageradamente dramático, que no presenta un patetismo desgarrado sino una suave contención emocional. Podemos comparar el rostro de esta Virgen jerezana con el de la Virgen de la Estrella del sevillano barrio de Triana, de antiguo atribuida a Montañés. Según la opinión de Aurelia María Romero Coloma se puede atribuir esta imagen al discípulo de Montañés, Alonso Albarrán.
Las manos actuales aparecen extendidas, portando un manípulo en la derecha y un rosario en la izquierda. Hasta la intervención de 1941, la imagen poseía sus originales manos entrelazadas, en actitud orante. La pálida policromía se asienta sobre un estrato de yeso de color pardo rojizo, directamente aplicado sobre la madera, como era habitual en la escuela genovesa. El candelero es de líneas cónicas base ovalada. La Virgen de los Dolores representa a una Virgen-Madre, en contraposición a la Virgen-Niña que popularizó Murillo y que es tan frecuente en las cofradías andaluzas. Fue restaurada por Enrique Ortega en el año 2000.
La corona, de "canasto", de los talleres de la Viuda de Villarreal, fue realizada en 1969, en plata sobredorada y marfil, recreando el autor en el canasto el perfil y la estructura de los modelos barrocos más tempranos, fechados en la primera mitad del siglo XVII. Es corona abierta. El canasto está decorado con elementos vegetales. Sustituye los imperiales por tres guirnaldas que penden de la ráfaga hacia el interior del canasto, e incluye el motivo de dos ángeles tenantes, pulcramente tallados en marfil, que sostienen el escudo de la Hermandad en el centro de la ráfaga. También son de marfil los querubines de donde arrancan los haces de los rayos. El puñal que se clava en el pecho de la Virgen es de plata sobredorada, también obra de Villarreal, del año 1969.
La saya, de terciopelo rojo, fue realizada en los talleres de Esperanza Elena Caro en 1964. El efecto es impresionante, da la sensación de que estamos viendo a una imagen aurífera; los motivos del bordado están muy unidos, con mucho realce y apenas se ve el terciopelo. Al igual que el manto, pese a que no es del mismo taller, el motivo que centra la composición es un jarrón que también recuerda a la cerámica griega. El resto del bordado gira y se desarrolla alrededor de los ramos de flores y su vasija.
El manto, de terciopelo negro bordado en oro y realce y enriquecido con apliques de dos ángeles en marfil que sujetan una jarra de la que parten todas las florituras del mismo, fue realizado por las religiosas del Convento de Santa Isabel, de Sevilla y bendecido el domingo 4 de abril de 1965 por el Padre Alfonso Ruiz Mateos, Redentorista. La composición es simétrica; de grandes volutas que terminan en flores y hojas muy estilizadas. En el centro hay un gran jarrón que recuerda a las cráteras clásicas; de él surgen flores muy menudas que forman un ramo aparte. Este motivo resalta mucho más por estar flanqueado por esos dos ángeles que tienen que tienen las cabezas, brazos y piernas de marfil. La toca sobremanto es obra del taller de Esperanza Elena Caro y con dibujo de Villareal en 1966.
Los respiraderos del paso de Palio , de estilo neobarroco, fueron repujados, en Jerez, en 1957 por los orfebres sevillanos Jiménez, Zabala y De la Calle en talleres montados al efecto en locales de la propia hermandad. De un moldurón, decorado con ovoides, parten las hojas de acanto que lo ocupan todo. Las hojas dejan paso a unos medallones que, en bajorrelieve, con apliques en plata dorada y pedrería, representan los Dogmas Marianos y los retratos de los pontífices que los proclamaron. En el medallón central, del respiradero delantero, está Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, y a cada lado de esta imagen bizantina han quedado San Isidoro y San Leandro. En los medallones del respiradero de la izquierda están S.S. Pio IX, la Inmaculada Concepción y San Nicolás; y en los de la derecha: San Blas, la Asunción de la Virgen y S.S. Pio XII. Fue restaurado y plateado de nuevo en el año 2006 por Orfebrería Olioz Arte, de Rota.
La candelería, realizada en 1970 por el Taller Viuda de Villarreal, posee 90 puntos de luz. Las jarras son dieciséis; cuatro grandes, cuatro medianas y ocho pequeñas, también fueron repujadas por el Taller Viuda de Villarreal. Tienen un perfil quebrado por varias molduras y unas asas muy renacentistas. Se estrenaron en el año 1962 y se restauraron en el año 2008 por Olioz Arte de Rota. También del mismo taller son la peana y los candelabros de cola; aquella estrenada en el año 1960, y éstos, en 1963. Los candelabros tienen diez puntos de luz cada uno y dos ángeles genuflexos en la base. Los ángeles son de bulto redondo, y las telas caen y se pliegan de tal manera que nos recuerdan más al gótico tardío que al barroco, que es el estilo de todo el conjunto. Los candelabros se restauraron en el año 2008 por Olioz Arte de Rota.
Los varales fueron realizados entre los años 1960 y 1962 en el mismo taller. Son muy gruesos, bien repujados, con ricas macollas y están rematados por ángeles solemnes y muy estilizados y sus basamentos se decoran, en bajorrelieve, con las Vírgenes demás devoción para Jerez, en el fondo de unas capillas: La Virgen de la Merced, del Roció, de Consolación, del Rosario, de las Nieves, Se restauraron para la Semana Santa de 2008 por Olioz Arte de Rota. No posee el paso imagen venera. Desde 1990, se suprimió dentro de la candelería la vela rizada, que hace que quede más despejada la imagen y que tenga el conjunto más seriedad.
Los bordados del palio fueron realizados por las Religiosas del Convento de Santa Isabel, de Sevilla; el techo es del año 1963, y las caídas de 1964. Es de terciopelo negro. Las caídas son de estilo sevillano y la composición queda supeditada al espacio que hay entre varales, y el mismo dibujo se repite tres veces en cada caída tanto delantera como trasera. El tema principal son unos roleos gruesos que se unen y curvan de tal manera que nos recuerdan a la flor de lis; otros roleos, más finos, rellenan los espacios libres junto con otras formas rectangulares que contienen una red de rombos pequeños. Como curiosidad en las caídas del palio figura en una de las esquinas el anagrama de la abeja de Rumasa.
El techo del palio es espectacular. Una orla bastante ancha recorre todo su perímetro; en los centros de cada lado y en las esquinas hay unas cartelas, en su interior unos preciosos y armónicos ramos, de pocas pero muy delicadas flores. En el centro del techo, el escudo de la Hermandad dentro de una cartela muy bien compuesta. En el espacio que dejan libre la cartela del escudo y la orla, hay unos roleos semivegetales. Al igual que en las caídas hay unas formas irregulares, cuyos contornos van paralelos a los roleos o a la cartela, y que se rellenan con una red de rombos. Pese a su efecto de gran riqueza hay en este techo muchos espacios donde el terciopelo está completamente limpio y parece que ahí está la gracia, ahí es donde descansa la vista para poder seguir disfrutando de las graciosas y suaves curvas de los roleos o de las fantásticas flores que crecen alrededor de ellos.
Los faldones son de terciopelo negro, de gran gusto artístico fueron bordados en sedas de colores e hilos de oro por las religiosas del Colegio del Salvador de Jerez. Se comenzaron en el año 1959 y se estrenaron en el 1960. En cada esquina tienen bordados dos broches; son macollas de cardos muy estilizados. Otras macollas, también de cardos, se agrupan y forman las orlas de siete medallones; uno va en la delantera y tres en cada costado. Todo esto está hecho con hilos de oro y algunas lentejuelas. En el interior de los medallones, con sedas de colores, se representan "Los Siete Dolores de la Virgen". Las figuras están muy bien dibujadas con puntadas de seda negra y las superficies rellenas con colores casi planos. Los fondos, tanto de los interiores como de los exteriores, son perfectos en la ambientación, en el colorido y en las perspectivas.
En el 2000, se hizo una limpieza de los bordados de los faldones y del manto. El trabajo se realizó en los talleres de Ildefonso Jiménez.
Marchas procesionales dedicadas:
"Silencio en sus Tres Caídas", de la Banda de Cornetas y Tambores del Santísimo Cristo de la Caridad (Santa Marta), de Jerez, "Tercera Caída", de Antonio Velasco y "Nuestra Señora de los Dolores" , de Francisco Orellana Gómez.
Tiempo de paso de la cofradía:
Unos cuarenta minutos aproximadamente.
Hermanos y Nazarenos:
Tiene unos 780 hermanos de los que unos 250 realizan estación penitencial aproximadamente mas costaleros, así como también tener en cuenta el numerosísimo acompañamiento tras el paso del Señor, llegándose a sumar hasta 15.000 personas tras El. Según el recuento de nazarenos de Daniel Carretero procesionaron en 2012, 230 nazarenos; en 2011, 250 nazarenos; en 2010, 223 nazarenos y en 2009, 240 nazarenos. Según el programa guía de la Semana Santa de 1989 que editó el Consejo Directivo de la Unión de Hermandades, procesionaron entonces 160 nazarenos.
Túnica:
Túnica negra de cola, sin botonadura y antifaz negro sobre el cual va bordado el escudo de la Merced, con fajín de esparto sobre el cíngulo y calzado con sandalias.
Escudo:
La primera estación de penitencia fue en el año 1941. En el primitivo paso de misterio, en las galletas de algunas varas y en muchos objetos de los primeros años podemos ver cómo fue el escudo de esta hermandad. Escudo que estaba más acorde con la idea de los fundadores: ser continuadores de la hermandad de penitencia que existió en el Monasterio de Belén de Mercedarios Descalzos. El escudo estaba compuesto por dos óvalos y una cruz; en la unión de los brazos de la cruz había una corona de espinas. El primer óvalo contenía el escudo de la Orden de la Merced y el segundo, un corazón con siete espadas.
A principios de los años cincuenta (quizás se vio por primera vez en 1954) el escudo es otro y muy distinto. El nuevo escudo conserva la cruz, ahora con resplandor y sin corona de espinas. Los óvalos se han convertido en dos escudos (blasón español); todo está superado por una corona real y rodeado por dos collares: el de la Orden del Toisón de Oro y el de la Orden de Carlos III (rey que ya sabemos que suprimió todas las cofradías). El primer escudo está dividido en cuatro cuarteles. En el primero se representan un corazón y siete puñales, por la advocación de la imagen titular bajo el título de los Dolores. En el segundo se representa al toro alado, alegoría del evangelista San Lucas, sobre los Evangelios en oro, por la sede canónica. En el tercero, el escudo de la Merced en recuerdo de la sede fundacional de la Hermandad, y en el cuarto, el escudo de la ciudad de Jerez. En el centro, escusón con la Cruz de Jerusalén.
Si resulta algo chocante ver en el escudo de una hermandad de penitencia el collar de la Orden de Carlos III, mucho mayor es la sorpresa cuando vemos que el segundo escudo contiene las armas del primer Borbón que reinó en España (¿...?) Pese a esta megalomanía, el techo de palio resulta magnífico con este escudo bordado en la "gloria".
Color de los cirios:
Los nazarenos del paso de Misterio llevan cirios de color tiniebla, ocre, que es color de la cera virgen, la cera pura, utilizando esta cera como la de mejor calidad para rendir culto al titular, mientras que los del paso de palio los llevan blancos, que es el color de la pureza, de la virginidad.
Altar de Insignias:
Cruz de guía, de plata cofradiera repujada, representa en el centro la portada principal de la Iglesia de San Lucas, realizada por Manuel Villarreal Fernández (sus medidas son 260 x 140 cms. y la sección de 114 x 40 cms. y se estrenó en la Semana Santa de 1976), va acompañada de cuatro faroles de guía, también en plata cofradiera, del mismo autor, estrenados en 1977 y va precedida por el nazareno diputado de Cruz que porta la venia de paso en su recorrido. Dos banderas del Señor, blancas con cruz morada, del año 1954. Banderín de San Lucas, pieza de bordado antiguo reutilizado, bordado milanés del Evangelista San Lucas siendo probablemente un bordado del siglo XVIII. Senatus, de plata cofradiera con cartela de las letras con fondo de terciopelo rojo, cuya asta se remata por un águila, del año 1963, también obra de Villarreal, siendo acompañado por una lanza y una esponja. Libro de Reglas, con tapas de orfebrería, de plata de ley, en la que figuran blasones, lambrequines y el escudo heráldico central de la Hermandad sobredorado, realizadas por Villarreal, estando las primeras hojas de pergamino perfectamente realizadas con pinturas del jerezano Fernando Ramírez, Los dibujos del pergamino datan del año 1949 y las tapas se estrenaron en el año 1972. Esta Hermandad tiene un privilegio, que es el de poder utilizar un cuerpo de acólitos de 18 ciriales, que según recoge la tradición fueron los acompañantes del cuerpo de Cristo en su traslado al sepulcro.
Abriendo el cortejo del paso de palio, Cruz parroquial, con manguilla, dos banderas de la Virgen, negras con cruz blanca, del año 1954, Estandarte de la Virgen, de reciente estreno, anteriormente salía otro de terciopelo negro con imagen de la Virgen en plata, Banderín Concepcionista, en color celeste, Simpecado, bordado en oro con marfiles acompañado de dos faroles de respeto, (realizados en plata cofradiera en 1970, siendo ésta junto con la Cruz de Guía y, en algunas ocasiones, el Banderín Sacramental, en los cortejos que sale, las insignias que deben ser iluminadas por faroles) que fue estrenado en 1982, y realizado en los talleres de Fernández y Enríquez, de Brenes, con un dibujo de un corte muy severo, clásico, de hojas y algunos racimos de uvas y la corona que se sitúa sobre la gloria central en alusión sobre la realeza de María, siendo la imagen de la Inmaculada de orfebrería realizada en los talleres de Villareal, que también realizó el asta y cruz cincelada y los faroles que lo acompañan. Estandarte de la Hermandad, bordado sobre terciopelo rojo, que fue realizado en 1968, en los talleres de Sobrinos de Elena Caro y que costó 6000 pesetas en esa época.
La Hermandad posee también 22 insignias de plata cofradiera, 12 de ellas tienen la galleta dorada, todas del año 1956; cuatro pértigas, de plata cofradiera, del año 1970; cuatro incensarios y dos navetas, de plata cofradiera, del año 1959; doce ciriales, de plata cofradiera, del año 1983. Una parihuela portaflores (del año 1994) y unas 60 cruces de penitencia, realizadas por Miguel Collantes durante varios años. Además, en el año 2000 estrenó dos ropones para los pertigueros realizados en los talleres de Ildefonso Jiménez. En el 2005 se estrenó un nuevo carro portaflores. En el año 2007 se incorporó al cortejo el Libro de Difuntos, así como una nueva campana muñidora.
Referencia histórica:
La actual Cofradía de las Tres Caídas es descendiente de la primitiva existente en Jerez con el título de los Dolores. La primitiva Asociación fue fundada en 1664 en los antiguos locales de dicho Monasterio de Belén, que estuvo en el solar que ocupa actualmente un colegio en la Plaza de Belén. Se atribuye su origen a las enseñanzas realizadas por Fray José Nolasco de Jesús, en las instalaciones conventuales de la Congregación de la Merced descalza, bajo la advocación de la Nuestra Señora de Belén. En su creación intervinieron las más célebres familias avecindadas en las cercanías de la Iglesia de San Lucas el Real, como fueron los Zuritas, Dávilas, Angulos, Benaventes, Melgarejos y Virués. De su fundación en este Monasterio, que era de la Orden de Mercenarios Calzados, conserva esta Hermandad actualmente el escudo de la Merced en sus túnicas, que antiguamente eran de capa y no de cola. Sus primeras Reglas de funcionamiento fueron aprobadas por el Provisorato en junio de 1666. Estaban también aprobadas por el Real Consejo de Castilla. En estos comienzos, tenía sólo como titular a una imagen de la Virgen, bajo la advocación de los Dolores, que se estima fue la que hoy procesiona bajo el título de Nuestra Señora de la Esperanza de la Yedra. Siempre fue Cofradía de penitencia en la que vistieron el hábito nazareno muchos sacerdotes y religiosos. Como Cofradía de las llamadas de Sangre efectuaban el lavatorio de sus disciplinantes y entre sus privilegios está el usar Cruz de guía conventual con manguilla y el paso de Cristo puede llevar 18 ciriales tanto como luces alumbran tradicionalmente el Santísimo Sacramento.
Cuando el Corregidor Eguiluz dictó el bando referente a que los hermanos de las cofradías debían destaparse la cara al ponerse el sol, esta cofradía cambió su horario para salir a las tres de la tarde y estar de regreso antes de la puesta del sol y así hacer el lavatorio de disciplinantes.
El convento de Nuestra Señora de Belén, sede de la Primitiva Hermandad, estuvo situado en el antiguo Barranco del Arroyo de Curtidores, en lo que hoy se denomina Plaza de Belén, por la existencia en sus contornos de las legendarias instalaciones. Los locales conventuales eran amplios. Su portada, de gran belleza, poseía un relieve representando el momento del nacimiento en Belén, que aún se conserva. Muchas de las calles de sus alrededores aún conservan nombres relacionados con el Convento, como San Honorio, Claustro, Belén, etc.
Fue en 1730 cuando se añadió al carácter pasional un Crucificado, bajo el título de la Salud. A fines del siglo XIX la Cofradía se extinguió. La imagen de Nuestra Señora de Belén pasó a la Colegial, hoy Catedral donde se venera en su capilla bautismal, es de buena factura y está sentada y en su pedestal figura el escudo mercedario, ya que esta Orden, como hemos dicho, era Merced Descalza. Después de muchas vicisitudes llegaron las imágenes primitivas de la cofradía al Asilo de San José, donde la imagen de la Virgen fue robada ya que sus lágrimas que eran brillantes, se las quitaron, lo que motivó que las religiosas compraran dos figuras nuevas de Olot, las de San Juan y la Virgen. El San Juan se desconoce su paradero y la Santísima Virgen pasó a una galería alta.
Poseía un magnífico Lignum Crucis en plata repujada y pedrerías que se veneraba juntamente con el Santo Cristo el "Primer Viernes de Marzo", hoy sin localizar. Siempre hizo estación en la tarde del Miércoles Santo. Varios Papas concedieron indulgencia. El Santo Lignum Crucis figuraba en una capilla hornacina en el paso del Señor.
Por los últimos meses de 1939 se pueden fechar los primeros intentos de organización de esta Hermandad, inspirada, repetimos, en la antigua Cofradía de la Salud y los Dolores, que tenía su sede en el antiguo convento de Belén sito en el arroyo de los Curtidores. Un grupo de fervorosos cristianos y, sobre todo, la decidida participación del entonces cura párroco de San Marcos, R.P.D. José María González Marín, fueron los que alentaron esta restauración y los que le dieron sus primeros impulsos. Pronto se obtienen sus primeros frutos. Dada la imposibilidad de que la Hermandad radicara en el convento de Belén, sede de la antigua cofradía, se decidió que fuera la Iglesia de San Lucas, la más próxima a aquel, su nuevo templo. Después de varias reuniones, el 27 de agosto de 1940, se nombra la correspondiente y así llamada Comisión Organizadora, se le ofrece a D. José María González la dirección espiritual de la Hermandad y se comienza a hacer todas las gestiones necesarias para su erección. Con fecha del 23 de septiembre de 1940, el Cardenal D. Pedro Segura y Sáenz, titular por aquél entonces del Arzobispado de Sevilla, firma el decreto de aprobación de las Reglas de la nueva Hermandad y, por tanto, su definitiva erección canónica.
Tras su desorganización, las imágenes bajo cuya advocación estaba constituida la Hermandad fueron llevadas al Asilo de San José, creyéndose, aunque no de forma oficial, que la primitiva talla de la Virgen era la actual de la popular Cofradía de la Yedra. Tras reorganizarse, en septiembre del año 1940 se encargó al escultor Ramón Chaveli Carreres la realización de la imagen del Señor. Esta imagen en su interior lleva la gubia con que fuera tallada y un documento en un tubo de zinc con la siguiente inscripción: "Se talló esta imagen de Nuestro Padre Jesús de la Salud en sus Tres Caídas para la Antigua, Fervorosa Hermandad y Cofradía de Nazarenos de este Titulo y María Santísima de los Dolores, fundada según la tradición en el Convento de Nuestra Señora de Belén, perteneciente a la Orden de la Merced Descalza, hacia el año mil setecientos y cincuenta y que estuvo enclavado en el lugar designado hoy por calles Luis de Isasi, Claustros, San Honorio y Plaza de Belén, ocupando el mismo edificio que hoy tiene la Cárcel de este Partido Judicial.
En el presente año se reorganiza esta Antigua Hermandad bajo los mejores auspicios, estando establecida en la Real Iglesia Filial del Evangelista Sr. San Lucas, Parroquia de los Cuatro Evangelistas. Forman parte de su Junta de Gobierno, los Sres. que a continuación se expresan: Dr.don José Mª González Martín, Hermano Mayor, Prioste don Juan Pedro Velázquez Gaztelu, Secretario don Juan J. Cortés Perea, Mayordomo don José Mª Muñoz Valiente, Consiliario primero don José Moreno Alonso, ídem segundo don Raimundo Almeda Ortega, ídem tercero don Francisco Almagro Castro, ídem cuarto don Manuel Laboisse Pequeño, ídem quinto don Eduardo Delage Ferraro.
Esta imagen ha sido tallada toda en madera, por el notable artista escultor local don Ramón Chaveli Carreres, muy eficazmente ayudado por su hijo el joven artista don Tomás Chaveli Gilbert, en su taller estudio de la Plaza de Mirabal número ocho de esta Ciudad, siendo copia el contrato estipulado por ambas partes el que figura adjunto.
Al efectuarse esta obra, es Jefe del Estado Español, el Excmo. Sr. Don Francisco Franco Bahamonde, Generalísimo de los Ejércitos de Tierra, Mar y Aire, estamos en el Pontificado de Su Santidad el Papa Pío XII, siendo Arzobispo de esta Diócesis Hispalense el Excmo. y Rvdmo. Sr. Don Pedro Segura Sáez estando vacante la silla Primada de Toledo por fallecimiento el día 23 de Agosto del corriente año.
Acordada la ejecución de esta talla de nuestro amantísimo Titular contribuyen a ella suscritos con cantidades mensuales hasta cubrir su importe de dos mil doscientas pesetas, los Sres. que se indican: Dr. Don José Mª. González Marín, Sta. Ángeles Villar León, Sta. María del Carmen Pérez Romero, don Juan Pedro Velázquez Gaztelu, Juan J. Cortes Perea, don José Mª. Muñoz Valiente, don José Moreno Alonso, don Raimundo Almeda Ortega, don Eduardo Delage Ferraro, don Francisco Almagro Castro, don Manuel Laboisse Pequeño, don Antonio Reguera Blanco, don José A. Pérez de Azpillaga, don Miguel Almeda Ortega, don Manuel Tirado Montenegro, don Joaquín Pérez Raposo, don Juan Manuel Gutiérrez Camacho.
Y para que conste y conocimiento, de cuántos nos sucedan en los tiempos venideros, YO Juan José Cortés Perea, Secretario-Escribano de la Antigua, Fervorosa Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús en sus Tres Caídas y María Santísima de los Dolores; CERTIFICO: Cuanto dejo expuesto anteriormente, cuya certificación avalan los Sres. de la Junta de Gobierno juntamente con los citados artistas y personas devotas que contribuyen a su costo, en Jerez de la Frontera, a diez y ocho de Octubre de mil novecientos cuarenta en el AÑO DEL PILAR".
Una vez aprobada su constitución, en Cabildo General se eligió la primera Junta de Gobierno y fue ya ésta la que tomó la decisión de bendecir la nueva imagen del Señor, acontecimiento que tuvo lugar en la Iglesia de San Marcos, el 20 de octubre de 1940 por el párroco José González Marín y trasladada en la tarde de este mismo día en procesión a su sede canónica. Sólo restaba ya, para certificar con carácter definitivo su existencia, sobre todo a nivel público, realizar su primer desfile procesional. Adquirida la talla del Señor, sólo faltaba la realización de un paso en el que aquélla pudiera efectuar su desfile. Para tales trabajos un hermano de la propia Cofradía, Antonio Carreras Álvarez realizó su carpintería, junto con Juan Agustín Serrano que se ocupó de la talla, realizaron un sencillo y sobrio paso, de perfiles rectos, columnas salomónicas y planta ochavada, de pino de Flandes barnizado, en el que destacaban como nota característica los cuatro blandones de tinieblas, uno por cada una de sus esquinas con que se alumbraba. Este paso fue adquirido en los años 50 del siglo XX por la hermandad del Loreto).
La prensa local de aquel tiempo, el diario Ayer, ya ofrecía el 6 de abril de 1941 cumplida información del primer desfile procesional que iba a efectuar la Hermandad de los Dolores, como popularmente se le conoce, en la Semana Santa de aquel mismo año. Entre lo más destacado de la noticia, se puede contar el día de su salida, el Miércoles Santo, jornada en que tradicionalmente efectuaba su desfile la antigua hermandad; la vestimenta de los nazarenos: visten túnica negra con antifaz del mismo color, sobre el que destaca el escudo mercedario, con capa y cíngulo blanco. Al lado izquierdo de la capa llevan el escudo formado por la Santa Cruz y la corona de espinas en su crucero y a ambos lados dos óvalos; en el de la derecha se ostenta el corazón traspasado de la Santísima Virgen y en el de la izquierda el escudo de la Orden de la Merced y todo el conjunto rematado con corona real", y finalmente, una breve descripción del paso: "...estrenará soberbio paso estilo renacimiento con columnas salomónicas, respiraderos, cuatro candelabros labrados en madera con blandones de tinieblas y faldones de damasco morado".
El día 9 de abril de 1941, Miércoles Santo, a las 7 y media de la tarde y de la Iglesia de San Lucas, salía por primera vez la Hermandad y Cofradía de nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Salud en sus Tres Caídas. Su itinerario fue el siguiente: Plaza de San Lucas, Plaza Belén, Barranco, Curtidores, Plaza Peones, Carpintería Baja, Carmen, Sedería, Alfonso X el Sabio, Puerta de Sevilla, José Antonio Primo de Rivera, Rotonda (a las 20,30 horas), Carrera Oficial (Presidencia, a las 20,50; Colegial, a las 21,50), plaza de la Encarnación, Cristo de la Viga, Plaza Domecq, Barranco, Plaza Belén y Plaza San Lucas. Su horario de salida del templo fue a las 7,00 de la tarde y la recogida la efectuó a las 11,00 de la noche. Y si éste no ha sufrido modificaciones de consideración (sólo constatamos su dilatación en los últimos años en dos horas: salida a las 6,00 y recogida a las 12,00), el itinerario sí ha experimentado algunos cambios: en 1956 en el recorrido de regreso a su templo vuelve la procesión a pasar por Curtidores y Peones siguiendo por la calle Luis de Isasi para pasar por la Residencia de las Hermanas de la Cruz.
El 11 de abril de 1941, el diario Ayer publicaba una breve crónica del primer desfile procesional: "Fue esta Cofradía la primera en desfilar por la Carrera Oficial, causando gratísima impresión por lo perfecto de su presentación y marcado carácter penitencial. Varios sochantres entonaban durante el trayecto salmos del Miserere, desfilando los hermanos rezando el Santo Rosario. En la presidencia figuraba el párroco de los Cuatro Evangelistas, doctor González Marín. Gustó mucho el paso del Señor con sencillos adornos, llevando por única iluminación cuatro grandes cirios a los costados. Una escuadra de soldados de Caballería daba guardia de honor a la venerada imagen del Señor de la Salud. De Preste iba el presbítero señor Ruiz, asistido por los presbíteros señores Robles y Mier Terán, cerrando el cortejo muchas señoras". Varias notas de esta crónica merecen especial comentario, ya que con el paso del tiempo se han convertido en rasgos peculiares y distintivos de esta hermandad. En primer lugar, su rigor penitencial, por lo que no se acompaña de música alguna; en segundo lugar, la presencia en su primer desfile de dos sochantres entonando versículos del Miserere, que en años sucesivos y hasta nuestros días fueron sustituidos por una escolanía de niños; y en tercer lugar, por último, el abundante número de señoras que ya en su primer año cerraba el cortejo. Puede decirse que hoy en día, y en ello insistiremos más adelante, una multitud incalculable de hombres y mujeres acompañan, como si fuera una segunda procesión de fieles, a Nuestro Padre Jesús de la Salud en su desfile procesional.
Conseguida, así pues, la imagen del Señor de la Salud y su correspondiente paso y satisfechos los requisitos indispensables para considerar restaurada la Hermandad (aprobación por la Vicaria y primera salida procesional), solo quedaba como tarea fundamental hacerse con la imagen de la Titular de la Cofradía, Nuestra Señora de los Dolores. Y se Eligio para ello el busto y las manos enlazadas de una Virgen retirada del culto y abandonada en un camaranchón en San Juan de Letrán, por la Hermandad del Traspaso, de fecha y autor desconocidos. Esta imagen es la antigua Virgen del Traspaso que sacaba procesionalmente cuando estaba dicha Cofradía del Nazareno en la capilla de las Ánimas del convento de San Francisco, donde hoy está la Plaza de Abastos. Esta primitiva imagen de la Cofradía hizo en muchas ocasiones estación penitencial, hasta que fue sustituida por la actual imagen, bajo la misma advocación. Con el consejo del director espiritual de la hermandad, la Junta de Gobierno elevo la correspondiente petición a la Cofradía del Nazareno que gustosa accedió a la cesión de la imagen, bellísima y antigua que de este modo se rescataba para el culto. Dicha imagen es talla anónima de finales del siglo XVII o principios del XVIII. El acto de cesión tuvo lugar en el Archivo Parroquial de San Marcos el 4 de febrero de 1941. Existe un documento de la entrega de la Virgen que dice: "En el día de la fecha, reunidos en el archivo Parroquial de San Marcos el Párroco Dr.don José María González Marín, don Gabriel Melero Llovet como Hermano Mayor de la Antigua y Venerable Hermandad y Archicofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Señora del Traspaso y don José Moreno Alonso, en representación de la Cofradía de los Dolores de la Real Iglesia Filial de San Lucas, se hace entrega del busto y manos de la antigua imagen de la Virgen del Traspaso que fue retirada del culto público en 1852 y se encontraba en la actualidad depositada en las dependencias de la Capilla de San Juan de Letrán al Sr. Moreno Alonso cedida para Titular de la recién restaurada Cofradía de los Dolores". El documento esta sellado por la Parroquia de los Cuatro Evangelistas, Hermandad de Jesús Nazareno y Hermandad de los Dolores.
Al mismo escultor de la imagen del Señor de la Salud, Ramón Chaveli, se le encargaron los trabajos de restauración; construyéndole un nuevo candelero y manos nuevas, ya que las anteriores eran entrelazadas y en tan poco tiempo los realizo que la imagen fue bendecida por José María González Marín, director espiritual de la Hermandad y párroco de San Marcos, el 28 de febrero de 1941, día en que comenzaron los cultos semanales.
Y no fue hasta la Semana Santa del siguiente año, 1942, cuando Nuestra Señora de los Dolores pudo realizar su primer desfile procesional, después de no pocas dificultades, entre ellas la realización del paso de palio y la reforma de las puertas de salida del templo, que hubieron de ampliarse para que aquel pudiera pasar con holgura. El diario Ayer del 13 de marzo de aquel año ya nos ofrecía cumplida información sobre el primer desfile de la Virgen de los Dolores y sus estrenos: "...en el presente año veremos el desfile ordenado de esta Cofradía de rigurosa penitencia con el aliciente de hacer su salida por primera vez la Santísima Virgen de los Dolores, estrenando paso con varales salomónicos confeccionados en nuestra ciudad por el prestigioso artista orfebre Manuel Rodríguez Pérez, soberbio manto y palio negro, con vueltas blancas de piel de ángel..., así como el puñal de la Santísima Virgen del más exquisito gusto artístico". El palio era muy sencillo de figuras, de damasco negro y escudo de orfebrería en el frontal. Una escuadra de caballería rendía guardia de honor al Nazareno Caído (1941) y el palio iba acompañado por una escuadra del Regimiento de Infantería nº 82.
Y para completar las noticias sobre las imágenes y los pasos de los dos titulares de la Hermandad, habría que añadir aquí los múltiples cambios y reformas que a lo largo de los años y hasta ahora se han producido. En primer lugar y en lo referente a Nuestro Padre Jesús de la Salud en sus Tres Caídas, la túnica con la que se cubría desde su primera salida procesional era una sencilla de lana y cordón con borlas de esparto, pero ya en 1948 estrena nueva túnica de terciopelo morado y cíngulo de oro. Por otra parte, en la Semana Santa de 1954 la hermandad estreno un nuevo paso de Misterio, "obra del tallista sevillano Sr. Ovando, labrado en madera de ukola con apliques de plata... Es paso de gran severidad en sus líneas si bien clásico en su conjunto". Los elementos más característicos son "las cuatro águilas bicéfalas con garras en bronce fundido y plateado en cuya panza figuran los Cuatro Evangelistas delicado trabajo de cincelado que fue ejecutado por Emilio Landa y estrenados en 1955" y "los cuatro portahachones con apliques de plata labrados en madera de ukola estrenados en 1961". Y en segundo lugar, habría que decir que tanto la imagen de la Virgen de los Dolores como el paso de palio se han ido enriqueciendo con los años, en un esfuerzo insuperable por parte de la Hermandad de dotar a sus Titulares de la magnificencia que merecen. En este sentido, cabria destacar el manto, "magnífico trabajo de artesanía realizado sobre terciopelo negro con apliques de ángeles en giraspe y cabezas, brazos, manos y piernas en marfil estrenado en 1965 con motivo de las Bodas de Plata"; la corona de la Virgen "en plata dorada con pedrería y esmaltes... estrenada en 1959, joya que sustituyo a la antigua realizada en Jerez por Rodríguez y estrenada en 1944, y la saya, confeccionada en 1955, con el traje de luces donado por el torero venezolano Cesar Girón. Y en cuanto al paso hay que destacar las labores de orfebrería: la peana, labrada por Villarreal y estrenada en 1961, y los varales y respiraderos, llenos de motivos marianos ejecutados por Jiménez, Zabala y De la Calle en los años 1960 y 1961. Sin embargo, ya en el periódico local Ayer, en crónica del 15 de marzo de 1957, se describían los trabajos de reforma iniciados en el paso de palio. Entre otras cosas decía: "...estrenara (D.m.) magníficos respiraderos cincelados, confeccionados en talleres montados al efecto por la Cofradía en su propia Iglesia, y cuyas características son las siguientes: frente, en sus extremos columnitas con ángeles, friso barroco de volutas y hojas con atrevidas cartelas, figurando en la del centro la Santísima Virgen de Belén, policromada, titular del convento donde radico esta Hermandad, y en ambos lados magnificas cabezas de los Patronos de la Archidiócesis de Sevilla, San Isidoro y San Leandro, con mitras de oro engarzadas en pedrería. Los laterales tienen análogas características, figurando en las cartelas centrales la Inmaculada y la Asunción... y en ambos lados las efigies de Pío IX y Pio XII proclamadores de los dos dogmas, y en los medallones traseros las imágenes de San Nicolás de Bari y San Blas con mitras de oro y pedrería...los cuatro varales de esquina. Arrancan en un basamento en cuyas capillas figuran santos marianos, tubo central con pequeños medallones con Vírgenes de gran veneración en la ciudad, tales como de la Consolación, del Carmen, de la Merced y de los Reyes, con la novedad de no terminar en perillas, sino en unos ángeles barrocos cincelados, portadores de pequeños rosarios".
Finalmente, dos tallas mas completan el conjunto de imágenes que esta Hermandad posee: Un San Juan Evangelista, el que nos informaba el diario Ayer del 25 de febrero de 1945 en los siguientes términos: "En el taller-estudio de un destacado joven artista (Sebastián Campos) de nuestra ciudad, hemos podido admirar una bella imagen de San Juan Evangelista, ejecutada en madera de ciprés. Dicha imagen ha sido ejecutada para la antigua Cofradía de los Dolores por encargo de un fervoroso cofrade, Don Juan J. Cortes de Perea, hermano reorganizador de la misma, que la dona a la Hermandad, verificándose su bendición con sencilla ceremonia en la filial de San Lucas hoy, día 25 del corriente...". Y un Niño Jesús, llamado "El Pastorcito" y donado por Doña Catalina de Zurita y Riquelme en 1718.
Entre los logros materiales de esta Hermandad no debe olvidarse la restauración de la antigua capilla de los Cabeza de Vaca, ascendientes de la familia Zurita tradicionalmente vinculada y de forma muy estrecha a la Cofradía de los Dolores. Soto Molina hacia el siguiente comentario de esta cesión: "El día de los Santos Pedro y Pablo del año... (1945), Don Fernando Alonso de Zurita e Izquierdo, Marques de Campo Real, patrono a la sazón de la fundación de los Cabeza de Vaca, hizo entrega en usufructo a esta Cofradía e imágenes de la capilla de su propiedad en el citado templo de San Lucas, por lo que desde entonces cuenta con capilla propia. Y no es nueva la aproximación entre tan nobilísima familia y la Cofradía de los Dolores, pues desde su fundación en el año 1940 le ha venido prestando decidida protección, siendo el citado Marques Hermano Mayor Honorario, como agradecimiento modesto a su gentileza, y no hay que olvidar que fundada esta Cofradía en el monasterio de la Virgen de Belén del que han sido patrono los Cabeza de Vaca Zurita". La capilla, llamada de las Misericordias y situada junto al altar de Santa Ana, fue reformada en su totalidad, devolviéndole su aspecto primitivo, y dotada de dos altares de mármol rosa. La caja del Sagrario es obra del tallista Pinto y las obras de reconstrucción fueron dirigidas por el arquitecto jerezano Fernando de la Cuadra. La financiación de estas obras corrió a cargo de todos los hermanos y especialmente de D. Zoilo Ruiz-Mateos Camacho, hermano mayor por aquel entonces de la Hermandad (Desde la labor tan intensa desplegada por este cofrade, la familia Ruiz-Mateos se ha vinculado muy estrechamente con esta Hermandad, hasta el punto de que el 18 de enero de 1963 fue nombrado Hermano Mayor D. José María Ruiz-Mateos Jiménez de Tejada, quien tomo posesión del cargo, previa aprobación de la autoridad eclesiástica, el 10 de mayo, Y el 4 de abril de 1965 se le entregaba el titulo de camarera mayor de la Hermandad a Doña Encarnación Jiménez, viuda de don Zoilo Ruiz Mateos Camacho). El 13 de junio de 1954, a las 11 de la mañana, fue bendecida en Santa Misa la capilla, acto al que asistieron las autoridades y representaciones de todas las hermandades jerezanas.
Por otro lado, hay que señalar que la Hermandad apenas ha cambiado su itinerario desde su primera salida procesional. Con todo, en 1991, por obras en el reducto de la Catedral, y ante la imposibilidad de bajar por la entonces empinada Cuesta de la Encarnación, tomo la calle Manuel María González. Al año siguiente, en 1992 y hasta hoy la Hermandad cambia el recorrido de vuelta para facilitar el paso por las plazas de Belén y San Lucas a la precedente Hermandad de Santa Marta y evitar así las posibles aglomeraciones, por lo que su recorrido queda de esta manera: Plaza de la Encarnación, Cuesta de la Encarnación, Arroyo, Barranco, Curtidores, Plaza Peones, Luis de Isasi, San Honorio, Plaza de Belén y Plaza de San Lucas.
En los años 60 y 70 las salidas se realizaban el Miércoles Santo a las 18,30 de la tarde; sus recogidas oscilaban entre las 22,00 y las 23,00 horas. En los años 80 salía a las 18,15 o 18,30 y se recogía a las 23,00 o 23,10. En los 90, salía a las 18,00 o 18,05 y se recoge entre las 23,20 y 24,00.
En cuanto a la cantidad de hermanos que esta Hermandad ha tenido y tiene en la actualidad, podemos decir que hasta mediados de los años 80 el número nunca paso de los 425 o 500, y el de nazarenos, de 120. Y en los años 90 la oscilación va de los 700 a los 1050, mientras que los nazarenos oscilan entre los 170 y los 350.
En 1968 no salió en estación de penitencia la Virgen de los Dolores debido a la lluvia, saliendo solo el Señor, y sus hermanos decidieron no volver a salir si no era con los dos pasos. En 1971 no salió la Cofradía también por lluvia.
En 1986 salió Nuestro Padre Jesús de la Salud en sus Tres Caídas en procesión el Miércoles de Ceniza, en el Vía-Crucis de penitencia.
Entre los objetivos primordiales de esta Cofradía, desde su fundación en 1940, se puede contar su interés por entroncar con la antigua Cofradía de la Salud y de los Dolores, y como consecuencia de ello conservar e intensificar en lo posible el espíritu que a aquella alentaba. De ahí la rigurosa penitencia que la caracteriza, su salida el Miércoles Santo, día que también desfilaba la antigua Hermandad, la asistencia en corporación a los Santos Oficios del Jueves Santo en su Iglesia, para salir posteriormente a visitar los Sagrarios, costumbre esta que se mantuvo durante los años 1941 a 1944, pero que luego fue desechada por el cansancio acumulado por los hermanos después de su salida el día anterior, y especialmente la visita y Besapiés a su Titular, Nuestro Padre Jesús de la Salud en sus Tres Caídas, el primer Viernes de Marzo, culto que se reinstauro en la Cuaresma de 1941. Puede considerarse este último acontecimiento, pues como tal lo debemos calificar, una de las citas obligadas del fervor jerezano en general y del mundo cofrade en particular. La prensa diaria, desde el Ayer, pasando por La Voz del Sur hasta llegar a los periódicos actuales, siempre con un amplio despliegue, se ha hecho eco de este evento acompañando a la información del mismo con trabajos literarios que fervorosos devotos dedican a Nuestro Señor". También, la Hermandad tiene objetos heredados de la primitiva Asociación, como es un rico cuadro de la Virgen de Belén, con un monje arrodillado a sus pies y donde también se refleja el escudo mercedario.
Otro baño de multitud que recibe esta Hermandad y que también puede ya considerarse, junto con el Besapiés anteriormente comentado, uno de sus rasgos más peculiares y distintivos, tiene lugar precisamente en su desfile procesional. La veneración y devoción que sigue despertando la imagen de Jesús de la Salud entre los jerezanos se manifiesta en todo su esplendor en el Miércoles Santo. Si, como puede comprobarse por la crónica que del primer desfile (1941) de esta Cofradía nos ofrecía el diario Ayer, ya un buen numero de señoras acompañaba al Nazareno, con el correr de los años esta tradición devocional ha ido en considerable aumento y puede decirse, sin exageración ninguna, que hoy en día un numero incontable de personas, tanto mujeres como hombres, acompaña a lo largo de todo el itinerario a Nuestro Padre Jesús de la Salud en sus Tres Caídas.
En 1990 la Hermandad celebro el cincuentenario de su fundación con un cartel conmemorativo, un Vía Crucis, conciertos, audiovisuales y la edición costeada por la propia Hermandad del libro de José Moreno Alonso titulado La Cofradía de Dolores del Monasterio de Belén (1940-1990).
La Hermandad recuperó la propiedad, en el año 1992, de la talla de su antiguo titular de la Corporación del siglo XVIII, el Santo Cristo de la Salud, que se encontraba en la Parroquia de las Nieves, tras su paso por el Asilo de San José. Dicha imagen no solo se restauro, sino que además a partir de mediados de la década de los 90 le dedica un Besapiés en los primeros domingos de Cuaresma. La imagen del Cristo de la Salud no sale en procesión y es obra del segundo tercio del Siglo XVIII, es de autor anónimo y ha sido atribuida a Diego Roldán y a Francisco Camacho de Mendoza. En 1836, cuando se produce el cierre del Monasterio de Belén de la Orden de la Merced Descalza, donde fue erigida la Cofradía de los Dolores, pasa a las Parroquias de San Lucas y San Mateo, y en 1837 es depositada en el Asilo de San José (donde permaneció durante 153 años). En 1990, el Asilo de San José es gestionado por el Ayuntamiento y la Hermandad de las Tres Caídas solicita hacerse cargo de la imagen, pues fue su primitivo Titular. Después de dos años de muchas gestiones lo recuperó la Hermandad el día 25 de Febrero de 1992, volviendo a la Iglesia de San Lucas donde no se pudo poner al culto debido a su deterioro. En 1995 es restaurado por el Matrimonio Navarrete y puesto al culto público el 6 de Octubre de ese mismo año.
El 28 de marzo de 1992 se presento el cartel de Semana Santa con la imagen del Señor de las Tres Caídas, con fotografía del hermano mayor de la Hermandad, Diego Romero Fabiere, y patrocinado por la Caja de Ahorros de San Fernando. En el acto intervino la Banda de Música del Maestro Tejera.
En 1998, se procedió al plateado de insignias y se estrenaron seis cruces de penitencia. En el año 2000 fue restaurada la Virgen de los Dolores por el profesor don Enrique Ortega Ortega.
Finalmente, dos notas más merecen también nuestra atención pues, aunque puedan considerarse de menor importancia respecto a las comentadas anteriormente, forman parte de la historia de esta Hermandad y contribuyen a su prestigio. La primera es la búsqueda de antigua documentación en la que se concedieran privilegios e indulgencias a la cofradía dieciochesca, para así reafirmar su entronque histórico y su ascetismo. En virtud de ello, desde los primeros años de su fundación se da a conocer la vigencia de un antiguo uso: el de portar la Cruz de Guía conventual de plata y manguilla, así como que el Señor de la Salud pueda ser acompañado por dieciocho ciriales, tantos como alumbran tradicionalmente al Santísimo Sacramento, aunque nunca se haya hecho uso hasta ahora en la procesión de dicho privilegio. Y la segunda es la preocupación que esta hermandad ha tenido siempre desde los primeros años de su fundación por difundir su labor, por acercar al mayor número de personas, no solo a sus hermanos, sus cultos y la veneración de sus sagradas imágenes. En este sentido, dos han sido los caminos elegidos para cumplir con los objetivos propuestos, la edición de una Hoja o Boletín llamado Mi Cofradía, fruto del interés y las inquietudes de José Moreno Alonso, hermano de la misma, uno de los principales impulsores de su organización y, como sabemos, autor además de la historia de esta hermandad; y los programas de radio.
Con respecto al boletín Mi Cofradía, primera experiencia de este tipo que se hacía en el mundo cofrade jerezano, el propio Moreno Alonso comenta que en 1944 le propuso la idea a la Junta de Gobierno que, tras aceptarla, pidió el correspondiente permiso a la Vicaria General del Arzobispado, que lo concedió el 27 de julio del mismo año. La publicación, que era de carácter mensual, paso por diversas vicisitudes: entre los años 1951 y 1952 deja de publicarse, para reaparecer al año siguiente, 1953, en el que incluso se editar un número extraordinario; de este número precisamente se hacía eco el diario Ayer: "...al recibir el extraordinario de marzo de esta interesante hoja divulgadora que es Mi Cofradía, presentada con el mayor esmero y con una serie de artículos que nos hablan de las características peculiares de la Hermandad, nuevamente animamos a los fervorosos hermanos a continuar en la labor emprendida". También podemos contar en cuanto a publicaciones de esta Hermandad la que realizo en la Semana Santa de 1943 un devoto: una "Dedicatoria" con ocho saetas "a la Fervorosa y Antigua Hermandad de Nuestro Padre Jesús de la Salud en sus Tres Caídas y su Amantísima Madre María Santísima de los Dolores".
En cuanto a la difusión por radio, ya encontramos las primeras noticias de la emisión de cultos de la Cofradía en el periódico local el 1 de marzo de 1945: "Ante el micrófono de la Emisora local E.A.J.58 y a las 10,30 de esta noche se celebrara la acostumbrada emisión que esta antigua Cofradía dedica anualmente en honor de su venerado Titular...con motivo de la solemnidad de mañana Primer Viernes de Marzo". Y Moreno Alonso en su libro señala la presencia constante que la Hermandad de los Dolores ha tenido en los programas "Cruz de Guía" desde su puesta en antena en las ondas de Radio Jerez.
En el año 2008 no realizó Estación de Penitencia debido a las inclemencias climatológicas. De la reciente historia podemos destacar la recuperación del escudo primitivo de la hermandad, la incorporación al título de Nuestra Señora de Guadalupe o la más importante, la incorporación del Santísimo Cristo de la Salud en la Estación de Penitencia del Miércoles Santo, produciéndose una imagen que no tenía lugar desde hace casi 200 años.
En el año 2024 fue la unica hermandad que realizó su salida procesional en la tarde del Miércoles Santo.
Observaciones:
De gran devoción es la tradición del primer viernes de marzo. El gran río de mujeres que acompaña a esta imagen venerada de Jesús Caído se puede contemplar en su mayor dimensión en la Carrera Oficial o en Cristina. La recogida por la plaza Belén no se la puede perder.
Esta Cofradía despierta un fervor que se convierte en un verdadero fenómeno social que envuelve a toda la ciudad. ¿Es esta nuestra forma de entender la relación con Dios? En Andalucía el catolicismo popular es una religión de masas. La impresión que produce el paso por las calles de esta corporación es de piedad desbordada. Esta sobriedad y penitencialidad de sus formas procesionales tiene leyendas que marcan dos siglos. Su recorrido por los recovecos del Jerez intramuros es una nota inmanente de esta ascética Hermandad.
La Hermandad lleva una escolta de la Guardia Civil, un detalle que rememora las procesiones de antaño en la ciudad en la que los acompañamientos militares eran habituales. Sin embargo, el detalle por excelencia de esta Cofradía tiene por protagonista a miles de personas que cada Miércoles Santo acompañan a Jesús de las Tres Caídas tras el paso de éste, lo que hace que los dos cortejos (el del Señor y el de Palio) queden separados a tanta distancia que parecen dos Cofradías.
Cultos:
Besamanos a la Virgen de los Dolores en torno a su Festividad, el día 15 de septiembre, y en el Segundo Domingo de Cuaresma. Triduo también en septiembre al Crucificado de la Salud y la Virgen de los Dolores. Besapiés el Primer Viernes de Marzo al Señor de las Tres Caídas a la conclusión del Quinario. Besapiés al Cristo de la Salud el Miércoles de Ceniza.
Dirección:
Hermandad de las Tres Caídas
Plaza San Lucas, S/N Código Postal 11403
Jerez de la Frontera (Cádiz)
Teléfono: 956.338.470
Web: https://cofradiadedoloresjerez.es
E-mail: trescaidasjerez@gmail.com
Libro publicado:
La Cofradía de Dolores del Monasterio de Belén (1940-1990), de José Alonso Moreno, Cofradía de Dolores, 1990 (se puede consultar en la Bibilioteca Municipal de Jerez).
Hermano Mayor:
Francisco Bazán Franco.
Mayordomo:
Esteban Benitez Dominguez
Vestidores:
Juan Carlos Gutiérrez toma el relevo en el 2007 como vestidor de las imágenes. Hasta entonces lo venían haciendo Manuel Lechuga Sánchez que vestía al Señor y Mariano Ramírez García a la Dolorosa.
Junta de Gobierno:
La actual Junta de Gobierno tomó posesión el 15 de octubre de 2010 por un período de cuatro años, trás ser elegido D. Francisco Bazán Hermano Mayor en Cabildo de Elecciones celebrado el 20 de septiembre de 2010.
- Director Espiritual: Ilmo. Sr. D. Antonio López Fernández.
- Hermano Mayor: D. Francisco L. Bazan Franco.
- Teniente Hermano Mayor: D. José Crespo Laínez (Actualmente en Hermano Mayor en funciones, tras el fallecimiento de Francisco Bazán el 29 de junio de 2013).
- Mayordomo: D.Esteban Benítez Dominguez.
- Tesorero: D.José Manuel Soto Sambruno.
- Secretario: D.Fernando L.Camisón Fernández.
- Vocal: Dña.Maribel Ceballos Rodriguez.
- Vocal: Dña.Josefa Peña Ferrer.
- Vocal: D.José Antonio Gonzalez Leal.
- Vocal: Dña.Mirian Ramirez Abad.
- Vocal: D.Ramón Luna Vargas.
- Vocal: D.José Antonio Flores Tornero.
- Vocal: D.Adolfo Biedma Gago.
- Vocal: D.Diego Gómez Marín.
Capataces 2011 a 2013:
Ángel Rodríguez Aguilocho en el paso del Señor y Tomas Sampaio Torres en el paso de Palio.
Capataces 2007 a 2010:
Rafael González Cazalla en el paso del Señor y Tomas Sampaio Torres en el paso de Palio.
Capataces 2006:
Rafael González Cazalla en el paso del Señor y Pedro Jiménez Leal en el paso de Palio.
Costaleros:
En el paso de Misterio, 30 costaleros. Las andas del paso de Misterio pesan 700 kilos, con lo que cada uno de los mismos porta 25 kilos. En el paso de palio, 30 costaleros, pesa 1200 kilos, con lo que cada uno lleva 40 sobre sus hombros, y fue cargado por primera vez por hermanos costaleros en 1991.
Acompañamiento Musical 2012 a 2014:
Delante del Paso del Señor de las Tres Caídas, Escolanía cantando el Miserere en latín, de Eslava, y la Banda Municipal de Gerena (Sevilla) tras el paso de Palio de la Virgen de los Dolores, por primera vez en 2012.
Acompañamiento Musical hasta 2011:
Escolanía, compuesta por 17 niños hermanos de la Cofradía, dirigida por Luis Fernando Vergel Eguskiza, cantando el Miserere en latín, de Eslava, que es el Salmo 50, delante del paso de Misterio. Este tipo de acompañamiento musical es el más tradicional, el antiguo que llevaban las Cofradías, no olvidemos que las conocidas como marchas procesionales son algo relativamente recientes: la primera marcha, la conocida como "Quinta Angustia" está compuesta en 1868 y antiguamente este era el acompañamiento tradicional, las escolanías de niños.
Exorno Floral de los Pasos:
El paso de Misterio lleva, como es habitual, claveles rojos, donados por hermanas y devotas y claveles blancos para el paso de palio.
Estrenos 2013:
Restauración del Santísimo Cristo de la Salud. Cruz de imitación de carey, orona de Espinas y potencias en plata para el Cristo de la Salud.
Estrenos 2013:
La Virgen de los Dolores lleva las manos entrelazadas, tal como llegó allá por la decada de los 40 del siglo XX a la Iglesia de San Lucas.
Estrenos 2012:
Restauración de Jesús de las Tres Caídas, realizada por Ressur, S.A. y la Banda de Música Municipal de Gerena (Sevilla) tras el paso de Palio de la Virgen de los Dolores por primera vez.
Estrenos 2011:
No tiene estrenos este año.
Estrenos 2010:
Cantoneras de la Cruz del Señor, realizadas por Ildefonso Oñate, Túnica del Señor (estrenada en el Vía Crucis de la Unión de Hermandades) y faldones del paso de Misterio, confeccionados por Fernando Calderón, llamador del paso de Palio y pértigas.
Estrenos 2009:
Nuestro Padre Jesús de la Salud procesionará con su cruz sin cantoneras por robo de las mismas. Bandera de la Hermandad con bordados del antiguo Estandarte. Juego de Bocinas con paños antiguos. Finalización de la restauración del paso de palio con la restauración y plateado de los respiraderos del mismo y la peana de la Virgen. Todos estos trabajos han sido realizados en los talleres de Olioz-Arte, de la Fundación Ruiz-Mateos, de Rota.
Estrenos 2008:
Restauración de varales, candelabros de cola y jarras del Paso de Palio. Dosel para cultos.
Estrenos 2007:
Túnica y Cruz del Señor, campanas del muñidor y Libro de Difuntos.
Estrenos 2006:
Restauración y plateado de la orfebrería del paso de palio, por Olioz Arte (Fundación Ruiz-Mateos, de Rota).
Estrenos 2005:
Restauración del Paso del Señor de las Tres Caídas en los talleres-escuela de la Fundación Zoilo Ruiz-Mateos de Rota. Dichos trabajos han incluido incluso el plateado de los apliques de dicho paso. También se estrena un nuevo carro portaflores. En su recorrido de ida tomará por la calle Porvera y San Juan de Dios para desembocar a San Juan Grande y en la vuelta no llegará hasta las Hermanas de la Cruz por otra obra en Luis de Ysasi, saliendo y recogiéndose un cuarto de hora antes.
Estrenos 2004:
No tiene estrenos este año.
Estrenos 2003:
No tiene estrenos este año.
Estrenos 2002:
No tiene estrenos este año.
Estrenos 2001:
Se platearon de nuevo de los medallones del respiradero del paso del Señor, realizado este replateado por Antonio Barea, hermano de la Cofradía. Cambia sus habituales túnicas sin cola y con cíngulo blanco por debajo del esparto por otras de cola negra con esparto y sin cíngulo.
Estrenos 2000:
En el 2000, se hizo una limpieza de los bordados de los faldones y del manto. El trabajo se realizó en los talleres de Ildefonso Jiménez. Además, en el año 2000 estrenó dos ropones para los pertigueros realizados en los talleres de Ildefonso Jiménez.
Horario 2010:
Salida del Templo: 17,45
Palquillo Alameda Cristina Cruz: 19,50
Palquillo Alameda Cristina Último paso: 20,40
Plaza Arenal Cruz: 20,50
Plaza Arenal Último paso: 21,40
Catedral Cruz: 21,25
Catedral Último paso: 22,15
Fuera Catedral Cruz: 21,35
Fuera Catedral Último paso: 22,25
Entrada Cruz: 22,25
Entrada Último paso: 23,15Horario 2011:
Salida del Templo: 17,45
Palquillo Alameda Cristina Cruz: 19,50
Palquillo Alameda Cristina Último paso: 20,40
Plaza Arenal Cruz: 20,50
Plaza Arenal Último paso: 21,40
Catedral Cruz: 21,30
Catedral Último paso: 22,20
Fuera Catedral Cruz: 21,40
Fuera Catedral Último paso: 22,30
Entrada Cruz: 22,25
Entrada Último paso: 23,15Itinerario 2010 y 2011:
Plaza San Lucas, Plaza Belén, Barranco, Curtidores, Plaza Peones, Carpintería Baja, Carmen, Sedería, Plaza Plateros, Plaza Santo Ángel, Tornería, Plaza Rafael Rivero, Puerta de Sevilla, Porvera, San Juan de Dios, Sevilla, Palquillo, CARRERA OFICIAL, Aire, Cruces, Plaza Domecq (lado derecho), Barranco, Plaza Belén, Plaza San Lucas.
Horario 2012:
Salida del Templo: 17,45
Palquillo Alameda Cristina Cruz: 19,50
Palquillo Alameda Cristina Último paso: 20,40
Plaza Arenal Cruz: 20,50
Plaza Arenal Último paso: 21,40
Catedral Cruz: 21,30
Catedral Último paso: 22,20
Fuera Catedral Cruz: 21,40
Fuera Catedral Último paso: 22,30
Entrada Cruz: 22,25
Entrada Último paso: 23,15
NOTA: Mismo horario que el del año 2011.
Itinerario 2012:
Plaza San Lucas, Plaza Belén, Barranco, Curtidores, Plaza Peones, Carpintería Baja, Carmen, Sedería, Plaza Plateros, Plaza Santo Ángel, Tornería, Plaza Rafael Rivero, Puerta de Sevilla, Porvera, San Juan de Dios, Sevilla, Palquillo, CARRERA OFICIAL, Aire, Cruces, Plaza Domecq (lado derecho), Barranco, Plaza Belén, Plaza San Lucas.
NOTA: Mismo itinerario que el del año 2011.
Horario 2013:
Salida del Templo: 17,45
Palquillo Alameda Cristina Cruz: 19,50
Palquillo Alameda Cristina Último paso: 20,30
Plaza Aunción Cruz: 21,00
Plaza Asunción Último paso: 21,40
Catedral Cruz: 21,30
Catedral Último paso: 22,10
Fuera Catedral Cruz: 21,40
Fuera Catedral Último paso: 22,20
Entrada Cruz: 23,05
Entrada Último paso: 23,45
Itinerario 2013:
Plaza San Lucas, Cabezas, Plaza del Mercado, Justicia, San Juan, Chancillería, Porvera, Gaitán, Beato Juan Grande, Alameda Cristina, CARRERA OFICIAL, Encarnación, Reducto Cardenal Bueno Monreal, Cruces, Plaza Domecq (lado derecho), Barranco, Plaza Belén, Plaza San Lucas.
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