EL AMOR.

Capilla del Santísimo Cristo del Amor. Pequeña capilla que se encuentra en la calle San Juan.

El Santísimo Cristo del Amor tenía su sede tradicional en la Iglesia de San Juan de los Caballeros. Un rayo fue el causante de la marcha de la Hermandad del templo. La construcción de su actual capilla es consecuencia del trabajo tenaz de los hermanos que no quisieron marcharse de la zona que tantos años cobijó a sus imágenes titulares.

El 10 de mayo de 1981 cayó un rayo en la iglesia de San Juan de los Caballeros, sede de la Hermandad del Cristo del Amor; por lo que tuvieron que aposentar sus imágenes en la iglesia del convento de Madre de Dios, y salir en procesión desde la Catedral.

En 1984 la Hermandad adquiere una casa que posteriormente será la actual Capilla, en 1985 se le encarga al arquitecto D. Jose Manuel Muñóz Alcantara el proyecto de la nueva capilla, en 1987 Monseñor Rafael Bellido Caro coloca la 1ª piedra y comienza la construccion de la capilla a cargo de la empresa de construccion de Jesus Ramirez Pazos; en 1988 finalizan las obras y sin mobiliarios y sin bendecir se hace la 1ª estación de penitencia desde su nueva Casa, el 13 de octubre de 1990 se trasladan las imágenes desde el Convento de Santa María de Gracia a la Capilla y el 27 de octubre de 1990 se bendice la Capilla por el Obispo de Asidonia- Jerez, Monseñor D. Rafael Bellido Caro.

La capilla es de una sola nave y se levantó según proyecto del arquitecto Municipal José Manuel Muñoz Alcántara, y el diseño y decoración del interior los realizó José Ramón Fernández Lira. En su interior se encuentra un lienzo donado por el gran pintor jerezano D. Manuel Muñoz Cebrián.

En la fachada de la capilla se encuentra un retablo cerámico conmemorativo del cincuentenario de fundacion, obra del pintor jerezano y hermano de esta Hermandad D. Manuel Daza Marin. (Localización en Google Earth).

Nuestro Padre Jesús Nazareno Cautivo (1969), obra de D. Antonio Eslava Rubio, siendo donada a la Hermandad por D. Juan Pedro Bernal del Blanco, Hermano fundador, el 17 de octubre de 1969. Fue bendecida por Monseñor del Vall Gallo el 4 de enero de 1970.

En el año de 2004 salió por primera vez procesionalmente en Semana Santa sobre un paso solamente tallada la madera. En el año 2005 salió con mesa con respiraderos en madera calada, maniquetas, candelabros y crestería tallados y culminación de los 4 tulipones o fanales con la colocación de su crestería. En el año 2006 ya presentó el frontal del mismo completamente tallado.

En el 2007 le fueron tallados la parte delantera de los laterales y en el 2008 ya presentó tallada la trasera de la canastilla. Las potencias fueron estrenadas en el 2008, obra de Ildefonso Oñate. También luce escapulario sobre el pecho. En el año 2011, estrenó el dorado del frontal, trasera y cartelas del canasto del Paso del Nazareno Cautivo, obra del dorador sevillano Manuel Calvo. Las pinturas de las Cartelas del canasto son obra del Rvdo. Sr. D. Enrique Hernández Rodríguez de los Ríos, Canónigo honorario de la Catedral de Jerez y actual Capellán de nuestra hermandad. Son pintura en lienzo y fijadas sobre tabla. Estas pinturas representan lo siguiente: La del frontal es el Paño de la Verónica. La trasera, Cruz, escalera y síndone. Las laterales, INRI, lanza y esponja, la primera y tenazas, martillo y clavos, la segunda. Las de las esquinas son los cuatro Profetas Mayores. Isaías, Jeremías, Ezequiel y Daniel. Igualmente estrenó ese año un relicario italiano de principios del siglo XX, restaurado por el orfebre jerezano Antonio García Falla. Éste llevará la reliquia del Beato Juan XXIII y sustituye al que hasta el año pasado iba en la parte superior del frontal del canasto. El relicario fue donación la hermana religiosa Mercedes Martin León. asimismo también estrenó en 2011 el juego de tulipas del paso de Jesús Cautivo que llevan grabado el escudo de la hermandad y unas tapas, que evitan la caída de cera al paso.

La imagen del Santísimo Cristo del Amor fue finalizada en los comienzos de 1941, por el escultor valenciano Ramón Chaveli Carreres, y ese mismo año hizo su primera Estación de Penitencia. Fue bendecida el 22 de febrero de ese año de 1941. La obra es una talla completa, que, por la grandiosidad de las formas, parece rebasar el tamaño natural que en realidad tiene. Se trata de un crucificado que acaba de expirar. Para hacer este Cristo es de suponer que a Chaveli se le había impuesto un modelo y un estilo. El artista valenciano, que está en los años más fecundos de su vida, pronto olvidó lo que se le había impuesto, trabajando con soltura, por lo que la cabeza de este Cristo está en las cotas de lo sublime. Es un Crucificado que responde a los modelos barrocos, por lo que se ha definido como neobarroco. Es un Cristo de volúmenes muy formados y de gran dominio de la composición. El rostro es de facciones serenas, aunque hace la cabeza un giro algo violento, para evidenciar que está muerto, lo que se confirma, además, por la manera que pende, muy colgante, del Madero.

Las facciones son típicas chavelinas: Ojos grandes, observándose la córnea (lo cual demuestra su conocimiento de la anatomía humana y su experiencia en este ámbito); nariz recta y larga, de orificios nasales más bien pequeños; boca entreabierta, en actitud de haber emitido el último suspiro. El cuerpo es atlético y musculoso, lo que es una característica que está presente en otros Crucificados del siglo XX de Jerez, lo que hace intuir que existió una pauta general a la hora de tallar el cuerpo de los Crucificados y a la que se sometieron los artistas, tanto en Sevilla como en Jerez. En este sentido, basta recordar el Cristo de la Buena Muerte (Parroquia de Santiago), obra del sevillano Antonio Castillo Lastrucci, en el que la anatomía refleja estas pautas que hemos mencionado. El neobarroquismo se expresa por la iconografía que mantiene nuestro Cristo del Amor: El rostro es sereno, pero el cuerpo aparece desplomado, lacerado, colgante lo que ha hecho decir a algún sector de la crítica que sigue los dictados de Montañés. Pero esto solo es cierto parcialmente, porque los conceptos estéticos de Chaveli son diferentes a los del genial alcalaíno. Es interesante detenerse en la corona de espinas que rodea la cabeza de este Cristo, realizada a modo de lanzada, tallada al nivel de la bóveda craneana, recordando de espinas gruesas y rudas, similares a las que hizo Juan de Mesa para sus Nazarenos y Cristos. Así, recordamos la del Gran Poder, muy similar. Es una corona de espinas muy barroca. Los cabellos están magníficamente tallados, a base de crenchas compactas y largas, consiguiendo en ellos intensos juegos de claroscuro. Tiene el Cristo abierto el costado, del que hizo Chaveli brotar abundante sangre, y la ley de la gravedad le ha puesto los brazos en tensión, de tal manera que el espectador nota el desplome de todo el cuerpo. Ha logrado Chaveli representar al Salvador hecho hombre, a Dios despojado de su suprema divinidad, como un hombre cargado de inmensos sufrimientos, aceptados por la Redención. Por eso, el conjunto es tan grandioso. El paño de la pureza de este Cristo es complicado, con abundancia de pliegues y está entrelazado en ambos extremos, lo que lleva a admitir que, al hacerlo, Chaveli se sintió vinculado a la mejor escultura barroca andaluza, inspirándose, probablemente, en Juan de Mesa o en cualquiera de los imagineros que, en siglos anteriores habían resuelto el problema de cubrir la desnudez de Cristo.

Esta talla demuestra lo mucho que Chaveli conocía de anatomía. Por eso, se había alejado de las teorías manieristas, consiguiendo puro expresionismo, haciendo vibrar a los fieles (y también, de otra manera, por supuesto, a los no creyentes).

Para nosotros, artísticamente, el Cristo del Amor es uno de los crucificados mejor conseguidos de toda nuestra extensa imaginería procesional del siglo XX. Además, es una palpable muestra de la popularidad que Chaveli supo imprimir a sus tallas, despertando el fervor de las masas. Fue restaurado en 1983 por D. José Guerra Carretero, el cual donó la cruz arbórea con la que actualmente procesiona cada Martes Santo. La cruz lleva cantoneras de plata de ley cinceladas y sobredoradas en oro fino por el sevillano taller de Orfebrería Mallol, donadas por la camarera de la Hermandad, María del Carmen Gutiérrez Jalón. Las anteriores se perdieron en el incendio de 1981 y se realizaron en 1956.

En el paso de Misterio aparece una Dolorosa de extraordinaria calidad, Nuestra Señora de los Remedios, y que se ha atribuido a Francisco Camacho de Mendoza. Parece que esta Dolorosa fue realizada en los mismos años en que se talló la imagen del Señor del Prendimiento, sito en la Parroquia de Santiago de Jerez. Esta representación de la Virgen María ocupó, sin duda alguna, un puesto importante de la producción escultórica de Camacho de Mendoza. Esta preferencia por el tema de la Virgen es lógica, ya que desde comienzos del siglo XVII el culto a María fue uno de los elementos activos de la Contrarreforma católica y fue, a menudo, alrededor del mismo como se reanimó y fortaleció la fe tradicional. Un sector de la crítica había atribuido esta Dolorosa a la escuela roldanesca, pero sin especificar con más detenimiento. Por sus características estilísticas, se asemeja al Señor del Prendimiento. Destacamos del rostro sus ojos rasgados y orientalizantes, que miran hacia lo alto, anegados en lágrimas que no llegan a brotar y que contribuyen a realzar la expresión dramática, de intensa pena, pero con dulzura y armonía. El efecto plástico de los ojos, mirando al cielo, es similar al conseguido en el Señor del Prendimiento. Las cejas son finas y arqueadas. El surco naso labial aparece pronunciado, como era usual en el quehacer de esta artista. Una peculiaridad de esta Dolorosa es que la barbilla la tiene partida con un hoyuelo fino, lo que, en buena ha contribuido a acentuar la expresión juvenil de la Dolorosa, aunque de ningún modo puede conceptuarse como una Virgen Niña. Se trata de una Virgen Madre, pero juvenil. Las manos son angulosas y expresivas, de dedos finos, incidiéndose aquí en una mayor exaltación del pathos, del sufrimiento, tal como la había hecho y seguía haciendo la mejor escultura barroca andaluza durante los siglos denominados de Oro de la imaginería. La boca, entreabierta, nos trae reminiscencias de la imagen del Mayor Dolor, de la parroquia de San Dionisio. La Virgen de los Remedios es una talla magistral. Hay que concluir en que estamos ante una de las mejores imágenes de candelero de nuestra Semana Santa y de toda la imaginería pasionista jerezana.

En esta Dolorosa de los Remedios la sensibilidad de su autor resulta conmovedora, por la exquisita delicadeza y finura que irradia. De ahí que, aún no estando documentada, al fin y al cabo, sea a todas luces llamativa en esta talla excepcional. El intenso dolor, matizado de dulzura, que aparece en los ojos de esta Dolorosa, tiene, por fuerza, que llegar al espectador, sea o no creyente.

Fue adquirida por D. Juan Pedro Bernal del Blanco a la Hermandad del Prendimiento en 1940. Recibe este nombre en homenaje al interés por fundar la Hermandad en la Capilla de este nombre. En el año 2007 fue restaurada en los talleres de Enrique Ortega de Córdoba.

El manto es de color negro de terciopelo de Lyon bordado en oro por el jerezano Ildefonso Jiménez. Fue bendecido el 29 de octubre del 2000 con motivo del cumplimiento de los sesenta años de la fundación de la Cofradía. Fue ofrenda de la camarera de la Virgen, Victorina Cabanilla Ysasi. Destacar la saya para la Santísima Virgen de los Remedios, última obra de Juan Manuel Guzmán (Juanelo), de los años 1970 al 1978 y la única que se salvó del incendio. De posterior creación fue otra saya, también para la Virgen de los Remedios, bordada en oro sobre terciopelo granate por Mejías Japón en 1988 y donada por su camarera María Victorina Cabanilla Ysassi. En el año 2005 estrena otra saya de color negro con cotilla bordada por Fernando Calderón. La corona de la Virgen es obra del orfebre Manuel Seco Velasco, realizada en 1962. Durante algunos años, hasta que cayera el rayo que destrozó el paso esta imagen procesionó en paso de Palio, haciéndolo en el de Misterio la imagen de Santa María de Gracia.

Al pie de la Cruz del Cristo del Amor aparece también una talla del discípulo amado, de San Juan. Es una imagen de vestir, anónima, magnífica en cuanto a conceptos estéticos se refiere, de una técnica muy acabada, atribuible al siglo XVII. Tradicionalmente, se ha hecho aparecer a San Juan al lado de la Madre Dolorosa, al pie de la Cruz. Por eso, siempre el arte sacro ha prestado gran atención a este Santo, representándole, iconográficamente, bien como Apóstol o como Evangelista.

En este paso de Misterio del Amor, San Juan ha sido representado como Apóstol, siendo un joven, casi adolescente, de grácil figura y delicada belleza, con cabellera larga y barbilampiño, y con una expresión de intenso dolor ante el drama que está viviendo. En el gesto de las manos, puso el anónimo escultor todo lo que sabía de arte cofradiero, porque son expresivas y transmiten sensación de vida. La talla se cree que perteneció a la antigua Hermandad de San Antón, formó grupo con la Virgen de la Amargura en la Iglesia de San Juan de los Caballeros, siendo cedida a la Hermandad por su rector el Padre Castell en 1940, hasta que la hermandad de la Amargura se desplazó a la entonces Iglesia Colegial para fijar su residencia. Fue restaurada en el año 1975 por José Guerra Carretero, el cual le creó una nuevas piernas , ya que las originales estabán en pésimo estado. En cambio, con respecto a la cabeza, se le limpió y sigue conservando su primitiva naturalidad de pasta. En los últimos años, se restauró por Don Enrique Ortega en Córdoba , por el lamentable aspecto que presentaba últimamente.

Anónimas también y del siglo XVII son las dos imágenes de María Cleofás y María Salomé que aparecen en este paso a los pies del Madero, en actitud de veneración, expectantes. Son de gran valor artístico. María Salomé, como mujer casada, al igual que las viudas, viste su cabeza con el monjil y a la vez hebreo, Shemi sim y viste estola y falda oscura, imagen de vestir anónima y sin una fecha clara de realización proveniente del antiguo Convento de San Agustín. La imagen de María Cleofás, de igual origen e iconografía que el de María Salomé, es talla de vestir y salía a principios de siglo en un paso de Misterio desaparecido de la Hermandad de la Soledad, en el que se representaba esta imagen como Magdalena frente a la Cruz vacía.

En cuanto a la imagen de María Magdalena que aparece asimismo en el paso es una talla muy lograda del escultor carmonense Antonio Eslava Rubio, del año 1957. Iconográficamente, la Magdalena, durante la Pasión y Muerte de Cristo, suele aparecer en el Calvario, junto a la Cruz, al lado de la Virgen María. De esta manera, se dio a entender que el Crucificado abría sus brazos amorosos tanto a la inocencia como al arrepentimiento. Representa una mujer soltera, de vida un tanto desordenada, por lo que aparece sin velo.

En este paso de Misterio que estamos analizando, la Magdalena ha sido situada a los pies del Cristo, con un gesto implorante y de fuerte dolor. Responde, siendo una talla moderna, del siglo XX, a la iconografía tradicional que ya hemos comentado.

Finalmente, aparecen dos soldados romanos con sus correspondientes vestimentas, armaduras, cascos y lanza. Los romanos son obra del joven imaginero jerezano Antonio López Ramírez y estrenados en el año 2011. Las vestimentas de los romanos son donación del grupo de mujeres que frecuenta habitualmente la hermandad.

Los anteriores, sustituidos en la Semana Santa de 2011 por encontrarse en mal estado, tambien uno con el estandarte del Senatus de la Hermandad y otro con una lanza, ambos con corazas y plumeros, son de autoría anónima, ejecutados en el siglo XVII. Estos romanos fueron adquiridos a la Hermandad de la Flagelación en 1945 y ésta a su vez lo hizo de otra de Sevilla, sumándose por primera vez al Calvario del Cristo del Amor en 1946. Reseñar que el imaginero jerezano José Guerra Carretero restauró las Marías y los romanos en 1974 y, como ya se dijo, el Cristo en 1983.

Actualmente no procesiona la imagen de María Santísima de Gracia, modelada por el arquitecto Francisco Hernández Rubio para la Hermandad del Prendimiento y ejecutada por Ramón Chaveli y adquirida en 1978 a su hija María Josefa Hernández (la imagen se encuentra actualmente en la Casa de la Hermandad). Esta Dolorosa sustituyó durante algunos años a Nuestra Señora de los Remedios en el paso de Misterio, cuando ésta última procesionaba en el paso de Palio.

El nuevo paso, completamente tallado, diseño del artista sevillano D. Antonio Dubé de Luque, pero a falta del dorado, fue estrenado en la Semana Santa de 1994, quedando finalizado en la Semana Santa del 2000. El dorado lo realizó D. Manuel Calvo Carmona. El ebanista que se encargó de la finísima carpintería fue D. Francisco Bailac González, artista que trabaja con frecuencia con el diseñador sevillano y con Antonio Martín. La talla es de Juan Mayorga Páez, que estaba anteriormente en el taller de Manuel Guzmán Bejarano. El paso es de estilo barroco y sus dimensiones son 248 cms. de ancho por 380 de largo y 155 de alto. Lleva 56 luces repartidas en candelabros de guardabrisa. Son de orfebrería las maniguetas, jarras, relicarios, óvalos, cartelas y coronillas de las tulipas, todo de plata de ley realizado en los talleres sevillanos Mallol. También lleva seis ánforas de plata. En el frontal del canasto lleva la imagen de San Agustín, por la vinculación de la Hermandad con la comunidad agustina y en la trasera un pelícano que se hiere en el pecho para alimentar a sus crías, siendo un símbolo del Amor. Ambas figuras fueron realizadas en cedro doradas y estofadas, por Dª. Nuria Guerra Carretero, así como los 8 ángeles policromados situados en las esquinas del paso. En el paso también lleva las reliquias del Santo Lignum Crucis, San Juan Grande, San Agustín, Santa Mónica, Beato Diego José de Cádiz y San Juan Bosco, reliquias con su correspondiente certificado de autenticidad. Entre los años 2010 y 2011 se finalizaron el bordado de los faldones del paso de Misterio del Cristo del Amor. La leyenda que va en cada una de las cartelas son las siguientes: Frontal: "DEUS CHARITAS EST"; Costado derecho del paso, lado de la Virgen: “STABAT MATER”. Costado izquierdo del paso, lado de san Juan: “ECCE MATER TUA”. Trasera: “CONSUMMATUN ETS”. Todo ello obra del bordador sevillano, D. Fernando de la Poza

El paso anterior, muy antiguo, fue estrenado por la Hermandad de San Buenaventura de Sevilla, a la que se lo compró la Hermandad en 1956. Los candelabros del antiguo paso pertenecieron anteriormente al paso de Misterio del Gran Poder sevillano. Era de estilo barroco y dorado, y habían sufrido varias renovaciones, todas ellas efectuadas por Manuel Daza.

Abre el Cortejo del Nazareno Cautivo, la Cruz de Guía, realizada en los talleres Viuda de Villarreal, de Sevilla, en madera de caoba, que fue donada por un hermano residente en Guatemala, y enriquecida con cantoneras, INRI, asas y el escudo oficial de la Hermandad, que va en la cruceta, realizado todo ello en alpaca plateada, yendo acompañada por dos faroles guías y precedida por otros dos faroles guía de mano, realizados por Orfebrería Mallol en el año 2000, en plata de ley, según diseño de Juan Antonio Fernández Cardín, portado por dos servidores cuyos ropones fueron estrenados en el 2001 y precedida por un nazareno, que abre el cortejo, con palermo y venia de paso; Bandera del Señor, en morado con cruz roja; Banderín del Nazareno Cautivo, estrenado en 1993 bordado por Ildefonso Jiménez, con una imagen sobre lino vegetal del Cautivo realizada por Manuel Daza. Está bordado en oro fino. Es conmemorativo del 25 aniversario de la bendición de esta imagen; Va sobre asta de plata cincelada.

En el cortejo del Cristo del Amor figura primeramente la Cruz Parroquial, que fue Cruz de Guía de la Hermandad en su primera estación de penitencia, en 1940; Libro de Reglas, obra del Taller de Viuda de Villarreal, con encuadernación sobre terciopelo rojo burdeos y cantoneras y escudo central de la Hermandad en orfebrería de plata cofradiera; Bandera de la Virgen, blanca con cruz celeste; Estandarte de la Hermandad, del año 1991, de color rojo burdeos bordado en oro en los talleres de la calle Lecheras por Ildefonso Jiménez.

Lleva además el estandarte del Senatus, pero va colocado en el cortejo en un lugar singular, ya que es portado por un soldado romano en el paso de Misterio, y cuya águila del asta fue estrenada en 1992.

Las varas, son obra de Vallou, que recuerdan a las que portaba la Cofradía cuando radicaba en la Iglesia de San Juan de los Caballeros, con la parte superior de alpaca, continuando en madera y regatón en la parte inferior. Se han hecho a semejanza de una que quedó tras la caída del rayo que destruyó numerosos enseres de la Cofradía.

Las varas de la presidencia, labradas y cinceladas en el año 1983.

La Hermandad del Amor se creó en la histórica Capilla de la Jura de la iglesia de San Juan de los Caballeros en 1940, alentados por el rector Padre Francisco Castell, cediéndoles éste el San Juan, tomando así la referencia de la primitiva Hermandad de San Juan Evangelista del año 1601 existente en el mismo templo. (En el año 1285, cuando el fuerte cerco del sultán árabe Abu Yusuf agobia a los defensores jerezanos, éstos se reúnen en una capilla de la iglesia de San Juan, y con la sangre de sus venas piden auxilio al rey Sancho IV el Bravo, que consigue levantar el cerco. Por aquella histórica Jura de los Caballeros jerezanos se designa de esta manera a la Capilla). Un grupo de jóvenes la fundaron pensando en radicar la Cofradía en la Capilla de los Remedios, para rendir culto y sacar en procesión a las imágenes de un calvario allí existente, pero, al existir dificultades para el establecimiento en dicha capilla, la crearon en el histórico templo de San Juan de los Caballeros.

En cuanto a la Virgen tiene una historia curiosa: Hubo en el siglo XVII, un carpintero de carros que tenía su taller-carpintería en la calle Jardinillo y que organizó y fundó una Hermandad bajo el título de Hermandad de la Preciosísima Sangre, Cristo del Dolor y Refugio de Nuestra Señora que radicó en unas casas de la calle Tardixt, donde hoy se encuentra el "Asilito". La Hermandad poseía una imagen del Santo Cristo crucificado que hoy está en el Sagrario del Templo de Santiago y una imagen de Virgen muy hermosa titulada Nuestra Señora del Refugio.

Al llegar el año 1836, la Desamortización de Mendizábal, aquellas casas de esta Hermandad, tras ser recogidas las veneradas imágenes que pasaron al Templo cercano de Santiago, quedaron para uso como sede del Asilo de San José. El nombre de esta Hermandad de la Preciosísima Sangre le dio titulo a la calle que, desde entonces se conoce como "calle de la Sangre". También el título o advocación de esta imagen de Virgen añadió un título más al templo de Santiago el Real, que se llamó, desde entonces, Santiago el Real y del Refugio.

Todas las imágenes de esta ya abolida Hermandad fueron a parar al Templo parroquial, quedando la mencionada Virgen guardada en una especie de trastero envuelta en un paño donde estaban guardadas varias imágenes de santos.

Juan Pedro Bernal conoció el paradero de aquella bellísima imagen y acudió a rescatarla para el culto dada la calidad de su talla. Tenía las manos juntas, cosa muy característica en imágenes de Vírgenes Dolorosas del siglo XVII.

La imagen magnífica fue vendida a la Hermandad del Santísimo Cristo del Amor donde radica desde entonces con la advocación de Nuestra Señora de los Remedios, a la que se le pusieron unas manos nuevas más pequeñas y separadas. Recibe este nuevo nombre en homenaje al interés por fundar la Hermandad en la Capilla de este nombre.

Su sede canónica está establecida, desde su creación, en la Iglesia castrense de San Juan de los Caballeros, pero, actualmente, tiene su sede en la Capilla del Cristo del Amor. En 1941 realizaron su primera salida procesional, en la tarde del Viernes Santo, siendo las condiciones de ésta su primera salida muy precarias (las primeras decoraciones florales del paso no fueron sino las flores recolectadas por sus hermanos en la Alameda Vieja). Tras sus salidas en 1941 y 1942, en los dos siguientes años, 1943 y 1944, vio interrumpida su procesión por problemas de índole económica. Una vez superadas estas vicisitudes, volvió a cumplir la estaciónpenitencial en 1945, pero ya ocupando su actual día de salida de la tarde del Martes Santo. En esa salida se estrenan las túnicas tal como son en la actualidad. El único paso ese año, de maderas oscuras y apliques, ilumninado poe cuatro faroles de latón, era un Misterio formado por un Crucificado, al que lo acompañaba un calvario de distinta procedencia: el Santísimo Cristo del Amor, obra de Ramón Chaveli, que fue bendecido el 22 de febrero de 1941 y al pie de la Cruz la Virgen de los Remedios con San Juan Evangelista, del siglo XVIII (la dolorosa como se ha dicho procedente de la Hermandad del Prendimiento y el San Juan de la hermandad de Humildad y Paciencia). En 1946 se añaden al Misterio, Santa María Magdalena, que era de la Soledad y después se recibirá otra de las Marías del Convento de San Agustín, integrándose en un conjunto ya completo en 1949 con los dos romanos del misterio de la Flagelación. En la actualidad el paso posee 8 imágenes, a las otras 6, se les añadieran Mª de Cleofás y Mª Salomé.

Al principio, abrían marcha al cortejo la Banda de Cornetas y Tambores del Regimiento de Infantería de Tierra, escoltando al paso una escuadra de dicho cuerpo. En 1965 se produjo la salida procesional extraordinaria de Nuestra Señora de los Remedios con motivo del XXV aniversario de la Fundación. El 17 de octubre de 1969 se bendice la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno Cautivo, obra del artista sevillano Eslava, titular también de la Hermandad. A partir de 1975, esta Hermandad ha entrado en una época de esplendor, con una vida intensa en la formación de sus cofrades, habiéndose destacado como una importante Hermandad dentro de la Semana Santa jerezana. Al amparo de la Hermandad y alentados por el Mayordomo D. Manuel León Rodríguez, nace en 1978 la Banda de Cornetas y Tambores del Stmo. Cristo del Amor, cuyo director fue D. Rafael Orgavídez Salas.

En ese mismo año de 1978 procesiona por primera vez bajo palio Nuestra Señora de los Remedios. El Palio fue realizado por el sevillano D. Manuel Guzmán Bejarano, los varales comprados a la Yedra siendo del orfebre jerezano Rodríguez, la candelaria a la Trinidad de Sevilla, las peanas y las jarras realizadas por D. Manuel de los Ríos Navarro. El palio y los faldones eran de terciopelo color granate y el manto rojo. Ese mismo año su lugar en el paso de Misterio lo ocupa otra Dolorosa: María Santísima de Gracia, Imagen que actualmente se encuentra en el convento de MM. Agustinas.

En febrero del 1979, sufre un robo, en el que se llevaron la corona de Nuestra Señora de los Remedios, dejando además múltiples destrozos en el palio del paso. Y para mayor desgracia, el 10 de mayo de 1981, un rayo descargó sobre la torre del templo de San Juan de los Caballeros, lo que provocó el resquebrajamiento de la bóveda, hundimiento de la escalera y un incendio que se propagó por las dependencias donde la Hermandad guardaba todos sus enseres. El resultado fue la pérdida de muchas pertenencias, la desaparición del palio (que sólo pudo procesionar en tres ocasiones) y el cierre del templo para su restauración, lo que se aprovechó para desalojar de San Juan a la Hermandad del Amor. La Hermandad fue acogida en el cercano convento de MM. Agustinas de Sta. Mª de Gracia, donde continuaban los cultos, mientras que la salida penitencial se hacía desde la Santa Iglesia Catedral, lo cual hizo desde 1982 hasta 1987. Desde 1982, Nuestra Señora de los Remedios vuelve al Misterio, mientras que María Santísima de Gracia queda en la capilla del noviciado de nuestras MM. Agustinas.

En 1984, en Cabildo General Extraordinario se aprueba la propuesta de construir una Capilla para sus Titulares, nombrándose una comisión encargada de iniciar los trámites y gestiones para la posible construcción de la Capilla. Así en ese mismo año, 1984, se adquiere la casa que posteriormente será la actual Capilla. El 14 de Noviembre de 1987, el Excmo. Sr. Obispo de Jerez, D. Rafael Bellido Caro, bendice y coloca la primera piedra de la misma. Ya en 1988 finalizan las obras y sin mobiliario y sin bendecir realiza la Hermandad la primera salida procesional desde su nueva Capilla del Santísimo Cristo del Amor. El 13 de octubre de 1990 se trasladan las imágenes del Convento a la Capilla y el 27 de octubre de 1990 se bendice la Capilla por Monseñor Bellido Caro.

En 1998, además, estrenó la canastilla dorada elaborada por Manuel Calvo Carmona, además de ocho ángeles en las jarras delas esquinas de la canastilla, obra de Nuria Guerrero Castellano y la Cruz Parroquial (que fue Cruz de Guía de la Hermandad en su primera estación penitencial en 1940).

El 18 de Febrero de 2002 se bendice la nueva Casa de Hermandad cita en la plaza de los Ángeles, donde quedan expuestos todos los enseres de la Hermandad y el paso de Misterio.

En la Semana Santa de 2011 no realizó estación de penitencia debido a las condiciones climatológicas. En 2024 tampoco salió por la lluvia.

La imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno Cautivo presidió el Via-Crucis de la Unión de Hermandades el dia 27 de febrero de 2012.

Actualmente la Hermandad con notables esfuerzos de sus Hermanos ha ido consolidándose en el Jerez Cofrade. Sus objetivos futuros son la terminación del nuevo local para exposición permanente de sus enseres, la finalización del paso de Misterio, paso de palio para Ntra. Sra. de los Remedios y un paso para Ntro. Padre Jesús Cautivo. Todo esto sin olvidar las necesidades de los Hermanos, del barrio, la formación, las convivencias, etc.

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