LA CANDELARIA.

Iglesia Parroquial de Santa Ana. Se crea y levanta para ser parroquia de la populosa barriada de la Plata. Magnífica obra de D. Fernando de la Cuadra Irízar quien fue igualmente autor del templo.

De estructura sencilla y diáfana y de una sola nave se erige en parroquia en 1957 constituyendo desde entonces un importante centro religioso a la vez que edificio que se incrusta perfectamente en su entorno.

Los elementos arquitectónicos muy marcados son toda la decoración. Los espacios entre pilares y sus gruesos crean pequeñas capillas a lo largo de los dos muros que, forrados de azulejos consiguen un interior polícromo y luminoso. El presbiterio termina en un retablo de yeso y azulejos. Resulta limpio, original y fácil de conservar. Los compartimientos los crean gruesas molduras que enmarcan a los azulejos.

Los temas, dibujados por el arquitecto y realizados por ceramistas sevillanos, tienen el encanto de la pintura gótica tardía.

Santa Ana tiene en su regazo a la Virgen y ésta al Niño Jesús. El fondo es un dosel complicadísimo que le da majestad al conjunto. Los detalles del primer plano, el carácter íntimo y familiar. (Localización en Google Earth).

La imagen de Nuestro Padre Jesús de las Misericordias es obra del jerezano Francisco Pinto y la de la Santa Mujer Verónica de Antonio Castillo Lastrucci, de 1957. La imagen del Señor se encargó el día 24 de mayo de 1976 por la junta de gobierno a su autor y fue bendecida el día 22 de enero de 1977. La actual imagen de Nuestro Padre Jesús de las Misericordias sustituyó a otra que procesionaba anteriormente, que era obra también de Antonio Castillo Lastrucci, y que se deterioró debido a los xilófagos. Esta primitiva del Señor fue bendecida el 22 de junio de 1957. En un principio estaba proyectado también un cirineo pero no llegó a realizarse, hasta la modificación del Misterio realizada en el año 2006.

La imagen de Nuestro Padre Jesús de las Misericordias es de tamaño natural y de vestir. Exalta el patetismo, el dolor. Irradia, a pesar de phatos, serenidad y elegancia. La túnica morada acentúa la austeridad y contribuye a su realce. Esta imagen pasionista despierta una gran devoción en su barrio.

El Nazareno que hizo Francisco Pinto, advocado de las Misericordias, muestra un rostro de correctas facciones, ojos grandes y rasgados, entreabiertos, nariz larga y recta y boca reseca, dando, precisamente, esta sensación al espectador. Por medio de los ojos entreabiertos, logró el escultor jerezano conferir al Nazareno una expresión de intenso dolor, como si efectivamente ya no pudiera resistir mas tiempo el peso que soporta. Las manos son finas y largas, sosteniendo la Cruz con exquisita suavidad y delicadeza extremada, sin aferrarse a la misma, como es tradicional en la imaginería andaluza. La Cruz se posa sobre el hombro izquierdo siguiendo las pautas tradicionales de los Nazarenos jerezanos. Con su mano derecha, este Nazareno inicia débilmente un gesto de bendición, de agradecimiento, a la mujer que, con tanta valentía, le ha ofrecido un poco de alivio en su sufrimiento. Es un gesto solamente insinuado pero que bien pudiera interpretarse como de perdón, de acogimiento. En este solo gesto, Francisco Pinto supo expresar distintos sentimientos o valores humanos. La corona de espinas que rodea la frente es similar a la que con anterioridad había labrado Antonio Castillo Lastrucci para la imagen titular de la Parroquia de Santa Ana, la que procesionó en 1958. Se trata de una corona que esta tallada en el bloque craneano, de hiriente corte, acentuándose así el realismo, gracias también a la sangre que aparece vertida sobre la frente. La barba está muy bien realizada, a base de menudos rizos, al paso que los cabellos, que caen abundantemente sobre la espalda, son ondulados, creando marcados e importantes efectos de claroscuros. Gracias a la nariz recta y afilada, el imaginero consiguió expresar un aspecto demacrado y patético, tanto en el rostro como en la propia expresión emotiva.

La advocación de las Misericordias, muy sugestiva, se la puede identificar con las palabras de San Agustín: "Oh, maravillosa y amable dignidad de la divina misericordia. No fuimos dignos de ser siervos, y somos hechos hijos de Dios y herederos juntamente con Cristo. ¿ De donde a nosotros tanto bien ? ¿ Quién nos levantó tanta Grandeza Gloria ?

Francisco Pinto, el autor, se halla impregnado, al menos en lo que a esta imagen de Nazareno se refiere, de un neobarroquismo que, como es lógico, exalta el movimiento, el patetismo, el dolor y la expresión emocional intensa. En definitiva, el triunfo del pathos por encima de otros valores puramente teológicos que pudieran, de algún modo, impregnar al Nazareno de las Misericordias.

La producción imaginera de Francisco Pinto fue considerada por Antonio de la Banda y Vargas un tanto sometida a los cauces oficiales del neobarroquismo. Sin embargo, aunque esta opinión es muy interesante habría que meditar quizás mas hondamente en las características que dominan en la producción de este artista jerezano y, especialmente, en ese Nazareno.

Pinto recreó en el rostro de este Nazareno modelos que ya se habían repetido en siglos anteriores y que habían sido creados por el genial escultor alcalaíno Juan Martínez Montañés. Este dato es observable en el rostro de esta imagen, que irradia, a pesar del pathos, serenidad y elegancia, porque el artista jerezano tuvo la habilidad de interiorizar el profundo dolor del Salvador, dejando entrever tan solo un poco de sufrimiento, es decir, exteriorizando solamente una parte del pathos físico y psíquico, de modo que los valores teológicos de la imagen estuvieran al alcance del espectador. Por ello, esta obra pasionista demuestra claramente que Pinto poseía ideas originales y, si se dejó seducir por los moldes barrocos tan repetidos, fue exclusivamente porque le gustó hacerlo y quizás también por considerar, con gran acierto, que la imaginería pasionista se desenvuelve con más sentimiento en este estilo que en otros. De su peculiar visión de la imaginería, unida a la tradición de los modelos barrocos surgió esta imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno de las Misericordias, verdaderamente popular en el barrio de Santa Ana.

Las potencias del Señor y los casquetes de la cruz, ambos de alpaca dorada cincelada y repujados, son obra de Manuel de los Ríos Navarro, del año 1981. La primera túnica de N.P.Jesús de las Misericordias fue bordada por las Carmelitas de Jerez en 1957 y sufragada por vecinos de la Barriada de la Plata. Posteriormente lucía otra, de terciopelo de Lyon granate, ceñida con cordón de oro, estrenada en el año 1981. Otra túnica fue estrenada en el año 2002 es lisa de color morado para el Señor de las Misericordias, siendo donada por el Grupo Joven de la Hermandad, así como cíngulo y cordón de oro. En el año 2010 estrenó otra túnica morada. Jesús carga con una cruz arbórea que talló Francisco Pinto Carretero en el año 1977. Para el Encuentro Internacional de la Juventud celebrado en Madrid en el mes de Agosto de 2011 se estrenaron unas potencias de plata y un cíngulo de hilo de plata y cantoneras de la Cruz en plata para el Señor de las Misericordias. Las potencias y cantoneras han sido realizadas por Manuel Valera Pérez, orfebre cordobés. Las potencias están hechas en plata, son de estilo barroco y llevan el escudo de la hermandad, de Benedicto XVI y de la familia donante. Las cantoneras son de metal plateado en estilo barroco, con juego de entalles cincelados, con ornamentación de acantos clásicos y juego de asas alternas rematadas por perinola en forma de llama.

El 20 de noviembre de 1957, la Hermandad encarga al imaginero sevillano Antonio Castillo Lastrucci por medio de D. Félix García de Villegas la realización de la imagen de la Santa Mujer Verónica por un precio de 6.000 pesetas, dando a cuenta 1.000. Esta imagen acompañó al desaparecido Nazareno de la corporación, obra también de Castillo Lastrucci. Está postrada a los pies de Jesús, con la mirada fija sobre Él y los brazos abiertos sosteniendo el lienzo con el que le ha limpiado la Santa Faz y en el que, como beneficio, obtuvo la milagrosa impresión del Santo Rostro. En 1958 procesiona por primera vez junto al Nazareno. Mide 1,18 metros. En 1981 fue restaurada y retocada por José Guerra Carretero. El mismo dia que se encarga la Verónica, también se contrata la imagen de un Cirineo por el precio de 10.000 pesetas, aunque éste no llegó nunca a realizarse por Castillo Lastrucci, desconociendose el motivo. Todos los años se realiza un paño nuevo para la misma, obra de algún artista local. Ha vestido toca blanca con cenefa hebrea, túnica granate con ceñidor de tejido hebreo y capa verde. En el año 2009 estrenó nuevas vestimentas.

En el año 2006, se le añadieron 4 muevas figuras secundarias del Paso de Misterio, un soldado romano, Simón de Cirene y dos mujeres, realizadas por Juan Carlos García.

El actual paso de Misterio, tiene la parihuela de pino de Flandes y los respiraderos y la canastilla realizado en caoba tallada, además de naranjo y ukola, y es obra de Manuel Guzmán Bejarano. Las dimensiones de la canastilla son de 224 cms. de ancho, por 398 de largo y 151 de alto. Sorprende de esta canastilla sus entrantes y salientes, las curvas que dibuja sobre la mesa del paso. Se alumbra con 4 candelabros de guardabrisas realizados en el 2006 por Juan Carlos García. Anteriormente se alumbraba con cuatro faroles grandes de alpaca repujada, cincelada y plateados, obra de Manuel de los Ríos, flanqueados por ángeles que portan cartelas y dos más pequeños para los laterales, de alpaca también repujada y plateada, fueron realizados para el mismo en los talleres del orfebre Juan Borrero y llevan dentro cinco cirios rojos cada uno los grandes y cuatro los pequeños. A cada lado de los pequeños lleva dos tulipas. La base y la crestería de las ocho tulipas son obra, al igual que los faroles de Orfebrería Triana. El paso se realizó en poco más de tres años y se estrenó en 1989, bendiciéndose el IV Domingo de Cuaresma de ese año. El antiguo paso perteneció a la Hermandad del Ecce Homo de San Fernando (Cádiz). También era de madera tallada y acabada en su color. El nuevo llamador del paso, estrenado en el 2006 es obra de Ildefonso Oñate. En 2010 estrenó nuevos faldones para el paso.

Cruz de Guía, realizada en alpaca plateada en 1985, totalmente repujada y cincelada, obra de Orfebrería Mallol, va acompañada por 4 faroles guías (dos de ellos con tramos más cortos, más modernos; los más antiguos, de plata cofradiera, son obra de Manuel Francisco y José Rodríguez realizados en un taller de la calle Caracuel realizados en 1958) y dos nazarenos con varas de control de guía, de alpaca plateada y repujada, del año 1994; Senatus, realizado en orfebrería, en alpaca repujada y plateada por Manuel de los Ríos Navarro, con el águila imperial rematando el asta; que va acompañado desde 1998 de una lanza y una esponja; Bandera del Señor, con pabellón de seda, color rojo y cruz en color morada. Asta de alpaca repujada y plateada por Manuel de los Ríos Navarro; Libro de Reglas, realizado por Manuel Rodríguez Pérez, en el año 1958, encuadernado en terciopelo morado con el escudo de la Hermandad, en el centro, en alpaca cincelada y plateada, al igual que las cantoneras, obra de orfebrería de Manuel de los Ríos, del año 1981. El nazareno que lo porta, lleva una pértiga de libro de reglas, de alpaca repujada y cincelada, siendo el remate una capilla con la imagen de Santa Ana en el interior, y una custodia sobre la cúpula, estrenándose en el año 1981; Guión Sacramental, de tisú de plata, bordado en el Colegio El Salvador, de Jerez, con asta de alpaca repujada, cincelada y plateada por Manuel Rodríguez Pérez, en Jerez, en el año 1958, va acompañado por cuatro nazarenos con palermos rojos; Banderín Sacramental; Dos bocinas de alpaca cincelada y plateada por Manuel de los Ríos Navarro, con paño de terciopelo morado con el escudo bordado. En la presidencia del paso figura un nazareno de la Hermandad del Perdón, residente hasta hace pocos años en la misma iglesia. Los ciriales del cortejo del Señor son obra de Manuel Rodríguez. El resto de las orfebrerías es de Manuel de los Ríos. Cuatro ciriales, de alpaca cincelada y plateada por Manuel Rodríguez en el año 1958. Dos incensarios, de alpaca repujada y plateada, de Orfebrería Triana; siendo del año 1989. En la Semana Santa del año 2012 se estrenaron juego de dalmáticas y ropón de pertiguero del Cuerpo de Acólitos del paso de Misterio.

En el cortejo de palio, Cruz Parroquial, acompañada por dos ciriales portados por acólitos; Bandera de la Virgen, que es bandera concepcionista, con pabellón de seda color blanco con la cruz celeste, y asta de alpaca repujada y plateada por Manuel de los Ríos Navarro; Banderín de la Juventud Cofrade, con fondo de malla de hilos de oro y borde de terciopelo de color rojo con bordados realizados por Carlos del Corral Rodríguez en 1993 y asta de alpaca repujada y plateada, rematada por la imagen de San Juan, siendo el autor el orfebre Manuel de los Ríos Navarro. Se estrenó en 1994; Simpecado, obra también de Carlos del Corral Rodríguez, estrenado en 1994, de terciopelo color rojo. Los bordados lo ocupan todo y sólo dejan libre el fondo de un óvalo que hay en el centro Dentro del óvalo y sobre haces de rayos, la Inmaculada, de madera tallada y policromada con tonos muy brillantes. La imagen fue donación de Carlos del Corral Rodríguez, autor de los bordados del Simpecado. El asta, de alpaca cincelada y plateada es de Manuel de los Ríos Navarro, estrenándose en 1991. Va acompañado por dos faroles de respeto, de alpaca cincelada y plateada por Manuel de los Ríos Navarro en 1994, y dos hermanos con varas; Estandarte de la Hermandad, con el escudo bordado sobre terciopelo rojo, bordado por la hermanas del Salvador en el año 1956, lleva impresa la Custodia, la Santa Faz y el anagrama de María. Fue restaurado por Carlos del Corral Rodríguez en 1993. El asta es de alpaca cincelada y plateada por Manuel Rodríguez en el 1957 en Jerez; Dos bocinas, de alpaca cincelada y plateada por Manuel de los Ríos Navarro, con paño con el escudo bordado sobre terciopelo rojo; Cuatro ciriales y dos incensarios de alpaca repujada y plateada por Manuel de los Ríos Navarro en el año 1992.

Además, posee seis dalmáticas, de brocado morado y galones de oro, del año 1958; seis dalmáticas, de terciopelo y brocados rojos con galones de oro y ropón del pertiguero, de los mismos materiales, siendo donados y confeccionados por las hermanas de la cofradía en el año 1992.

Las demás insignias son: 18 varas, lisas y plateadas; vara de Director de Cofradía, de alpaca plateada, escudo y macollas doradas, siendo el remate una capilla con una custodia en el interior. Se estrenó en el año 1993; Seis varas de celadores, de alpaca repujada y cincelada, se estrenaron en el año 1994; 12 varas para presidencia de pasos, de alpaca repujada y plateada y escudo dorado. Son del año 1994. Una pértiga, de alpaca cincelada y plateada que se estrenó en 1994; Dos bastones de fiscales, de alpaca totalmente repujada y plateada que se estrenaron en 1994. Todas estas cuarenta y tres insignias son del Taller de Manuel de los Ríos Navarro. Además cuenta con la vara del Hermano Mayor, de alpaca repujada y dorada, siendo el remate una capilla con el Agnus Dei en su interior obra del orfebre Manuel Rodríguez Pérez del año 1958; medallón y pértiga, de alpaca repujada y plateada por Manuel de los Ríos Navarro, realizados en el año 1992, y dos navetas, de alpaca repujada y plateada por Orfebrería Triana en el año 1989

Los primeros pasos para la fundación de esta Hermandad se comienzan a dar en los últimos meses de 1954 a través de una comisión Gestora que se encargó de los trámites pertinentes para el proceso de fundación. El origen de esta Cofradía fue de carácter popular, ya que fue fundada por un grupo de componentes del barrio de Santa Ana. Los principios de sus creadores fueron fomentar una Hermandad y Cofradía de nazarenos en aquel barrio jerezano que, a pasos agigantados, progresaba en amplitud y componentes. Manuel Vázquez García (que sería Hermano Mayor posteriormente), José García Soto, Félix García de Villegas, Pedro García y Antonio González García, constituyeron la Comisión Gestora de fundación, que, después de varios contactos y reuniones elevan escrito el 9 de abril de 1956 al Vicario General de la Diócesis solicitando la correspondiente aprobación de la Cofradía, y un año justo después, el 9 de abril de 1957, la autoridad Hispalense confirma el nombramiento de la Comisión de la Hermandad y la aprobación de los estatutos. El anhelo de sus fundadores era otorgarle carácter sacramental, aspiración que se convirtió en una realidad cuando fue designada como parroquia la Iglesia de Santa Ana.

El mismo año en que se aprueban sus reglas, desfila procesionalmente con una representación de sus hermanos, formando parte de la Hermandad del Cristo de la Viga, el Lunes Santo, 15 de abril de 1957, portando el Guión de la Hermandad, trabajo de las religiosas del colegio de El Salvador, y sus insignias, y el hábito propio de la Cofradía: túnica morada en tela, antifaz de terciopelo morado y capa blanca.

La primitiva imagen de Nuestro Padre Jesús de las Misericordias fue encargada por D. Félix García de Villegas en diciembre de 1956 al imaginero sevillano Antonio Castillo Lastrucci, siendo bendecida el 2 de junio de 1957 por el presbítero D. Anselmo González García. Su coste fue de 14.000 pesetas, dándose a cuenta 3.000 pesetas el día del encargo. Desgraciadamente fue destruida por la carcoma en el año 1976. Realiza su primera estación de penitencia el Lunes Santo de 1958. Llevaba corona de espinas tallada y potencias y representaba el momento en que Jesús ergido y cargado con la cruz se encuentra con la Santa Mujer Verónica. La imagen sostenía sobre su hombro izquierdo una cruz cilíndrica con nudos y cortezas. Después de la Semana Santa de 1976 y al ser examinado por Francisco Pinto Berraquero se tomó la decisión de destruirla por el mal estado de la talla y no ser posible su restauración. Fue incinerada en un campo propiedad de un miembro de la Junta de Gobierno en agosto de ese mismo año. La imagen actual es obra de Francisco Pinto Berraquero.

El 20 de noviembre de 1957, la Hermandad encarga de nuevo al imaginero sevillano Antonio Castillo Lastrucci por medio de D. Félix García de Villegas la realización de la imagen de la Santa Mujer Verónica por un precio de 6.000 pesetas, dando a cuenta 1.000. Esta imagen acompañó al desaparecido Nazareno de la corporación, obra también de Castillo Lastrucci. Está postrada a los pies de Jesús, con la mirada fija sobre Él y los brazos abiertos sosteniendo el lienzo con el que le ha limpiado la Santa Faz y en el que, como beneficio, obtuvo la milagrosa impresión del Santo Rostro. En 1958 procesiona por primera vez junto al Nazareno. El mismo dia que se encarga la Verónica, también se contrata la imagen de un Cirineo por el precio de 10.000 pesetas, aunque éste no llegó nunca a realizarse por Castillo Lastrucci, desconociendose el motivo.

Esta Hermandad sacó por primera vez la imagen de Nuestro Padre Jesús de las Misericordias a la calle al año siguiente, el Lunes Santo, 31 de marzo de 1958, aunque ya la imagen del Señor había salido en procesión en una pequeña parihuela cedida por la Hermandad de la Sagrada Cena, portada por sus hermanos por las calles de la Feligresía, el 22 de junio de 1957, tras ser bendecida la imágen por el entonces presbítero D. Anselmo González García que regentaba el templo de Santa Ana que, posteriormente, fue elevado a parroquia.

Ese año de 1958, procesionó en un paso que la Hermandad encargó al artista local Francisco Pinto Berraquero, quien hizo unas andas de estilo barroco que, de acuerdo con los objetivos de la Hermandad, se doraría en los años siguientes. La salida del templo fue ese año a las 7 de la tarde, estando en Puertas de Sevilla a las 20,40; Presidencia a las 21,10; Colegial, a las 22,05; fuera de la Colegial, a las 22,30 y la entrada en el templo a las una de la madrugada. El itinerario que siguió ese año se corresponde con el que tenía hasta el año 2000. El cortejo lo abría una escuadra montada de la Guardia Civil, la escuadra y banda del Regimiento de Infantería y guardias municipales con uniformes de gran gala, presidiendo el cortejo el religioso franciscano, Reverendo Padre Fray Carlos María Vázquez y la Junta de Gobierno.

Al hacer estos cofrades, en 1958, hermano mayor honorario al ministro de Justicia (debido a la advocación de las Misericordias del Señor) se le invitaba cada año a la salida procesional, delegando éste en el primer magistrado de la ciudad y concediendo, a la vez, la gracia de otorgar la libertad a un preso de la cárcel de Jerez (a punto de terminar su condena) con motivo de la estación de penitencia, por ser su titular de las Misericordias y en gracia especialmente otorgada por ser la Virgen de la Candelaria la Patrona del Cuerpo Judicial. Esto se cumplió durante 19 años (hasta 1977, año en que las autoridades eclesiásticas suprimieron tanto este tipo de nombramientos honoríficos, como estas concesiones) yendo dos representantes de la Hermandad a la plaza Belén a llevar el documento a cárcel preventiva y, al llegar la Cofradía a los juzgados de la Plaza Monti, el recluso era puesto en libertad. Fruto de esta relación entre Justicia y Hermandad fueron, por un lado, los nombramientos al año siguiente, 1959, concretamente el 9 de marzo, como Hermanos Mayores Honorarios a los Ilustrísimos Señores magistrados jueces y jueces municipales de la ciudad D. Emilio Escribano, D. Rafael de Cano y Gardoqui, D. Miguel Muñoz Seco y D. Felipe Gómez Guillén, así como D. Benigno González, comandante ayudante del Capitán General de la Región.

La imagen de la Virgen de la Candelaria fue adquirida el 28 de enero de 1959 por cinco mil pesetas y fue obra del artista jerezano Manuel Prieto Fernández.

En 1962, es nombrado también Hermano Mayor Honorario de esta Hermandad el Presidente de la Audiencia Provincial de Cádiz, D. Joaquín Salvador Ruíz.

Por medio del Padre José Luis Repetto Betes, persona muy unida a esta Cofradía, no en vano fue párroco de Santa Ana durante once años, se suprimió del título el nombre de la Santa Mujer Verónica, que convenció en su momento a la Junta de Gobierno con dos contundentes razones: la primera, por tratarse de un personaje fabuloso, sin la menor posibilidad histórica de su existencia, y que sólo muchos siglos después del evangelio comienza su leyenda, y segundo, porque la Iglesia tiene prohibido expresamente dedicarle templos y darle cultos.

En los primeros años de la década de los 60, según el padre Repetto, la Vicaría del Arzobispado sevillano le planteó a él, como párroco a la sazón de Santa Ana, la posibilidad de suprimir esta Hermandad, a lo que él se negó.

El paso de palio cuenta en su historia como talla procesional una primera salida procesional (tras diez años desde la bendición de la imagen de la Virgen) desde el jardín por las dificultades que en otro tiempo revistió la salida del mismo de su templo parroquial. Salió la Señora bajo palio el Lunes Santo 31 de marzo de 1969, solicitando la Hermandad del Cardenal de Sevilla la correspondiente autorización para efectuarla desde el jardín de la Iglesia, concedida ésta desde dicho año hasta el 1974, año en que se abrió una puerta de mayores dimensiones en uno de los costados de la iglesia, concretamente en el muro del evangelio, obra con la que no estaba en modo alguno de acuerdo el que fuera con anterioridad a esta obra su cura párroco D. José Luis Repetto.

En esta primera salida procesional salió la imagen de la Virgen con una corona de la Virgen de la Amargura y candelería de la Hermandad de las Cinco Llagas y, la segunda vez, con la corona de la Virgen de los Dolores, de la Hermandad de las Tres Caídas, para salir después con la suya propia realizada en unos talleres sevillanos muy artísticamente. Recién tallada la imagen de la Virgen, con 18 años, el tallista Manuel Prieto Fernández la vistió con ropa de la Virgen del Desconsuelo, de cuya cofradía era hermano, para presentarla a los cofrades de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús de las Misericordias, antes de llevarla al templo de Santa Ana. En este primer desfile del paso de palio llamó la atención la vestimenta de los nazarenos del cortejo de la Virgen: éstos vestían túnica blanca, con cíngulo de esparto, sin capa, mientras que los del Señor lo hacían con el tradicional de túnica morada y capa color hueso. En 1983 se suprimió la túnica blanca del paso de palio vistiendo a partir de entonces todos la misma morada con que lo hace actualmente.

Respecto al paso de misterio, las nefastas condiciones en que la Hermandad conservó el primitivo que talló Francisco Pinto para su primer desfile procesional, al parecer en un colegio, al alcance de los alumnos que lo hicieron objeto de sus juegos), más las erosiones producidas por el tiempo y por la angosta salida de la puerta del templo, produjo tal deterioro en el mismo que lejos de poder ser restaurado, hubo que destruirlo por el mal estado en que se encontraba. Rápidamente y ante la necesidad de hacerse con uno nuevo, se decidió, dada las posibilidades económicas de la Hermandad adquirir el paso de la Hermandad del Ecce-Homo de San Fernando.

En el verano de 1972 la Hermandad organizó por primera vez una serie de actos culturales que denominaría "Noches Nazarenas", nombre que cambiaría al año siguiente por el de "Noches Candelarias". Realizadas en el jardín de la parroquia y durante los sábados del mes de julio, consistían estas actividades en concursos de fotografías, proyecciones de diapositivas, recitales poéticos, música, charlas y conferencias a las que fueron invitados a lo largo de estos años personas muy destacadas en el ámbito cofrade de la ciudad. Sin embargo, a mediados de la década de los ochenta, debido a la escasa asistencia de público, fueron suprimidas.

Desde sus orígenes, la Hermandad ocupó lugar de salida en el Lunes Santo, salida se vio modificada en el año 1973, por las inclemencias del tiempo, y en que sólo desfiló el cortejo de la Virgen en la tarde del Sábado Santo, tras el correspondiente permiso, pues ese Lunes Santo llovió impidiendo su salida ese día.

En 1975, debido a las precarias condiciones económicas en que se encontraba la Hermandad, que hacía que saliese con la candelería del paso de palio prestada por otra, y al vender ésta tales ornamentos y al no disponer ni de tiempo ni de dinero para conseguir otra candelería, la Junta de Gobierno tomó la dolorosa decisión de procesionar con el paso de misterio únicamente, dejando en la iglesia la imagen de María Santísima de la Candelaria, suceso que afortunadamente sólo ocurrió en 1975, ya que la Virgen pudo salir con toda normalidad al año siguiente.

También ese año de 1975 se cayó parte del techo de la parroquia de Santa Ana. El templo quedó cerrado al culto. Algunos objetos de madera que se guardaron en una dependencia de la parroquia casi desaparecieron apolillados. La propia imagen del Nazareno también quedó infectada por xilófagos. Se ofreció la solución de hacer una nueva imagen. Fue el 24 de mayo de 1976 cuando la Junta de Gobierno encargó una talla nueva al escultor jerezano Francisco Pinto Berraquero. La nueva talla se inspira en la antigua en lo referente al rostro y a la estatura, aunque para su anatomía Pinto utilizó a un hermano de la propia Hermandad. Se finalizaron los trabajos a principios de enero de 1977 y fue bendecida la imagen el 22 de enero de ese año, en que también salió procesionalmente por primera vez. En una noche de agosto de 1976 se incineró la imagen que había hecho Castillo Lastrucci. Se hicieron dos fuegos. En uno se quemó la cabeza, las manos y los pies de la imagen. Las cenizas fueron depositadas en unos escapularios que se repartieron entre los cofrades. En otro, el resto del cuerpo. Las cenizas se pusieron en una caja de plata, además de un acta especificando el autor de la presente imagen, motivos de la destrucción de la obra anterior y unas monedas de curso legal, y se colocó más tarde en el pecho del nuevo Nazareno.

En el año 1975, la hermandad, crea su propia cuadrilla de costaleros para el paso de misterio, la cuadrilla de los “costaleros del dolor de Cristo” y en el año 1978, la cuadrilla de costaleros para el paso de palio, la cuadrilla de “los ratones”. Han sido capataces de la hermandad los hermanos Gonzalo Fernández Estudillo, Sebastián Perdigones Garrido, Andrés Begoña Pereiras, José Luis Erdozain Holgado, José Luis Sanchez López, y Domingo Gil Fernández..

El 11 de febrero de 1977 se le aprobaron nuevas Reglas (en éstas se añadió de nuevo como titular a la Santa Mujer Verónica, con aprobación del Obispado).

En 1981 se procede a la restauración y retoque de la imagen de la Santa Mujer Verónica por el artista jerezano José Guerra Carretero. Ese año de 1981, al celebrarse el XXV aniversario de la fundación de la Hermandad, fue rico en acontecimientos, todos positivos, una vez superados los momentos más críticos por los que pasó la Cofradía en la década de los setenta. Así se logra estrenar unos faroles para el paso de Misterio, obra de Juan Landa, una túnica morada de terciopelo con fajín y cordón de oro para la imagen de Jesús de las Misericordias, una nueva corona para María Santísima de la Candelaria, impuesta el 9 de febrero y obra de Manuel de los Ríos Navarro; nuevas potencias y cantoneras para la cruz de Nuestro Padre Jesús, y otros enseres estrenados ese año y donados por la juventud cofrade y por las hermanas, que en esta Hermandad realizan una labor especialmente intensa.

Desde el año 1980 hasta el 1999 gran parte de los esfuerzos de esta Hermandad se ha centrado en la terminación del paso de palio, en concreto la orfebrería y el bordado de las caídas y el techo de palio; para ello han trabajado tallistas como Guzmán Bejarano, el orfebre Manuel de los Ríos y el bordador Carlos del Corral Rodríguez.

En 1989 se estrena el paso de misterio con el que actualmente procesiona, obra del famoso escultor Manuel Guzmán Bejarano.

El número de cofrades de esta Hermandad se ha incrementado año tras año. Así, por ejemplo, de 640 hermanos que tenía en 1990 aumentó a 750 en 1996, y los nazarenos, que de 1980 a 1984 oscilaron entre 70 y 160, fueron 275 en 1990 y 380 en 1996. Además, la juventud de muchos de sus hermanos permitió que fuera, como ya hemos dicho, una de las hermandades pioneras en sacar ambos pasos por hermanos costaleros.

Además, la procesión eucarística que realiza la corporación por las calles del barrio adquiere en los últimos años gran esplendor, convirtiéndose así en otra de las señas de identidad de la Hermandad. Para esta procesión, el año 1994 estrenó un precioso paso para el traslado de la custodia con Jesús Sacramentado, obra del orfebre sevillano Manuel de los Ríos. Así, el domingo siguiente a la Festividad del Corpus recorre las calles de La Plata y de Icovesa, con el siguiente itinerario: Plaza de la Constitución, Avenida del Amontillado, Avenida de San Juan Bosco, Avenida de la Soleá, Barriada de La Plata, Fernando de la Cuadra, Pizarro, José de Arce y Plaza de la Constitución. La salida se efectúa sobre las 8,45 de la tarde y la llegada al templo ocurre sobre las 10 y media de la noche. Como nota característica de esta procesión habría que señalarse la alfombra que en la calle José de Arce hacen los hermanos.

Finalmente decir que en los últimos años y en lo referente a estrenos se produjeron los siguientes: En 1998, se estrenaron bastones para el Director de Cofradía y los Fiscales, lanza y esponja para acompañar al Senatus y el bordado del interior de las caídas laterales y delantera del palio a cargo de Ildefonso Jiménez. En 1999 se estrenó la Gloria para el paso de palio, bordada por Ildefonso Jiménez. También escudos para los hermanos, además en el itinerario, a la llega a la Plaza de Plateros adelantó a la Hermandad de la Cena, que debió esperar mientras tanto en Chapinería y Sedería.

En el año 2005, La hermandad de La Candelaria dio su visto nuevo a la reforma del paso de misterio que implicará la incorporación de un conjunto nuevas imágenes secundarias. En un largo cabildo celebrado en la noche del martes 22 de febrero de 2005, por amplia mayoría, los hermanos de la corporación del Lunes Santo aprobaron la iniciativa presentada por la junta de gobierno y que consiste en retomar el primitivo proyecto iconográfico concebido por los fundadores de la corporación de La Plata y que no pudo concluir Castillo Lastrucci, excepto en la creación del anterior Señor de las Misericordias, sustituido por el Pinto Berraquero y Prieto, y la Verónica. Y todo deberá ocurrir precisamente en el año en el que se cumplirán las bodas de oro fundacionales de la hermandad de La Plata. Al menos esa es la idea que maneja el hermano mayor, José Luis Sánchez, como una de las acciones que tratarán de perpetuar la celebración del primer medio siglo de existencia de la hermandad, junto con un programa de actos que está diseñando una comisión creada en la cofradía. En el cabildo se mostraron los diferentes bocetos que se han solicitado a un total de cinco artistas, destacando los proyectos presentados y diseñados por el jerezano Miguel Ángel Segura, Jesús Méndez Lastrucci, biznieto del insigne imaginero sevillano, Juan Carlos García de San Fernando y otros dos más del jerezano Manuel Prieto y del sevillano Fernando Murciano. La elección del proyecto quedará para después de la Semana Santa una vez que los mismos queden expuestos en la casa de hermandad para conocimiento general de los hermanos y previamente hayan sido vistos por la Comisión de Arte Sacro. A priori, las ideas presentadas por Segura, Méndez y García son los que han contado con mayores simpatías. En todos los casos se resuelve satisfactoriamente la distribución de las cuatro nuevas imágenes en los escasos espacios que proporciona la estrecha mesa del paso. En los bocetos se visualizan dos mujeres, el cirineo y un centurión o legionario romano. El hermano mayor no ocultó su satisfacción a este medio por la variedad y la originalidad con que los artistas han solucionado el encargo de la hermandad.

Los hermanos mayores que ha tenido la hermandad en estos cincuenta años de existencia, han sido don Manuel Vázquez García, don José García Soto, don Gonzalo Fernández Estudillo, don Francisco Farach Guerrero, don Alfonso Martínez Rubiales, don José Luis Sánchez López, don David Calvo Romero y hermanos mayores en funciones, don José Montoro Gallardo y don Vicente Sánchez López. El actual es don Antonio Aguilar Cala.

Dicho proyecto se llevo a cabo en el año 2006, eligiéndose la realización de las figuras al imaginero de San Fernando, Juan Carlos García, quien a su vez elaboró unos candelabros de guardabrisas que sustituyeron a los faroles que hasta entonces portaba el paso de Misterio. En ese año se llevó a cabo una salida extraordinaria en Octubre con motivo de dicho cincuentenario donde procesionaron los dos pasos de la Hermandad, luciendo el Señor una túnica blanca en el mismo.

En el año 2009 la Santa Mujer Verónica estrenó nuevas vestimentas.

En agosto de 2011 en el Via-Crucis del Encuentro Mundial de la Juventud, con presencia del Santo Padre, celebrado en Madrid, procesionó el paso de Misterio con el Señor de las Misericordias y la Santa Mujer Verónica solamente. El Señor estrenó para dicha ocasión unas nuevas potencias en plata, asi como nuevo cingulo en hilo de plata y cantoneras en plata para la Cruz.

El Misterio de la Candelaria según Castillo Lastrucci (Artículo de Antonio de la Rosa Mateos).

El 25 de abril de 2005 la Hermandad de la Candelaria eligió en cabildo el nuevo misterio para el paso de Nuestro Padre Jesús de las Misericordias. Entre los proyectos presentados estaban los de Juan Carlos García Díaz de San Fernando; Jesús Méndez Lastrucci, de Sevilla; y Miguel Ángel Segura Rodríguez, de nuestra ciudad. La votación dio como ganador el boceto del imaginero Juan Carlos García, estrenándose en la Semana Santa de 2006 coincidiendo con el cincuentenario de la corporación del Lunes Santo.

A pocos días del cabildo, el hermano de la cofradía Félix García de Villegas entregó al por entonces hermano mayor, José Luis Sánchez López, un boceto dibujado a plumilla por Castillo Lastrucci, formado por cinco imágenes: el Nazareno, un sayón, la Santa Mujer Verónica, un cirineo y un romano, del cual hablaré más adelante. 

Como ya es sabido, la talla de Nuestro Padre Jesús de las Misericordias fue encargada por Félix García de Villegas a Castillo Lastrucci en diciembre de 1956, siendo bendecida el 2 de junio de 1957 por el presbítero don Anselmo González. Su coste ascendió a 14.000 pesetas, dándose a cuenta 3.000 pesetas el día del encargo. La imagen realizó su primera estación de penitencia el Lunes Santo de 1958. 

El Nazareno llevaba corona de espinas tallada y potencias, y representaba el momento en que Jesús erguido y cargado con la cruz se encuentra con la Santa Mujer Verónica. La imagen sostenía sobre su hombro izquierdo la cruz cilíndrica con nudos y cortezas, ayudándose con el brazo izquierdo, miraba hacía la derecha y extendía esta mano hacía la Santa Mujer. Desgraciadamente fue afectado por la carcoma en 1976 y después de la Semana Santa de ese año y al ser examinado por Francisco Pinto Berraquero se tomó la decisión de destruirla por el mal estado de la talla y no ser posible su restauración. Fue incinerada en un campo propiedad de un miembro de la junta de gobierno en agosto de ese mismo año. La imagen actual es obra del jerezano Francisco Pinto Barraquero y de 1977. 

Nuevamente la hermandad por medio de Félix García de Villegas contrata con el escultor sevillano el 20 de noviembre de 1957 la realización de la Santa Mujer Verónica por el importe de 6.000 pesetas, dando a cuenta 1.000. Está postrada a los pies de Jesús, con la mirada fija sobre él y los brazos abiertos sosteniendo el lienzo con el que le ha limpiado la Santa Faz y en el que, como beneficio, obtuvo la milagrosa impresión del Santo Rostro. En 1958 procesiona por primera vez junto al Nazareno. Mide 1,18 metros y en 1981 fue restaurada por José Guerra Carretero. 

Como nota a comentar, y ahora sabemos la explicación, diremos que el mismo día que se encarga la Verónica, también contrata la imagen de un Cirineo por el precio de 10.000 pesetas, aunque éste nunca llegó a realizarse.

Ahora, con la aparición del citado boceto, entendemos el por qué se contrató una imagen de Cirineo el día del encargo de la Verónica. La Hermandad pensaba crear un grupo escultórico como le había planteado el escultor sevillano. Según tenemos constancia mucho tuvo que ver Manuel Guerra Jiménez, hombre vinculado a la Hermandad de la Esperanza de Triana y suegro de Félix García de Villegas. 

Los contactos con Castillo provenían del señor Guerra, hombre que conocía al artista sevillano por ser cliente del Banco Hispano y éste desempeñar allí el puesto de cajero. Por lo tanto serviría como lazo de unión entre Castillo Lastrucci y la corporación jerezana. 

Centrándonos ya en el boceto de Castillo, éste plantea una distribución llena de movimiento, sabiendo repartir equitativamente los volúmenes y espacios, como es habitual en él. En ella plasma la escena pasionista del momento en la calle de la Amargura en el que un sayón con una soga tira de Jesús Nazareno, mientras la Santa Mujer Verónica de pie acaba de limpiar su rostro con la Santa Faz. El sayón y la Santa Mujer están situados en la delantera del paso, completándose la escena con la imagen de Simón de Cirene, que ayuda a llevar al Nazareno la pesada cruz, mientras un soldado romano portando una lanza se sitúa en la parte trasera y cierra el conjunto. 

Es un boceto lleno de expresividad y composición escenográfica, donde se puede ver al típico esclavo etíope de Lastrucci, personaje secundario donde la fealdad es la expresión moral de la maldad, dotándolo de detalles pintorescos, como enormes fosas nasales, ojos achinados o alargadas orejas. La efigie de Simón de Cirene, hombre robusto de más de cuarenta años que ayuda al Nazareno con la pesada cruz, o el soldado romano imberbe y ambiguo. Sin duda, la Semana Santa de Jerez habría ganado un magnífico y afortunado misterio, donde se evidenciaba la teatralidad y el juego de líneas de la composición, constante en toda la obra de Antonio Castillo Lastrucci.

Antonio de la Rosa Mateos.
Centro de Estudios Históricos Jerezanos