En Jerez, la conmemoración de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo, la Semana Santa, se hace a través de treinta cofradías (sin contar las del Señor de la Clemencia y la Sagrada Resurrección); las más antiguas remontan sus orígenes al siglo XV y la más joven nació en 1973, año en que hizo su primera salida procesional. Estas treinta cofradías hacen estación de penitencia en la Catedral con un total de cincuenta y seis pasos, de los cuales veinticuatro son de palio.
El paso de Misterio.
El paso de misterio es fundamentalmente obra de tallistas y doradores. Diecinueve pasos tienen la madera tallada y luego dorada. La madera sólo tallada y acabada en su color, nueve. Dos aclaran y enriquecen la madera con apliques de plata repujada. El antiguo de la Exaltación sólo llevaba de madera los elementos sustentantes: candelabros, tableros, baquetones, caireles y respiraderos son obra del orfebre. El orfebre también repujó y cinceló los pasos del Ecce-Homo, Loreto y Santo Entierro.
Hasta hace poco el paso de misterio de la Hermandad del Cristo del Amor era el más antiguo; fue tallado y dorado en el siglo pasado, y el de la Exaltación se estrenó en 1998. Éste es también el más largo y el de la Cena el que lleva más imágenes. El paso más pequeño es para el San Juan del Nazareno; y el que más pesa el del Descendimiento. Los candelabros del paso del Cristo son los únicos que están labrados en hierro. Y sólo tres hermandades, Amor y Sacrificio, Nazareno y el Cristo, siguen llevando los pasos cargados por fuera.
Las imágenes del Salvador que procesionan son veintiocho, de las cuales diez son Cristos (Cristo es la imagen de Jesús clavado en la Cruz). Nazarenos o con la Cruz a cuestas, cuatro. Formando grupo con su Madre, uno, el de Las Angustias. El más antiguo, muy anterior a todas las cofradías, es el Cristo de la Viga, que se ha llegado a datar de finales del siglo XIV o principios del XV. De estilo moderno, el del Perdón, y el último que fue bendecido el Cristo de la Exaltación. El primero fue tallado por el jerezano Francisco Pinto Berraquero y el segundo por el gaditano Luis González Rey.
Quince son las imágenes del Salvador que fueron talladas en el siglo XX. Como es lógico se conocen los autores, la fecha en que fueron bendecidas y algún que otro detalle anecdótico. Del siglo XIX no hay ninguna. Del XVIII procesionan siete y sólo dos están documentadas: la imagen del Señor de la Flagelación y el Cristo de la Defensión; y de una imagen, del Señor de las Penas, sólo se sabe que fue bendecida en 1714. Hay cuatro tallas que parecen del XVII, y sólo de la imagen del Cristo de la Esperanza tenemos la seguridad que fue adquirida en ese siglo y que es sevillana. Del XVI (¿ finales ?) es el Señor del Santo Entierro. Y anterior, muy anterior,. sin poder fijar fecha, el Cristo de la Viga.
En los pasos de misterio, junto a su Hijo, procesionan cuatro imágenes de la Virgen (hasta 1992 lo hacía también la Virgen del Perpetuo Socorro en el paso del Cristo del Perdón). Caminando sólas hay dos: Amor y Sacrificio y Loreto. Y la Virgen de las Angustias que con su Hijo en el regazo, es un grupo con una sóla advocación. De estas Dolorosas, Nuestra Señora de los Remedios, que procesiona en el paso del Cristo del Amor, está previsto que procesione en paso de palio. Ya lo había hecho algunos años hasta que en mayo de 1981, el rayo que cayó en San Juan de los Caballeros, destruyó casi todo el patrimonio de la Hermandad y el paso de palio se perdió por completo.
En algunos pasos junto a la Virgen también está San Juan. En Jerez hay doce imágenes del Discípulo amado, aunque sólo procesionan nueve. Dos lo hacen en paso propio, y uno en paso de palio, junto a la Virgen del Desconsuelo.Ortega Brú talló dos; uno está en el paso de la Cena y el otro en el del Descendimiento. Eslava talló otros dos: uno para el paso de la Lanzada y otro para la cofradía de Santa Marta. Siete son anónimos. Del San Juan del Desconsuelo sólo se sabe que se bendijo el mismo día que la Virgen: 3 de abril de 1713. Quizás unos años antes se habían tallado el del Nazareno y el del Cristo del Amor. Y el más popular es el del Cristo de la Expiración, más conocido por el Juanillo del Cristo.
Hubo cinco pasos donde procesionaban las tres Marías, pero desde que la Piedad dejó de salir el Miercoles Santo, sólo están en el paso del Cristo del Amor, en el de Santa Marta, en el de la Lanzada y en el del Descendimiento. En el calvario de la Exaltación sólo figura María Magdalena. Por último en los pasos de misterio procesionan tres cotitulares: San Pedro, Santa Marta y la Santa Mujer Verónica.También figura una imagen de Santiago en el misterio de Cristo Rey.
Niños, romanos, sayones y judíos dan un total de cuarenta y unafiguras, y si contamos las imágenes que hay de José de Arimatea, Nicodemo y el Angel de la Oración en el Huerto, llegamos a las cuarenta y seistallas.
Herodes está representado una vez y Pilatos, dos (Sentencia y Ecce Homo). Y la Cofradía de la Vera-Cruz es la única que cuenta con los dos ladrones que fueron crucificados junto a Cristo.
Los sayones y judíos forman un grupo casi aparte. Siete tienen nombre propio, y son: los cuatro sayones de las Viñas (Cananeo, Herrero, Jairo y Cepa. En 1998 se le añadió un romano, desconociéndose si se le ha puesto algún apodo), los dos del Prendimiento, y el del Nazareno. Candilejas y Chupaceite son los motes de los sayones que prenden a Jesús. Y es muy conocido el sayón que va halando del cíngulo del Nazareno: todos sabemos, desde pequeñitos, que se llama Marquillo, que es un ejemplar único y que a causa de esta singularidad estuvo algunos años sin salir y a punto de desaparecer.
Hay dos judíos, uno es bizco y el otro tiene una berruga enorme, que no tienen ni nombre ni mote, y sin embargo son tan famosos como feos. La fama, la popularidad de estos dos personajes es muy grande en el mundo cofradiero jerezano. Los talló el valenciano Ramón Chaveli. Desde los años cuarenta, está muy extendido a nivel popular conocer el paso de misterio y toda la cofradía como la de los Judíos de San Mateo.
Hay once pasos que sólo llevan una imagen, y cuatro que llevan dos figuras (Angustias, Misericordias, Oración en el Huerto y Nazareno). Dos pasos procesionan con tres (Vera-Cruz y Ecce Homo) y sólo hay uno que lleva cuatro figuras (Prendimiento) y otro con cinco (Coronación).
Seis imágenes tienen los pasos de la Flagelación y el de la Cristo Rey sin contar los animalitos (el paso de la Lanzada lleva uno y el de la Borriquita dos). Con siete figuras hay cinco pasos (Transporte, Judíos de San Mateo, Lanzada, Sentencia y Exaltación). Ocho imágenes lleva el Cristo del Amor y el mismo número, el paso del Descendimiento. Nueve, el paso de Santa Marta y trece, la Cena.
El Martes Santo llegan a la Catedral tres pasos de misterio. El Domingo de Ramos, el Lunes, el Miércoles y el Jueves Santo, cuatro. Seis por la tarde del Viernes Santo y siete durante la Madrugada.
Los pasos son treinta y dos y contando imágenes titulares, apóstoles, romanos, sayones, el caballo de la Lanzada, la borriquita y el pollino de la Entrada Triunfal, el resultado es apabullante: ciento veintidos figuras.
Esta ingente cantidad de imágenes, muchas de ellas auténticas piezas de museo, desglosadas por autores quedan así: Veinte corresponden al taller de los Chaveli. Dieciseis fueron realizadas por Ortega Brú y de ellas tres son imágenes todas de talla. Trece son de Francisco Pinto Berraquero. Once, de Antonio Eslava. Cuatro son de Luis Alvarez Duarte. De Sebastian Santos y Luis González Rey, procesionan tres y de Castrillo Lastrucci, dos. Juan Luis Vasallo es el autor del grupo de la Oración en el Huerto, Monteverde, Barbero, Esteve Bonet, Jacome Baccaro están presentes con una sóla imagen.
En la mente de todos quedan flotando los nombres míticos de la escuela sevillana: José de Arce, La Roldana, Juan de Mesa...son artistas que trabajaron en Jerez o para Jerez, pero sólo en contadas ocasiones hay constancia documental de su labor.
El paso de palio.
El paso de palio es la perfecta sintonía del orfebre y el bordador con la imagen. A cargo del orfebre quedan: los respiraderos y los varales, la candelería, las jarras y los candelabros de cola. Y aunque todo lo haga con cuidado, sus precauciones llegarán al límite cuando cincele o repuje el llamador, la imagen venera y, sobre todo, la Corona para la Dolorosa.
Los varales son doce. Los candelabros de cola, dos y cada uno lleva de ocho a catorce puntos de luz. La candelería está compuesta por un mínimo de ochenta piezas y un máximo de ciento veinte Las jarras de los costados son seis grandes y dos medianas. Lasjarras pequenas van en la delantera y son diez; es más frecuente que sean ocho y serán seis si se combinan con la cera rizada. Cada jarra grande lleva catorce docenas de claveles y cada jarra mediana, doce docenas. Para cubrir "el calvario". de un paso de misterio se necesitan ciento cincuenta docenas de claveles como mínimo.
Del bordador dependen los faldones, el palio con sus caídas, el manto con la toquilla de sobremanto y la saya.
Cuando todo el terciopelo esté bordado con hilosdeoro y sedas de colores, cuando toda la plata esté repujada o cincelada, el paso de palio estará completo. Terminar algunos pasos ha supuesto muchos años de constancia y esfuerzos.
En Jerez, ahora, procesionan veinticuatro pasos de palio. Nuestra Señora de los Remedios fue en paso de palio durante cuatro años, y nos gustaría volver a verla así. a la vez que la Virgen del Perpetuo Socorro que parecen ser las dos que más próxima tienen su salida bajo palio.
El orfebre trabaja a veces sobre latón que después es plateado; a este resultado en el comercio se le dice alpaca y en las hermandades, plata cofradiera. Son de plata de ley los varales del Mayor Dolor, así como los candelabros de cola de la Soledad y los del paso de la Yedra son los más originales. Es de plata de ley la imagen venera del Socorro y es mágnífica la que va en el paso de palio de la Cena. En el paso de la Cena también nos llamará la atención las caídas del palio: son labor del orfebre y no del bordador. En el paso del Desconsuelo, son de plata de ley los varales, los respiraderos y los candelabros de cola. Y es muy original el llamador del Desamparo con el ángelito con el chupete y la Cruz de Santiago.
La corona de la Estrella se adoina con esmaltes, y la del Perpetuo Socorro lleva dos arcángeles en la ráfaga. La del Mayor Dolor es de plata de ley sobredorada con esmaltes a dos caras, y la de la Encarnación es de oro y marfil.
A la Virgen del Mayor Dolor le traspasa el pecho un puñal. Se hizo en 1912.La hoja es de cristal de roca, y la empunadura es de oro y platino con diamantes y brillantes engarzados.
Emilio Landa (1902-1957) era sevillano, y en el año 1940 abrió un taller en Jerez. Labró tres coronas para nuestras Dolorosas, y también hizo la del Amor y Sacrificio que es de oro.
De los veinticuatro pasos de palio sólo uno no tiene nada bordado. Con los faldones bordados hay diez pasos; es siempre lo último que se borda. En los faldones de la Soledad, el Desamparo, la Amargura y los Dolores el motivo principal es un medallón y en su interior, con sedas de colores, se narra la vida de Jesús, los Siete Dolores de la Virgen, se representa al Titular del templo donde radica la Hermandad, etc. Los medallones del paso de la Yedra parecen auténticas pinturas. Los faldones del paso del Desconsuelo, a principios del siglo XVIII, eran el dosel de un dormitorio palaciego...
Hay diecinueve palios bordados y tres se están terminando. El más antiguo es el de la Piedad, se bordó en 1882. De Juan Manuel rodríguez Ojeda hay cuatro: Desconsuelo, 1902, Mayor Dolor, 1903, Traspaso, 1929 y Encarnación, 1930. Esperanza Elena Caro también bordó cuatro palios para la Semana Santa jerezana, siendo muy original el de la Cena. En Jerez se bordaron tres y el de la Virgen del Socorro también se realizó aquí.
Y el manto.
El manto de la Dolorosa es la auténtica piedra de toque para todo bordador y la pieza más costosa de todo el paso. Mantos bordados y que procesionen en Jerez hay dieciocho. El de las Angustias es el más antiguo y va en un paso de misterio; los motivos ornamentales y su distribución son muy característicos del siglo XIX y es muy probable que se bordara en las primeras décadas de ese siglo. Las Hermanas Antúnez, sevillanas, bordaron en 1891 el manto que lleva la Piedad. En 1905 Rodríguez Ojeda bordó el del Desconsuelo, auténtica pieza de museo. Y está casi a la par el que diseñó Ignacio Gómez Millán y bordó Esperanza Elena Caro para la Yedra de 1946 a 1948.
Mención especial merece el manto de la Amargura. Se bordó en Jerez, en las Carmelitas. El diseño fue del orfebre Manuel Seco Velasco y los bocetos para los medallones los pintó el jerezano Manuel Romero Fernández. Se tardó cuatro años en bordarlo y se bendijo en 1961.
Las obras del taller de Carrasquilla se distinguen por un dibujo de curvas suaves, motivos pequeños y muy abundantes y el giraspe, mezclar los hilos de oro con los de seda, es de tonos delicados y usado con mucha discreción. Son de Carrasquilla el manto de la Encarnación, el de la Esperanza de San Francisco, el de las Viñas y el del Valle: cuatro en total, y también destacamos de este autor dos piezas excepcionales: el Simpecado del Santo Crucifijo y la Vela del Cristo.
Hay una pieza que está siempre bordada con tanto esmero como entusiasmo se pone al encargarla, y es la saya. Cada Dolorosa tiene varias: para la salida, para el besamanos, para el camarín... En 1762 se bordó la que tiene para salir la Virgen de la Paz en su Mayor Afflicción. Con volantes, como un traje de faralaes, se remata la saya que luce los Miercoles Santos la Dolorosa del Prendimiento. Muchos toreros ofrecen su primer traje de luces a la Dolorosa "que los vió nacer", para que con los bordados le hagan una saya a "su Virgen".
Por último, hay tres pasos de palio, Predimiento, Cinco Llagas y Soledad, que los respiraderos sólo tienen de orfebrería el baquetón que los fija a la mesa del paso; el resto es de malla bordada. Se supone que los primeros faldones tuvieron en la parte superior adornos caladosy profusión de vainicas, con lo cual serían faldones y respiraderos al mismo tiempo.
Treinta y cuatro imágenes de la Virgen tiene la Semana Santa jerezana. Siete procesionan en pasos de misterio, y tres no procesionan de momento.
De las veinticuatro imágenes que hacen estación en paso de palio, dos van acompañadas. A la Virgen de San Mateo le hace compañía San Juan, las imágenes fueron talladas al mismo tiempo y se bendijeron el mismo día. En San Mateo, en la capilla del Señor de las Penas, hay un cuadro que como documento es inapreciable y en el que se ve que estas imágenes fueron creadas para formar un grupo. La Virgen de Santo Domingo va confortada por un ángel. La Dolorosa está atribuida a Jacinto Pimentel, y puede ser de mediados del siglo XVII. Del ángel se dice que es de La Roldana, y parece de comienzos del XVIII. Lo único cierto es la calidad del grupo y su singularidad. El Angel Confortador es tan único que, al igual que el Marquillo, estuvo muchos años sin salir, y también a punto de desaparecer. Y todo, porque en Sevilla mingún sayón va halando de Jesús Nazareno, ni ninguna Virgen lleva un ángel a su lado.
Las Dolorosas son imágenes de vestir, y casi siempre de candelero, por lo tanto muy difíciles de datar. Las imágenes de tamaño bien cumplido probablemente son del XVII (Dolores y Amargura). Cuando son más bajas que el natural, del XVIII (Yedra), y las de tamaño casi académico, del XVI (Socorro). Las del siglo XX son más altas que las del XVIII sin llegar a la altura majestuosa de las del XVII.
Hay dos Dolorosas cuyos orígenes se remontan al siglo XVI: del Socorro y del Valle. La imagen del Socorro fue de gloria y antes que con el Cristo de la Viga había procesionado con el Santo Crucifijo. De finales del XVI es la imagen de la Virgen del Valle, y ha sufrido múltiples reformas.
Del XVII pueden ser cuatro: Dolores, Amargura, Confortación y Mayor Dolor. la talla del Mayor Dolor, teniendo en cuenta su patetismo y encarnadura, parece mejor situarla entre los siglos XVII y XVIII.
Del XVIII es la Esperanza de la Yedra; la Piedad, 1712 y el Desconsuelo, 1713. También parece de este siglo la Dolorosa de la Cena. En total cuatro magníficas imágenes.
Del siglo XIX sólo hay dos: la Soledad que es de 1803 y la del Traspaso que se trajo de VAlencia a finales del siglo pasado.
Durante el siglo XX han llegado a Jerez, o se han tallado aquí once imágenes; recordamos que sólo se está haciendo mención de las que procesionan en paso de palio.
De Sebastián Santos son dos y las dos salen el Domingo de Ramos: Estrella y Misericordias. De Castillo Lastrucci hay otras dos: Encarnación y Dulce Nombre y también procesionan el mismo día, la Madrugada del Viernes Santo. El jerezano Manuel Prieto. talló también otras dos: Candelaria y Concepción. Del sevillano Eslava es la Virgen de las Lágrimas y del jerezano Francisco Pinto es la imagen del Patrocinio.
La imagen de la Paz en su Mayor Aflicción no se sabe cuándo se talló; se adquirió en Sevilla el año 1950. La del Prendimiento y la de las Cinco Llagas son anónimas.
El Martes Santo llegan hasta la Catedral dos pasos de palio. Tres el Domingo de Ramos, el Lunes y el Jueves santo. Cuatro pasos de palio salen el Miercoles Santo y en la tarde del Viernes. En la Madrugada del Viernes Santo, cinco.
Epílogo
Las primeras noticias de Hermandades gremiales que hacen estación de penitencia son del siglo XV. Lss asociaciones gremiales visitaban siete iglesias, tenía que estar incluída la Colegial, y, por supuesto, sólo llevaban insignias y estandartes. En 1542 se funda la primera cofradía, o sea, la gente se asocia para "sacar pasos" en Semana Santa.
Las primeras imágenes procesionales son del XVII; antes, las escenas de la Pasión van representadas en los estandartes.
Al llegar el nefasto decreto de Carlos III (1771) hacían estación de penitencia diociocho cofradías.
A finales del siglo XIX sólo había en Jerez nueve procesiones; cofradías, ocho. La Piedad salía dos veces. En el año 1925 salen para hacer estación diez cofradías. El Domingo de Ramos, Las Angustias; el Lunes, la Coronación; el Martes, el Desconsuelo; el Miércoles, el Prendimiento; el Jueves Santo, el Mayor Dolor; en la madrugada del Viernes, el Nazareno y la Piedad; y por la tarde, el Cristo, la Soledad y el Santo Entierro.
Cuando se termina la primera mitad del siglo XX son diecinueve las cofradías que pasan por la Carrera Oficial.
Y ahora, al terminar el siglo son treinta las cofradías, y en sus cincuenta y seis pasos van ciento cuarenta y seis tallas.