La Virgen del Dulce Nombre entra en la Victoria en la mañana de un Viernes Santo de los años 60 del siglo XX, cuando aún no tenía su sede en Santiago. En la penumbra, al fondo, se ve el paso del Descendimiento (Foto: Eduardo Pereiras)
La Virgen del Dulce Nombre entra en la Victoria en la mañana de un Viernes Santo de los años 60 del siglo XX, cuando aún no tenía su sede en Santiago. En la penumbra, al fondo, se ve el paso del Descendimiento (Foto: Eduardo Pereiras)

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