PRIMITIVA HERMANDAD HOSPITALARIA DEL APÓSTOL SEÑOR SAN BARTOLOMÉ Y COFRADÍA DE NAZARENOS DE NUESTRA SEÑORA DEL MAYOR DOLOR EN EL PASO DEL ECCE-HOMO. Dos pasos.
Templo:
Iglesia Parroquial de San Dionisio. Es una magnifica muestra del mudéjar. Construida sobre una mezquita, de la cual no hay rastro, su titulación conmemora el día en que las tropas de Alfonso, el X de Castilla y León, entran definitivamente en Jerez. Se sitúa en uno de los viales más importantes de la ciudad, el que comunicaba la Puerta del Real con la de Santiago. En ella se dan la mano el mudéjar, renacimiento y neoclásico.
Iniciada a finales del siglo XIV, es obra fundamentalmente del XV y representa el modelo del templo parroquial andaluz donde se combinan elementos góticos junto con otros de tradición islámica y que lo configuran junto a San Lucas como el edificio más representativo de la arquitectura mudéjar jerezana, aunque alterado con transformaciones barrocas en el siglo XVIII. Recientemente ha sufrido una rehabilitación.
La iglesia fue construida en torno a 1457 en estilo gótico-mudéjar, definido en Sevilla sobre la década de 1360, siguiendo las directrices establecidas por aquellos maestros diocesanos, en los que se nota la huella de maestros alarifes locales. La parroquia bajo la advocación de San Dionisio fue establecida por Alfonso X El Sabio tras la reconquista definitiva de la ciudad en 1264, en el día de San Dionisio, futuro patrón de la ciudad.En el siglo XVIII experimentó una importante transformación en su interior, que adoptó aires barrocos. Bien de Interés Cultural (BIC), esta iglesia fue declarada Monumento Histórico-Artístico Nacional en 1964.
El exterior del templo muestra claramente el tipo mudéjar de la iglesia, con sus tres fachadas; dos de ellas con puertas de arco apuntado y el clásico abocinamiento. La de los pies, además, presenta al exterior un sencillo frente de muro acabado superiormente en pico en el centro, reflejo de la cubierta inclinada a dos aguas con que se remata el edificio, y que deja en el centro, sobre la portada de acceso, un sencillo rosetón circular igualmente abocinado. La fachada es de tipo basilical con hastial decorado por canes. De los tres ojos de buey, sólo el central es antiguo. Son muy bonitas las dos ventanas ciegas que junto a la portada abocinada y en un cuerpo saliente a dos aguas, le dan todo el carácter a esta parte del templo.
Se trata de una iglesia de planta basilical, dividida en tres naves por altos y limpios pilares cruciformes adornados con grandes lazos almohades que suben hasta los capiteles. Los arcos que separan las naves, menos los que dan al altar mayor, son apuntados y dentados, corriendo por encima de ellos una menuda cenefa polilobulada. Cada una de las naves termina en ábside, cubiertos por sendos retablos barrocos del siglo XVIII, siendo muy notable el Retablo Mayor, procedente casi todo él de la antigua iglesia de los jesuitas. Se sabe que entre 1728 y 1731 el arquitecto Diego Antonio Díaz la transforma y barroquiza en su interior, conservándose desde entonces pocas muestras del mudejarismo primitivo. Las obras afectaron a las cabeceras de las naves, y además se sustituyó su antiguo artesonado de madera por una cubierta abovedada. Tras el terremoto de Lisboa de 1755, se llevaron a cabo nuevas obras bajo la dirección del también arquitecto Pedro de Silva, entre 1758 y 1760, que afectaron a las cubiertas, pilares, trascoro y campanario, ejecutadas por el alarife jerezano Juan de Vargas.
El interior, de tres naves y ábside poligonal, resulta mucho más espacioso de lo que habíamos imaginado desde el exterior. Los dos primeros tramos de la cubierta son de piedra, estilo ojival, y el resto de madera; el artesonado es mudéjar; y hoy podemos contemplarlo gracias a la labor del Padre Luis Bellido. El se ocupó de la parte económica y de la artística, en la que era también experto.
El retablo mayor, auténtica joya rocalla, procede de la primitiva residencia de los jesuitas. Fue donado a esta iglesia por Carlos III.
En la nave de la Epístola son de gran valor arquitectónico las capillas del Bautismo y la del Cristo de la Aguas, con sus arcos de acceso polibulados enmarcados por alfiz, y sus bóvedas, también de tradición mudéjar. La imagen del Cristo de las Aguas, Cristo yacente, de un realismo muy acusado, fechada a finales del siglo XV, tiene una tradición de devoción popular. Podemos calificarlo de escuela española. En la capilla bautismal, acristianaron a D. Miguel Primo de Rivera.
Una reciente reforma ha repuesto el interesante artesonado de vigas de madera así como múltiples detalles y elementos en su sitio original, a la vez que han limpiado sus muros hasta aparecer su interior con la grandeza y el esplendor con que se ven hoy. (Localización en Google Earth).
Iconografía:
En el paso de Misterio se representa el momento pasionista correspondiente al pasaje evangélico en que Cristo, flagelado y coronado de espinas, maltrecho por el sufrimiento, fue expuesto al pueblo por el procurador Pilatos, al objeto de que la masa humana, que era partidaria de condenarle a muerte, se sintiera apiadada por El. San Juan lo describe así: "Jesús salió afuera, con la corona de espinas y el manto de púrpura. Pilatos les dijo: ¡Ahí tenéis al hombre!". Se trata, por tanto, en esta versión dl Evangelista Juan (Capítulo 19, 5-6), de un instante pasionista intermedio, podríamos decir, entre la coronación de espinas y la Sentencia a muerte emitida por el procurador romano.
En el segundo paso, procesiona una Dolorosa bajo palio.
Paso de Misterio:
Cristo aparece con una clámide púrpura, en pie, con las manos atadas por delante, la corona de espinas, de recia contextura, sobre la cabeza, y el rostro maltrecho, a causa de los golpes recibidos. En las manos lleva una caña, símbolo de la realeza, pero que quiere expresar aquí la burla, el oprobio y el menosprecio. Un sector de la crítica ha situado esta talla en los años finales del siglo XVII o comienzos del XVIII (siendo su autor desconocido), comparando estilísticamente esta imagen con la del Señor de la Coronación de espinas de la Capilla de los Desamparados. El Señor del Ecce Homo es una talla completa de muchísimo porte y calidad artística. Tiene una cabeza muy bien construida, con una expresión de dolor serena, y una intensa belleza plástica. El cuerpo es proporcionado y la composición es correctísima. Las manos, sujetando suavemente la caña, símbolo de humillación, denotan las gubias de un buen artista, concebidas con un gran sentido turgente, de intensa plasticidad, delatando los conocimientos médicos que el anónimo escultor poseía, ya que aparecen bien trazadas las venas, muy hinchadas, del Señor. Hay un cierto envejecimiento de las facciones, propiciado por la nariz afilada y la forma del rostro, bastante alargada, con mechones de pelo muy bien labrados y una barba y bigote que ayudan a intensificar el gesto de profundo dolor que irradia toda la talla.
Últimamente, esta imagen se está atribuyendo a la escuela andaluza, en concreto a las gubias de Pedro Roldán el Viejo, creador de toda una escuela de imaginería en Sevilla y otras provincias. Esta atribución, quizás algo precipitada, no nos parece feliz, porque entraña una distorsión comparativa. Los conceptos estilísticos roldanescos no aparecen en esta imagen, por lo que no conocemos con exactitud las razones de su atribución, por algún sector crítico, a las gubias de Roldán o a su escuela. Todo lo que podemos decir de esta talla, actualmente, es que esperamos encontrar, en el futuro, algunas aportaciones documentales que nos ayuden a encuadrarla en una estética determinada. Fue restaurada la imagen del Señor en el año 1950 por Manuel Jesús Domecq González y en 1992 por Francisco Pinto, quien la fijó entonces a la peana. En el año 2008 fue restaurada por Francisco Bazán de nuevo.
La capa fue confeccionada por las Carmelitas en el año 1964 y fue el último trabajo que realizaron. Son notables las potencias del Señor, de plata sobredorada, enriquecidas con enormes piedras y cabujares. Cada una tiene en la base un enorme rubí y 12 zafiros blancos. Fueron realizadas por los Talleres Rodríguez, de Córdoba, en el año 1960. En el camarín tiene unas potencias de plata, obra de Seco Imbert del año 1910. En el tesoro de la Hermandad guardan también un cetro de plata, repujado por también Seco Imbert en ese año de 1910.
En el paso de Misterio aparecen también las figuras no sagradas de Pilatos y un sayón. El procurador romano está en el momento de presentar al pueblo a Cristo, para mover su compasión. Un sayón, con la lanza en la mano, le ayuda y parece que empuja a Cristo hacia la parte delantera del paso. Tanto la figura de Pilatos como la del sayón son anónimas, de gran expresividad y fuerte sentido histórico, y de escuela valenciana, correspondientes sus fechas al siglo XIX.
La canastilla fue realizada por Manuel Seco Imbert en el año 1927, realizada en plata de ley cincelada y repujada. No tiene calados y se adorna con unas guirnaldas de rosas y unos relieves con alegorías de la Pasión. Cuando el paso iba cargado por fuera, las figuras procesionaban directamente sobre esta canastilla. Posteriormente se alargó y fue completado con plata cofradiera por Villarreal en el año 1964. De este año son las partes de la canastilla que están caladas. La canastilla consta, pues, de dos tramos ascendentes que van de menor a mayor. En el taller de Villarreal se repujaron también las maniguetas en el año 1976 y al mismo tiempo se prolongaron los respiraderos, la canastilla y la peana que ellos habían repujado en el año 1964. Porta unos retorcidos candelabros que ocupan casi todas las partes en las que, originalmente, se divide este paso. Estos son diez, cuatro van sobre la mesa del paso, uno en cada esquina, y tienen nueve brazos cada uno, con treinta y seis puntos de luz. Sobre la canastilla van otros cuatro, también en las esquinas; éstos sólo tienen cinco brazos con veinte puntos de luz. Y en cada lateral de la canastilla, en el centro, va un candelabro de tres brazos con seis puntos de luz entre los dos. En total suman sesenta y dos tulipas. Lleva una imagen de Santa María de Montserrat como imagen venera.
Las dimensiones de las andas son de 224 cms. de ancho por 365 de largo y 150 de alto. Los faldones son del año 2000.
En 1996, el paso de Misterio sacó en la parte trasera un Senatus y un pebetero con incienso. Al año siguiente fueron eliminados del conjunto.
Paso de Palio:
En el paso de palio se venera la talla de Nuestra Señora del Mayor Dolor, conocida popularmente entre los jerezanos como "El Dolor". Tradicionalmente, esta Dolorosa excepcional se ha atribuido a las gubias del genial Martínez Montañés. Hay una teoría, aislada, sin embargo, que la remonta al siglo XVI. Al parecer, esta imagen fue, en el pasado, toda de talla. Hoy día, es de candelero, por lo que sólo podemos contemplar un rostro y unas manos. Pero con ello basta para decir que es una obra maestra, cumbre dentro del arte cofradiero jerezano, maravillosa por la expresión, perfecta en su dibujo y acabado.
Actualmente, la crítica niega la paternidad de Montañés para esta excepcional imagen. Por sus características plásticas, la expresión de su rostro, dolorido y patético, sin esperanza, es, sin duda, el rostro de esta Dolorosa el que mayor patetismo y sentimiento trágico dentro de la producción imaginera mariana de Jerez, el gesto mirando al cielo, con los ojos muy elevados a lo alto, los labios entreabiertos, el gran realismo, que sobrecoge y conmueve, las manos, distintas de las de otras Dolorosas jerezanas, porque en esta Virgen aparecen en actitud implorante, de un lado, y de ofrecimiento, por otra. Habría que fijar la cronología de esta imagen en el siglo XVII, momento de plenitud de la escultura andaluza, llamado el Siglo de Oro por excelencia en la plástica.
Un sector de la crítica afirma que, por el movimiento convulso y agitado de esta talla, habría que entroncarla en el segundo tercio del siglo XVI. Pero esto nos parece improbable, porque pensamos que el escultor que hizo esta Dolorosa conocía los conceptos estéticos de Montañés, los había asimilado y los había terminado adaptando a su peculiar sensibilidad. Se ha dicho que la calidad de esta imagen está a la altura de Montañés, lo cual es absolutamente cierto. Pero el problema radica en que nunca, a lo largo de su recorrido artístico, Montañés fue tan expresivo mostrándonos el dolor, aunque este dolor fuera el de la Madre del mismo Dios.
Tampoco, hasta el momento, se conoce ninguna obra del artista alcalaíno en que el dolor esté tan a flor de piel. Comparativamente, podemos fijarnos en la imagen de la Virgen de la Estrella, de la Capilla de su advocación en el barrio sevillano de Triana, que es una Dolorosa cotitular de una Cofradía de Penitencia, que se ha adjudicado a la gubia de Montañés por el eminente historiador Don José Hernández Díaz.
Esta atribución la hizo el citado profesor fundándose en que refleja un sentido letífico del dolor, pese a la epifora bien marcada y a la belleza de la expresión, sólo alcanzable por un gran maestro. Creemos que en esta Dolorosa sevillana no hay un patetismo arrebatado, como sí lo hay, en cambio, en la jerezana expresa dolor, sufrimiento, tragedia, todo ello proveniente de una mujer, de una madre, habiéndosela despojado de las connotaciones puramente teológicas, es decir, no como Madre de Dios, sino como madre de un hombre.
No obstante, observando la talla con detenimiento, hemos conseguido vislumbrar una nota, quizás no muy llamativa, que la acerca a Montañés: Si nos fijamos en las manos, observamos que la izquierda está extendida, en actitud interrogante o implorante, como si la Virgen pidiera una explicación al Padre de lo que está sucediendo y del por qué. En cambio, con la derecha, que ya no está extendida, sino ligeramente levantada, ofrece al Hijo, es una actitud expresiva, de Corredentora, porque sabe que es Madre de Dios y ese Dios ha de entregarse por la humanidad. Hay en esa mano derecha una actitud letífica, sobrenatural, que no proviene de una madre a secas, sino de la propia Madre de Dios, consciente de su misión y de la misión encomendada a su Hijo. Sólo en este detalle, quizás insignificante para algunos, podemos vislumbrar un rostro de Montañés. Si nos atenemos a la evolución seguida por el maestro, podríamos llegar a la conclusión de que esta imagen fue realizada en un momento final en la vida del artista.
Bien pudiera ser que su autor fuera un discípulo de Montañés, que captara la magnificencia del maestro, pero que dejara atrás notas peculiares del alcalaíno, centrándose sólo en expresar el dolor vivo y patético de una madre que clama que su hijo no sea condenado a muerte.
Esta imagen tiene en sí misma un sabor de trágico lirismo, una emoción desbordada. Las manos son un prodigio en modelado. Sea o no de Montañés, estamos ante la obra cumbre mariana de la Semana Santa de Jerez. Decir el Mayor Dolor es hablar de arte, auténtico y sentido arte, lo mejor de nuestra tierra.
Posee varias sayas bordadas. Una es de terciopelo azul con bordados en oro y composición asimétrica de grandes flores y motivos rocalla, es anónima del siglo XIX (concretamente de 1889). Tiene otra saya de de estilo isabelino y del siglo XVIII, que hace juego con un manto de camarín del mismo estilo y siglo. Tiene otras dos, ambas de terciopelo granate, con bordados en oro de los años 1902, una, y 1918, la otra. Otra saya que posee fue realizada con un traje de luces del torero Litri.
La corona de plata de ley sobredorada, así como las incrustaciones con esmalte de Toledo que tiene a dos caras y que representan los misterios del Rosario, los Apóstoles, el escudo de España, el de la ciudad, el del Cardenal Arzobispo, el del Ecce-Homo y dos rosetones, es obra de Manuel Seco Imbert del año 1928 (costó por aquel entonces 6000 pesetas).
La Virgen del Mayor Dolor lleva un puñal como símbolo de su dolor, que merece un comentario histórico: en 1872 una dama jerezana, en cuanto se terminó la ceremonia de su boda, ofreció a Nuestra Señora del Mayor Dolor los complementos que lucía. Eran cinco piezas: pulsera, sortija, broche y pendientes. Los materiales básicos, oro y platino; engarzados, diamantes y brillantes. En 1912 Federico Rivero O'Neale mandó confeccionar un puñal. La hoja es de cristal de roca y en la empuñadura se colocaron todas las piezas que fueron ofrendadas por aquella dama.
Los bordados son de una finura y de una calidad exquisita. El palio, las caídas del mismo y el manto son diseño de José Tova Villalba y fueron bordados con oro y pedrerías por Juan Manuel Rodríguez Ojeda, finalizándolo en 1903, siguiendo un dibujo del pintor costumbrista sevillano José Toba Villalba, para la Virgen del Refugio de la Hermandad de San Bernardo de Sevilla. En el interior del palio se aprovecharon los antiguos bordados del anterior palio de esa hermandad sevillana, realizados en 1881 por Patrocinio López. El 6 de abril de 1927 la Hermandad del Mayor Dolor adquirió el conjunto de palio y manto por dieciséis mil pesetas, estrenándolo en Jerez en la Semana Santa de 1929. Los bordados del manto fueron pasados a nuevo terciopelo por las Hermanas Carmelitas de la Caridad en 1966. Posee otro del siglo pasado, de gran valor, que hoy está en desuso. Este manto es de terciopelo azul con bordados en oro. Fue donado por el Marqués de Alboloduy. Es un manto semilargo, estrenado en 1891. Por aquel entonces en Jerez, todos los pasos iban cargados por fuera. Las caídas del palio las pasó a terciopelo nuevo Esperanza Elena Caro en 1968, y el limpiado del techo en 1993 corrió a cargo de José Antonio Cachero. Las caídas, por fuera, tienen un dibujo de grandes hojas y tallos muy finos; la composición ocupa todo el espacio de entrevarales y se va repitiendo. En el centro de las caídas delanteras y trasera van escudos. Por la cara interna, las caídas tienen una composición simétrica, el eje del dibujo está en medio de los varales tercero y cuarto; y en el dibujo no hay diferencias entre las manchas de las hojas y el grueso de los tallos. El techo tiene bordado en el centro el escudo de la Hermandad, que está superado por una enorme corona real, y rodeado por el collar de la Orden del Toisón de Oro (único rastro visible de los antiguos propietarios (repetimos, la Hermandad de San Bernardo de Sevilla). El resto del techo lo ocupan unos roleos o tallos muy finos, a juego con los que tienen las caídas por la cara exterior y que se organizan simétricamente a partir de las mediatrices del rectángulo del techo. De estos frágiles y curvadísimos tallos brotan enormes hojas de acanto con las puntas acabadas en espirales. Todo queda enmarcado por un galón de oro que está a muy pocos centímetros del borde del techo de palio.
Manuel Seco Imbert también realizó en 1929 los varales (de plata de ley) y los candelabros de cola, que tienen 20 puntos de luz, así como la antigua candelería, cambiada en 1993. Los varales son de plata de ley: Los tubos son muy finos y muy cortos, están sólo cincelados y las macollas son simples nudos, sin ningún adorno y con muy poco relieve. Tuvieron unos basamentos muy altos, de sección cuadrada y unidos por unos medios puntos, con las claves hacia abajo, que parecían barandillas o contrafuertes para sujetar los varales. Los basamentos actuales son del taller de "Lorenzo, Jiménez y Rueda". Los candelabros de cola son de plata cofradiera y en ellos los brazos no caen, se mantienen casi horizontales y sobresalen mucho del paso. Cada candelabro tiene diez tulipas y entre ellas hay cuatro floreros de cristal, que tienen forma de trompeta y las flores que les colocan quedan muy airosas en tan elegante soporte. Costaron 3500 pesetas cada uno. Los respiraderos del paso, de estilo barroco, fue realizados por Lorenzo Jiménez Rueda fueron estrenados en 1975. Son bonitos, bien dibujados, con una composición armónica, sin esforzar, y con los volúmenes del repujado muy atrevidos. En el centro del frontal de los respiraderos, de plata, lleva una capilla con una representación gráfica en altorrelieve del paso de Misterio. Terminan con una moldura a modo de entablamento, que parece estar sostenido por unas columnas balaustres con los estrangulamientos muy pronunciados; de la basas cuelgan unas borlas doradas, a juego con los bordados de los faldones. Anteriormente poseía otros repujados por Seco Imbert en 1928 también en plata meneses y de estilo gótico, en los cuales tenía una barandilla curvilínea que, a modo de contrafuerte, unía los varales. La nueva candelería, realizada en plata cofradiera, es del año 1993, obra de Manuel de los Ríos, tiene 96 puntos de luz, quien también realizó ese año el plateado de los varales y de la peana de la Virgen, que fue originalmente realizada en el Taller "Lorenzo, Jiménez y Rueda" y con el mismo estilo y repujado que el de los respiraderos y los basamentos de los varales. Las jarras son veinte y fueron repujadas en el año 1970 por el mismo Taller de "Lorenzo, Jiménez y Rueda". Tienen unas franjas con un cincelado finísimo, que combina muy bien con el que está decorando el entablamento que remata a los respiraderos. Hay seis jarras grandes, cuatro medianas y diez pequeñas. En el año 2000 se restauraron. El llamador es de plata de ley, se estrenó en 1929 y fue repujado por Seco Imbert. El paso lleva una imagen venera de la Virgen del Pilar.
El paso fue restaurado en 1994. Los faldones, de terciopelo rojo, fueron bordados por Encarnación López en 1980. En el delantero lleva el escudo de la Hermandad bordado, en el de un lateral el escudo de Jerez y en el otro un escudo-alegoría de San Dionisio (lleva una Mitra en el centro). Los escudos están bordados en seda de colores y alrededor de ellos y en sentido horizontal, se extienden unos lambrequines y unas flores que están realizados sólo con hilos de oro. En cada esquina hay un broche; también están bordados sólo con hilos de oro. El motivo principal es una jarra con azucenas; cada faldón tiene una mitad. La jarra se ve completa al colocarnos en el vértice del ángulo que forma la esquina de la parihuela. A los lados de cada mitad de la jarra se repiten casi los mismos lambrequines y flores que figuran en los costados de cada escudo.
Marchas procesionales dedicadas:
"Nuestra Señora del Mayor Dolor" , compuesta por Germán Alvarez Beigbeder en 1907 y "Reina del Dolor", letra de José Pérez Raposo y música de Francisco Orellana, que fue estrenada en el pregón de la Semana Santa de 1988. El 21 de marzo de 1993, se estrena otra pieza musical, con título "Ecce Homo" , dedicada al Señor, obra de uno de los componentes de la Banda Municipal jerezana, Domingo Díaz Rodríguez, el cual posteriormente compuso la marcha "Madre del Mayor Dolor" y "Ángeles de San Dionisio", de la Agrupación Musical San Juan de Jerez.
También compuso Germán Álvarez Beigbeder en 1939 una misa cantada que se titulaba "Stabat Mater" que fue estrenada el 13 de abril de ese año en la parroquia de San Dionisio.
Tiempo de paso de la cofradía:
Unos veinticinco minutos aproximadamente.
Hermanos y Nazarenos:
La Hermandad consta de unos 830 hermanos aproximadamente y unos 220 nazarenos realizan estación penitencial, a los que hay que sumar los costaleros. En las dos últimas décadas, el número de hermanos ha oscilado entre los 540 y los 742, y el de nazarenos, entre los 250 y los 450. Según el recuento de nazarenos de Daniel Carretero procesionaron en 2010, 226 nazarenos y en 2009, 216 nazarenos. Según el programa guía de la Semana Santa de 1989 que editó el Consejo Directivo de la Unión de Hermandades, procesionaron entonces 339 nazarenos.
Túnica:
Túnica y capa blancas con antifaz y cinturón de terciopelo morado en el cortejo de Misterio. Túnica larga de cola y antifaz negros, cíngulo de esparto y sandalias de cuero, en el del palio.
Escudo:
Representa a los cuernos de la abundancia, los cuchillos de San Bartolomé, dos delfines, dos cartelas con los atributos de San Dionisio y el corazón traspasado y rolado con la inscripción IRIMA INTER OMNES, "la primera entre todas", por ser la institución más antigua de la ciudad. Sobre todo ello la corona real.
En el remate figura la Corona Real; más abajo, una cartela entrelazada en la que figura la inscripción "PRIMA INTER OMNES", enlazada a su vez en los remates, con dos cuernos de la abundancia que parten de la base de la Corona Real. Entre ambos, dos cuchillos cruzados, símbolos del titular de la Cofradía, el Apóstol Señor San Bartolomé. Más abajo, dos cuarteles en posición oblicua en los que figuran: en el de la izquierda sobre campos de gules, un corazón traspasado por una espada y orlado por la corona de espinas; en el de la derecha, sobre campo de azur, la Mitra Obispal sobre la Palma de Mártir de San Dionisio y Báculo cruzado.
Color de los cirios:
Blancos.
Altar de Insignias:
Cruz de Guía en madera de caoba, con ráfagas de plata, del siglo XVII, llegó a Jerez en 1929 procedente de la Hermandad de San Bernardo de Sevilla; va acompañada por cuatro faroles de Cruz de Guía, de plata cofradiera realizados por Rodríguez en 1973; Cuatro Banderas del Señor, en negro con cruz morada, de 1950; Cruz Parroquial, con manga barroca, acompañada por dos acólitos con ciriales; Estandarte del Ecce Homo, parecido en forma a un Sine Labe, con la consiguiente inscripción "Ecce Homo" que fue bordado en oro sobre terciopelo granate por las Carmelitas en 1964; Senatus, de orfebrería de plata cofradiera, obra de Manuel Seco Velasco, de 1929; Estandarte de la Hermandad, plegado, sobre terciopelo azul oscuro o negro, bordado por los talleres de Sobrino de Elena Caro en 1992 y asta de plata de ley (posee otro Estandarte de Hermandad, sin plegar, bordado por las Carmelitas en 1949; cuatro bocinas, procedentes también de la Hermandad de San Bernardo con paños de terciopelo color granate, bordados por Encarnación López en 1978; cuatro ciriales, de plata cofradiera, obras del orfebre Manuel de los Ríos Navarro, de 1994; tres incensarios y dos navetas, de plata cofradiera repujada, realizada también por Manuel de los Ríos Navarro en 1994.
En el cortejo de palio, Bandera de la Virgen, de pabellón blanco con la cruz morada, fue realizada en 1950; Sine Labe, estandarte muy estrecho y de igual largo que la altura del asta, en el cual, ocupando toda su longitud y con letras bordadas aparece la frase "Sine Labe Concepta", y que es equivalente al Simpecado que llevan todas las demás cofradías excepto, en Jerez, ésta, la del Prendimiento y la de Jesús Nazareno; está bordado en oro sobre terciopelo azul por las Carmelitas; Libro de Reglas, realizado en orfebrería de plata de ley repujada por el orfebre Emilio Landa, siendo premio Nacional de Orfebrería en el año 1950; Bandera Concepcionista, con bordados en oro sobre seda color celeste por las Carmelitas en 1930. Relicario de San Bartolomé; cuatro bocinas, procedentes también de la Hermandad de San Bernardo con paños de terciopelo morado, con bordados en oro; cuatro ciriales, realizados por Manuel de los Ríos Navarro en 1994, en plata cofradiera; tres incensarios y dos navetas, de plata cofradiera repujada, realizada también por el mismo orfebre y año.
Además la Hermandad posee otras dos Cruces de Guía más y varios juegos de ciriales, así como dos ropones de pertiguero, confeccionados por las hermanas de la Cofradía en 1994; dos pértigas y dos medallones, de plata cofradiera, de Manuel de los Ríos Navarro (1994); doce dalmáticas realizadas en los talleres de José Antonio Cachero en 1994; otro incensario y naveta de plata meneses de 1920; otra naveta, de plata cofradiera; una campanilla de 1927; una caja portacirios, en madera tallada y dorada del 1900; una trompeta saetera, de latón con paño bordado en oro, de 1901. En cuestión de insignias, posee 70 varas lisas con las galletas fundidas; 18 varas para las Presidencias y 6 varas salomónicas para la presidencia del Libro de Reglas.
Referencia histórica:
Cuenta la tradición que la primitiva Asociación de San Bartolomé fue creada en el hospital bajo la advocación de este Apóstol en 1488, autorizada por el Cardenal González de Mendoza. Se mantiene, desde su creación, ligada a los funcionamientos de los locales hospitalarios que se encontraban situados en el antiguo Arroyo de Curtidores o de las Cañas.
Su primer carácter asistencial o benéfico desapareció con la reducción de hospitales, de modo que la primitiva Cofradía creada por zurradores, zapateros y curtidores, se acogió al nuevo ritmo de las instituciones de esta clase, para ser una de las más importantes de la ciudad. Hermandad y centro hospitalario permanecieron unidos hasta que se produjo la reducción de hospitales de Jerez por orden del rey Felipe II. En el año 1590 se reduce el hospital bajo la advocación del Apóstol San Bartolomé con el de la Candelaria, dirigido en aquellos tiempos por el insigne Beato Juan Pecador. El mandato de la reducción tuvo sus peculiares características, ya que se llevó a cabo por súplica del Rey Felipe II y de éste al Papa Pío V, que accedió a la normativa por el mejor desarrollo de la atención hospitalaria en la ciudad. Sus primitivas Reglas fueron aprobadas el 17 de julio de 1503, por el Cardenal Hurtado de Mendoza, según consta en la famosa carta clasificatoria de Felipe Haro y en la que se la menciona en el puesto número uno, por orden de antigüedad.
Una vez efectuada la reducción de hospitales, sus dependencias fueron cedidas al hospital de la Candelaria, y la Hermandad se trasladó a la Iglesia Colegial, donde ya se encontraba en 1611, sostenida económicamente por sus hermanos, siendo su misión principal el culto y fomento del Santísimo Sacramento. En la Colegiata se encontraba en 1622, cuando el Papa Gregorio XV concedió a la primitiva Cofradía de San Bartolomé grandes indulgencias para los hermanos y devotos, por las asistencias a diversas festividades.
Al cabo de los años se trasladó a los recintos conventuales bajo la advocación de la Virgen del Carmen, por encontrarse el gran templo jerezano en obras por los desprendimientos que sufrió la nave del Sagrario en 1680, cerrándose el templo en 1694, también por ruinas. El papa Inocencio XII concedió, en el año 1721, indulgencia plenaria por diversas asistencias y realizaciones.
Previa solicitud, se le concedió a la Hermandad autorización para su traslado a la Iglesia de San Dionisio el 3 de junio de 1738 y allí se instaló en una Capilla lateral a la contigua denominada de la Epístola, previa construcción del retablo a ella destinado. La construcción del retablo se cita en el protocolo del escribano de la ciudad Juan Ponciano Argüello. Fue realizado por Agustín de Medina y Flores (carpintero tallista) y Francisco de Mendoza (escultor), el día 11 de junio de 1740. A partir de este traslado, Nuestra Señora de la Luz, que era el nombre que recibía antiguamente la advocación de la Virgen titular de esta Hermandad, empieza a ser invocada con el título de "El Dolor" para poco después ser "Del Mayor Dolor". En el año 1768, el Cardenal Arzobispo Francisco de Solís, concedió cien días de indulgencia por diversas realizaciones religiosas y el día 22 de abril del año 1774, el Obispo de Gadara al visitar la Parroquia, concedió cuarenta días de indulgencia por otras realizaciones.
En 1835, la Hermandad se vio asolada por el abandono. En 1849, por la iniciativa del por entonces director espiritual del Templo, Juan García Pérez, se desarrollaron unas reuniones con algunos vecinos de las cercanías de la Iglesia y se acordó la próxima salida de la Hermandad en procesión en la tarde del Jueves Santo, que se llevó a buen fin en 1867. La aprobación de la organización de los Estatutos tuvo lugar el 18 de noviembre de 1850.
En los comienzos del mes de mayo del año 1849, tras la celebración de la Reunión de Cabildo, la mayordomía que ostentó Juan David Gordon, desde que la familia prestara sus incondicionales ayudas a la Hermandad, pasa a manos de su hijo Carlos Gordon y Beigbeder.
En la segunda mitad del siglo XIX y durante una de las etapas más críticas, que acaba en el último decenio de la centuria, realiza su procesión los años 1867, de 1975 a 1882 ininterrumpidamente y 1886 y 1888. De manera que en el último cuarto de ese siglo su procesión en la tarde y noche del Jueves santo será un acontecimiento habitual.
Sin embargo, nada más comenzar el siglo XX, la procesión dejará de realizarse: la hermandad saldrá el Jueves Santo de 1901 y de 1903, y ya no organizará otra procesión hasta 1921. Sin embargo, sí se celebraban unos brillantísimos cultos cuaresmales saliera o no el Jueves Santo.
Organizaba unos excelentes septenarios, en los cuales el altar de cultos se montaba con toda clase de detalles y gran profusión de candelabro y flores, incluso poniendo ante el Ecce Homo el balconcillo de plata para simular más la exposición en el Pretorio de Cristo azotado y coronado de espinas. Todo destacaba de una manera especial puesto que, como antes era preceptivo por la Liturgia, se cubría todo el retablo del templo con el velo morado que servía de fondo al Altar de los Cultos. Se abarrotaba el templo de fieles.
El Altar de Cultos era preparado por los carpinteros de Arias bajo la experta dirección y colaboración de Juan Gavira Ribera y José Rafael Monts García. En el centro del templo se preparaba, con los preciosos bancos góticos que aún podemos ver cercanos al presbiterio, una especie de "aprisco" en forma de U en el que presidían los cultos los componentes de la Junta de Gobierno y los Cofrades de la Hermandad presididos por aquellos hermanos mayores de los años 20 al 45, tales como: Diego Zuleta (año 25 al 29), Manuel Sierra Navarro, Juan Manuel González Guillén, Iñigo Ruiz Ruiz, Luis López Carrizosa, Francisco López Carrizosa y Pedro López Carrizosa e Izaguirre. Todos los días al finalizar la Santa Misa del septenario y Corona Dolorosa se rezaba un responso por los hermanos fallecidos con toda pompa acompañados los oficiantes con palermos encendidos. El último día, que coincide siempre con el Viernes de Dolores, se celebraba el solemne Besamanos de Nuestra Señora del Mayor Dolor, se hacía la Función Principal de Instituto y se salía a la calle en una procesión con el Santísimo Sacramento. Entre los grandes predicadores de los años 30 citaremos al magistral de la Catedral de Madrid y al gran don Rafael Sáenz de Diego.
La estética de la hermandad en estos primeros años del XX es la heredada del último tercio del XIX. Los pasos eran portados por mozos de cordel y dirigidos por dos capataces, al estilo de la tierra.
Cuando se reorganiza la hermandad y comienza a hacer procesión en el último tercio del XIX, adquiere para el misterio una canastilla sin calado, de plata de ley de estilo neoclásico, y compra en 1891 un Ecce Homo, un Pilatos y un soldado romano, todos de talla, de procedencia valenciana. Para el paso de la Virgen estrenó el mismo año un manto semilargo (para un paso cargado por fuera), de terciopelo azul y bordados en oro, donado por el Marqués de Alboloduy, así como una saya. El techo de este paso de palio era una pintura de Germán Álvarez Algeciras, de 1898, donado por Doña Encarnación Álvarez de Álvarez (En la actualidad se conserva en colgado al final de la nave de Nuestra Señora del Mayor Dolor en la Iglesia de San Dionisio).
En 1912, Federico Rivero O'Neale mandó realizar un valiosísimo puñal de oro, diamantes, brillantes y platino, para la Virgen, con los cinco aderezos que una dama jerezana, el día de su boda (en 1872), ofreció a Nuestra Señora del Mayor Dolor.
En los años veinte recobrará la hermandad su antigua pujanza. En 1921, vuelve a salir la corporación, ya con carácter permanente, hasta nuestros días, a excepción del "parón" que supuso la Segunda República. El 13 de febrero de 1921 se elige por unanimidad una nueva Junta de Gobierno presidida por D. Diego Zuleta y Quipo de Llano. Se acuerda dar al Septenario del Dolor la misma solemnidad que en años anteriores y realizar la procesión en la tarde del Jueves Santo. Por incidentes de índole interna con los ya entonces patronos de la hermandad, los Marqueses de Alboloduy, la hermandad no pudo sacar ese año ni su Misterio ni sus pasos, por lo que los pidió prestados a la Hermandad del Desconsuelo. El 12 de marzo se traslada desde la capilla de los Remedios a San Dionisio al Señor de la Puerta Real, que presidirá junto a la Virgen el Septenario y saldrá en procesión el Jueves Santo por no poder hacerlo su titular.
Años antes, en 1917, el Lunes Santo, 2 de abril, salió en procesión de rogativas el Señor de la Puerta Real, acto promovido por destacadas personalidades. A esta procesión acudió en corporación el Ayuntamiento de Jerez. Otro Ecce Homo, el Señor de los Trabajos, salió de Santiago, el 17 de abril, Jueves Santo de 1919, en procesión hasta la Victoria. Esto ocurría porque un grupo destacado de hermanos de la Soledad y de otras hermandades intentaron constituir una hermandad con el Señor de los Trabajos como titular.
Otro acto emotivo lo constituía la salida del Regimiento de Lanceros de Villaviciosa, a pie y en formación, del Cuartel Fernando Primo de Rivera, el Jueves y el Viernes Santo, para visitar diversos Sagrarios, uno de los cuales era San Dionisio. Allí, los trescientos soldados con traje azul y franjas encarnadas, casco y sable, se arrodillaban ante los pasos. Por otra parte, la hermandad supo conservar en esa época (y conserva aún hoy día) la "Trompeta Saetera", que anunciaba diversos actos y cultos. Andrés Fernández García, "El Cocherito", cochero de una tartana de un antiguo prohombre de Jerez tocaba una trompeta de fabricación francesa durante los Septenarios y la procesión del Dolor. El sonido que se oía era un semitono de lamento como si del paso de ajusticiados se tratara. Hace pocos años volvió a recuperar la tradición un familiar descendiente de "El Cocherito", Antonio Mancheño Pruaño, fallecido en 1998.
En estos años, (como se ve en la imagen de 1927) la Virgen aparece saliendo en procesión con un nuevo palio bordado y en color claro, con la tipología de figuras. Ya entonces comienzan a aparecer los respiraderos, basamentos y varales de plata de estilo gótico. En la segunda mitad de los veinte, el paso de Misterio presentaba una composición similar a la de hoy: en esos años Seco Imbert realiza los respiraderos y un último cuerpo de la "escalinata", aunque el conjunto queda ampliado y terminado en 1964 por la Viuda de Villarreal.
El 6 de abril de 1927 la hermandad compró a la de San Bernardo de Sevilla por 16.000 pesetas el palio y el manto que en 1903 bordó para la hermandad sevillana Juan Manuel Rodríguez Ojeda. Salió por primera vez en Jerez en 1909.
El primer año en que desfila en Semana Santa la Banda Municipal de Jerez, en 1930, lo hace acompañando a la Virgen del Mayor Dolor. El precio fue de 300 pesetas. Dicho acompañamiento se ha mantenido hasta nuestros días.
La proclamación de la Segunda República supuso un paréntesis en la salida procesional de la cofradía. La hermandad decidió no salir en Semana Santa entre los años 1931 y 1936.
Como leyenda, se contaba que en los años de la II República se daba el caso que, al ser la Hermandad la más antigua que procesionaba y la más completa en pasos, insignias y presidencias, era durante su desfile procesional cuando se habían formado algunas algarabías o manifestaciones de protestas de trabajadores del campo o de las bodegas que, la mayoría de las veces, terminaban en algunos encuentros entre manifestantes y policía municipal o fuerzas del orden. Esto fue creando así una costumbre que se repetía muy a menudo en sucesivas Estaciones de Penitencia de esta Hermandad, cuyos cofrades cargaban por fuera los pasos. Como era casi una norma el tema de "Las carreras del Dolor" llegó a darse el caso de que un año, transcurría tranquilamente la procesión por la calle Larga, y estando pasando por la calle Lancería se le cayó la bandeja a un camarero del conocido y recordado Bar La Alianza, provocando enseguida una de las famosísimas carreras, a veces casi "estampidas humanas", donde se corría aunque sin saber por qué. Por los años cuarenta también provocó una de estas carreras la caída de un caballo de los lanceros de Villaviciosa que acompañaban a la Cofradía, abriendo paso a la Hermandad durante su recorrido con sus roncos y acompasados toques de trompetas, al pasar por la farmacia de la Puerta Real.
A la primera reunión de la naciente Unión de Hermandades, celebrada el 15 de julio de 1937 en los salones de la Escuela de San José, faltó la representación de la hermandad del Mayor Dolor, aunque posteriormente se adhirió al acto y a las decisiones del organismo. Desde 1939, tras la institución de la Unión de Hermandades, quedaron establecidos sus horarios e itinerarios oficiales, dentro de la instauración de una Carrera Oficial.
En los años cuarenta y cincuenta destacaban en su recogida, las cruces de fuego que desde el Cabildo iluminaban el acto.
En los últimos cuarenta años se produjeron varios hechos significativos entre los que destaca la sustitución del titular de finales del siglo XIX por otra talla de Ecce Homo datada a finales del XVII o principios del XVIII.
En 1952 se coloca el azulejo de la Virgen en una de las paredes laterales de San Dionisio, en el Angostillo.
En 1983 el paso del Ecce Homo con la catedral al fondo anunció, en el cartel oficial, la Semana Santa jerezana, con una fotografía de Francisco Puente.
En 1998 se procedió al nuevo plateado de los respiraderos del paso de palio. En 1999 se estrenaron nuevos faldones para el paso de Misterio y también tomo la calle Luis Bellido en el itinerario de vuelta como homenaje a su recientemente fallecido director espiritual.
Desde el año 2004 hasta el 2009, la Hermandad celebró sus cultos cuaresmales y efectuó su salida procesional desde la Santa Iglesia Catedral, debido a las obras de restauración de la Iglesia de San Dionisio. El día 19 de febrero de 2010 volvieron las Sagradas Imágenes de esta Hermandad a su templo de San Dionisio. Realizando ese año ya la estación de penitencia desde su sede canónica.
En la Semana Santa de los años 2011 y 2012 no realizó estación de penitencia debido a las condiciones climatológicas. Tampoco lo hizo en 2024.
La corona de salida de Nuestra Señora del Mayor Dolor
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Vicente Tena, autor del Misterio del Ecce-Homo de Jerez de la Frontera (Artículo de Antonio de la Rosa Mateos):
El 1 de mayo de 1849 se reorganiza la Cofradía del Mayor Dolor de Jerez de la Frontera como Hermandad de Penitencia. Al año siguiente, con fecha de 18 de noviembre de 1850, fueron aprobados, por el Gobierno Eclesiástico, los nuevos Estatutos que habrían de regir la marcha de la hermandad.
Repetto recoge en el tomo II de la Semana Santa de Jerez y sus Cofradías, que en la segunda mitad del siglo XIX, y durante una de las etapas más críticas, que acaba en el último decenio de la centuria, realiza su procesión los años 1867, de 1875 a 1882 ininterrumpidamente, 1886 y 1888. De manera que el último cuarto de ese siglo su salida en la tarde y noche del Jueves Santo será un acontecimiento habitual.
Es a partir de 1891 cuando la hermandad presenta algunos estrenos. El Jueves Santo de ese año procesiona con la novedad del nuevo manto para la imagen de Nuestra Señora del Mayor Dolor, que fue bordado en el Establecimiento de las Preservadas por las acogidas en aquel local según El Guadalete del 27 de marzo.
Pero importante será el estreno, en el año 1892, de las imágenes para su paso de misterio. El periódico El Guadalete del 3 de abril recogía lo siguiente:
"Ayer por la tarde ha dado principio en la Iglesia de San Dionisio el solemne septenario que la Hermandad de Nuestra Señora del Mayor Dolor consagra a las imágenes a quienes rinde piadoso culto.
El reputado y elocuente orador Sr. Bermúdez Cañas, Deán de la Santa Iglesia Catedral de Sevilla, predicó el primero de los sermones del Septenario, todos los cuales tendrá a su cargo.
El discurso del ilustrado sacerdote, respondió a la justificada dama que goza como orador sagrado (...).
Como novedad han llamado la atención tres magníficas esculturas que se han estrenado este año, notándose en primer término una que representa a Jesús en el paso del Ecce-Homo, escultura magnífica y que al par que se nota en ella la hábil mano del artista, produce en el ánimo del que la contempla los más tiernos sentimientos de religiosa compasión, por la dulce y conmovedora expresión que revela el rostro de Jesús.
Las otras dos esculturas representan una a Pilatos y la otra a un sayón, ambas también llenas de detalles artísticos, que hacen honor al artista que las ha construido.
Según hemos oído, estas tres esculturas han sido hechas en Valencia, por encargo especial del Excmo. Sr. Marqués de Alboloduy, Hermano Mayor de esta Hermandad, que como es sabido, siempre ha mostrado el mayor entusiasmo por el culto y esplendor de ella".
Al ser una donación del Marqués a la Hermandad del Mayor Dolor, ésta no posee ninguna documentación que acredite la autoría de las imágenes.
Hace ahora algunos años, pude apreciar en el Belén situado en la Capilla del Nacimiento de la Basílica del Carmen de Jerez de la Frontera, el gran parecido existente entre uno de los pastores del mencionado Nacimiento y el Pilatos de la hermandad del Jueves Santo. El citado Belén fue encargado por el Padre Borrás y el misterio con el Niño Jesús, San José y la Virgen María son obra del madrileño Francisco Font, siendo las tallas de los pastores del escultor Vicente Tena, fechadas en el año 1905.
Al buscar datos sobre el escultor Tena, el historiador Fernando Móssig Pérez, de San Fernando, en su libro Historia de las Hermandades y Cofradías Isleñas, señala: "Muy pocos datos sabemos de Vicente Tena: ni los lugares y fechas de su nacimiento y fallecimiento, ni su segundo apellido, ni su formación artística, ni el catálogo completo de sus obras (...). Algunas investigaciones, como las del riosecano Rubio de Castro, aseguran que fue un escultor afincado en Valencia y que en 1893 vivió en la entonces denominada calle Danzas número 9 de la ciudad del Turia. Tampoco sabemos si residió siempre en esa capital. Por lo demás, el tiempo que abarca su actividad artística conocida (1893-1925) nos demuestra que debió ser coetáneo de Benlliure".
Gracias al investigador gaditano José Luis Ruiz Nieto-Guerrero, ha llegado a mis manos una tesis de la Universidad Politécnica de Valencia, de la Facultad de Bellas Artes de San Carlos, realizada por Enrique Tamarit Ortega, entregada en el año 1987 y titulada Elementos Plásticos, Socioeconómicos e Ideológicos en la imaginería religiosa de la ciudad de Valencia, 1939-1965.
Se puede certificar que la autoría del misterio del Ecce-Homo de Jerez de la Frontera es obra de Vicente Tena, ya que en ella se encuentra reproducido el catálogo ilustrado del citado escultor, y aunque no está fechado, debe datar de la primera o segunda década del siglo XX, y lo componen 40 páginas.
El mencionado catálogo comienza con una curiosa fotografía de una vista del taller de Vicente Tena, con más de una veintena de hombres entre oficiales y aprendices. Le sigue una detallada tarifa de precios, dividida en imágenes esculpidas en madera; imágenes para vestir; Crucifijos esculpidos en madera; Niños con ropajes tallados, desnudos para vestir o con alas para nubes; cabezas de serafines, y termina con el precio de los embalajes, todo ello dividido por dimensiones en centímetros y clases, pudiendo ser de 2ª, 1ª o "extra". Sigue con diversos apartados como: condiciones y aclaraciones importantes; secciones de coronas; pelucas de seda; tulipas; talla y adorno, y termina con la sección de escultura. Llegados a esta última sección, se puede comprobar la cantidad de tallas, entre las que no faltan Crucificados, Misterios, Niños Jesús, Santos, Ángeles, etcétera.
Entre las innumerables instantáneas, aparece el Misterio de los Azotes de la vecina localidad de San Fernando, fechado en 1893. Pero llegados a la página 38, aparece una fotografía, posiblemente en el taller antes de ser enviada a su comprador, donde se puede apreciar, sin ningún tipo de dudas, el Misterio del Ecce-Homo que recibe culto en Jerez de la Frontera con la anotación "n.º 273.- (Pilatos) Ecce-Homo".
Si hacemos una descripción iconográfica del misterio, éste se basa en el Evangelio de San Juan (Jn, 19, 4). Está compuesto por el Señor del Ecce-Homo de pie, situado en primer término, la interpretación de la cabeza es con corona de espinas sobrepuesta e inclinada hacia el lado derecho, en actitud maniatado. La imagen lleva entre sus manos una caña y manto sobre sus hombros. Detrás, a su derecha, aparece Poncio Pilatos, que lo presenta al pueblo señalándolo con su diestra, y a su izquierda la figura de un soldado romano que lleva en su mano izquierda una lanza, y en esa misma muñeca lleva atada la cuerda con la que sujeta a Jesús, mientras con la mano derecha golpea al Reo. Las tres imágenes del misterio son todas de talla completa.
Hay que puntualizar que, actualmente, la imagen del Ecce-Homo que realiza su salida el Jueves Santo es una talla que data del siglo XVII o principios del XVIII. La imagen del Ecce-Homo obra de Vicente Tena, adquirida en 1892, procesionó hasta 1963 y fue restaurada por Manuel Jesús Domecq González en 1950. En la actualidad se encuentra en la sacristía de la Iglesia de San Dionisio.
(Artículo publicado en Diario de Jerez (13/01/09).
Observaciones:
Esta Hermandad es muy bonita en su itinerario hacia la Carrera Oficial, así como en su salida, con sones de trompeta saetera y Nuestra Señora del Mayor Dolor saliendo entre naranjos.
La trompeta saetera se solía oír antaño en las estaciones de penitencia de las hermandades de Jesús Nazareno, el Santísimo Cristo de la Expiración y en la Hermandad del Mayor Dolor. "El Cocherito" apodaban a aquel hombre que por los años cuarenta tocaba esta trompeta que es de fabricación francesa y se llamaba Andrés, quien por ser cochero de una tartana de un antiguo jerezano, ya fallecido, se le solía nombrar como Andrés "el Cocherito".
En los septenarios o quinarios de estas hermandades y ahora solamente durante el septenario de la Hermandad del Mayor Dolor y su salida procesional, se suele oír tocar esta trompeta saetera a Antonio Mancheño Pruaño, descendiente familiar de aquel "Cocherito". Con ella consigue los semitonos del aviso o anuncio del paso de un ajusticiado por las calles de Jerusalén que va condenado a morir en la cruz.
Los cortejos de misterio y palio tienen túnicas diferentes. El cinturón de esparto se conserva en los nazarenos de negro como reminiscencia de la antigua túnica de cola.
Cultos:
Los cultos y actividades corporativas anuales se han centrado en las Coronas Dolorosas todos los viernes del año, en la Novena de Ánimas en la primera semana de noviembre, el tradicional Septenario en la cuarta semana de Cuaresma, Besapiés al Señor del Ecce-Homo el cuarto domingo de Cuaresma y Besamanos a la Virgen del Mayor Dolor el Viernes de Dolores. Misa el día de San Bartolomé (24 de agosto), Misa de los Misterios Gloriosos el 15 de septiembre y Novena de Animas. A todo ello se añaden los retiros y convivencias mensuales, ciclos de conferencias y proyecciones audiovisuales.
Dirección:
Hermandad de Nuestra Señora del Mayor Dolor
Plaza Asunción, s/n
Jerez de la Frontera (Cádiz) Código Postal: 11403
Teléfono: 956.331.351
Página Web:http://www.mayordolor.com/
Blog de la Hermandad:
Correo electrónico: info@mayordolor.com
Hermano Mayor:
Francisco Román Soto.
Mayordomo:
Cristian Puerto Becerra.
Vestidor:
Manuel González Monroy.
Junta de Gobierno:
La Hermandad del Mayor Dolor celebró el día 26 de septiembre de 2012, Cabildo de Elecciones, concurriendo al mismo las candidaturas de D. Juan Vilches y D. Francisco Román, resultando elegido éste último para los próximos cuatro años.
El dia 14 de Octubre de 2012, tomo posesión la nueva Junta de Gobierno de la Hermandad del Mayor Dolor, contando con la asistencia de la Señora Alcaldesa de Jerez, Presidente de la Unión de Hermandades, diversos representantes de distintas Hermandades y Asociación de Belenistas de Jerez.
Director Espiritual: Ilmo. Sr. D. José Luis Reppeto Betes.
Hermano Mayor: D. Francisco Román Soto.
Teniente Hermano Mayor: D. Joaquín Puerto Orellana.
Mayordomo: D. Cristian Puerto Becerra.
Secretario: D. Fco. Javier Román Bernal.
Tesorero: D. José Gaona Baños.
Vocal adjunto al Hermano Mayor: D. José García Bohórquez.
Vocal Consejería de Mayores: D. Tomas Ravina Bohórquez.
Vocal de Registro y Archivos Históricos: D. Manuel Galindo Acosta.
Vocal Capiller y Cultos: D. Ángel Sáez Marassi.
Vocal 2º Mayordomo: D. Juan Carlos Ruiz Cánevas.
Vocal 2º Secretario: D. Antonio Porro Granados.
Vocal 2º Tesorero: D. Jerónimo Mateos Pérez.
Vocal 3º Tesorero y Relaciones Públicas: D. Fran Pérez Aranda.
Vocal Sección Musical y Eventos: D. Antonio Román Bernal.
Vocal de Formación y Catequesis: D. Eduardo Ruiz V. Salido.
Vocal Conciliario de Juventud: D. Álvaro Gaona Soto.
Vocal Bolsa de Caridad: D. José A. López Rodríguez.
Vocal Conciliario de Costalería: D. Manuel Guillermo Novas.
Una vez celebrado el Cabildo Extraordinario de Elecciones en la Hermandad del Mayor Dolor al que únicamente se presentó la candidatura de D. Francisco Rivelott García de Polavieja el 21 de octubre de 2008, éste resultó elegido de nuevo como Hermano Mayor de esta corporación nazarena del Jueves Santo. Tomaron posesión los miembros de la Junta de Gobierno el dia 7 de Noviembre de 2008, a las 20'15 horas en el curso de la Santa Eucaristía en la Santa e Insigne Iglesia Catedral.
Director Espiritual: Ilmo. Sr. D. José Luis Reppeto Betes.
Hermano Mayor: Francisco Rivelott García de Polavieja.
Tte. Hermano Mayor: Juan José Vilches Gallego.
Mayordomo: Angel Saez Marassi.
Tesorero: Emilio Rivelott Palomar.
Secretaria: Carmen Gavira Jimenez.
Consiliarios: José García Bohórquez, Antonio Carmona Luque, Manuel Cintado Cassin, Joaquín Puerto Orellana, Manuel Galindo Acosta, Francisco José Pérez Aranda, Daniel Vargas Borrego, Susana Silva Mateos y Christian Puerto Becerra.
Camareras del Señor: Natividad Marassi y Ángeles Mata.
Camarera de la Virgen: Mercedes Morenés Giles.
Capataces 2014:
Ildefonso Oñate dirige el paso de Misterio y Alvaro Barba Hidalgo el de Nuestra Señora del Mayor Dolor.
Capataces 2013:
Ildefonso Oñate dirige el paso de Misterio y José María García Molina el de Nuestra Señora del Mayor Dolor.
Capataces 2010 a 2012:
Ildefonso Oñate dirige el paso de Misterio y Jaime Gutiérrez Bustillo el de Nuestra Señora del Mayor Dolor.
Capataces 2009:
Ildefonso Oñate dirige el paso de Misterio y José Manuel Perdigones López el de Nuestra Señora del Mayor Dolor.
Capataces 2004 a 2008:
Pablo Ruiz-Verdejo García dirige el paso de Misterio y José Manuel Perdigones López el de Nuestra Señora del Mayor Dolor.
Costaleros:
Portan el paso del Ecce Homo 30 costaleros mientras que 35 lo hacen en el de Palio. En los años ochenta ya se había consolidado una cuadrilla de hermanos costaleros para el paso del Señor. La de la Virgen se organiza en 1984.
Acompañamiento Musical 2014:
Tras el paso de Misterio del Ecce Homo, los acordes de la Banda de Cornetas y Tambores de la Agrupación Musical San Juan y la Asociación Musical "Nuestra Señora del Carmen" de Durcal (Granada) tras el paso de palio.
Acompañamiento Musical 2010 a 2013:
Tras el paso de Misterio del Ecce Homo, los acordes de la Banda de Cornetas y Tambores de la Agrupación Musical San Juan y Banda de Música Gailin de Puerto Serrano (Cádiz) tras el paso de Palio.
Acompañamiento Musical 2008 y 2009:
Tras el paso de Misterio del Ecce Homo, los acordes de la Banda de Cornetas y Tambores de la Agrupación Musical San Juan y la Banda de Música Acordes de Jerez tras el paso de Palio.
Acompañamiento Musical 2004 a 2007:
Tras el paso de Misterio del Ecce Homo, los acordes de la Banda de Cornetas y Tambores de la Agrupación Musical San Juan y la Banda de Música de María Santísima del Desconsuelo tras el paso de Palio.
Exorno Floral de los Pasos:
Claveles rojos color sangre de toro y rosas rojas y helechos en el paso del Ecce Homo y claveles blancos y en la delantera rosas blancas y frefias, para el paso de Palio. El exorno lo realizan los hermanos Ruiz-Berdejo, Joaquín Puerto y ayudantes.
Estrenos 2014:
No se conocen estrenos aún.
Estrenos 2013:
Restauración y plateado de los candelabros de cola del Paso de palio, por Ildefonso Oñate, y remodelación de la mesa de palio, cambiándose las trabajaderas quedando preparadas para un posible uso del costal, realizadas por Alejandro Oliveras de Perea.
Estrenos 2012:
No tuvo estreños ese año.
Estrenos 2011:
Restauración de la imagen del sayón del paso de Misterio, realizada por Ressur, S.A.
Estrenos 2010:
Restauración de la imagen de Pilatos, por Ressur, S.A.. Vuelve a salir de su Sede Canónica, la Iglesia Parroquial de San Dionisio.
Estrenos 2009:
Restauración de la imagen del Señor, por Francisco Bazán.
Estrenos 2008:
Estrenos 2007:
Plateado de los respiraderos de los pasos. Túnicas para nazarenos del cortejo del Señor. Al final no podrá presentar la restauración del Techo de Palio que continua realizándose en el taller ecijano de Jesús Rosado por lo que volverá a tener el techo liso del palio.
Estrenos 2006:
Recuperación antigua Cruz de Guía en Rocalla dorada. Restauración de la saya de la Virgen, de estilo isabelino y del siglo XVIII, en los Talleres de Jesús Rosado Borja en Écija. Hace juego con el manto azul de camarín que también posee.
Estrenos 2005:
Arreglo de los varales del paso de palio, ya que las cañas de los mismos estaban dañadas. Se ha cambiado la sujeción de los mismos. También se estrenan diez túnicas nuevas. Por segundo año consecutivo y por las obras de restauración de San Dionisio, celebrará sus Cultos y realizará la Estación de Penitencia desde la Catedral, saliendo este año un cuarto de hora antes que el año pasado.
Estrenos 2004:
San Dionisio no podrá abrir sus puertas para Cuaresma y Semana Santa, por lo que la Hermandad celebró sus cultos cuaresmales en la Capilla de Los Remedios y hará la salida del Jueves Santo desde la Catedral. El recorrido de ida el Jueves Santo sería Reducto, Alameda Vieja, Pozuelo, Letrados, Asunción, Padre Luis Bellido y Tornería. No se conocen más estrenos.
Estrenos 2003:
Nuevo rostrillo para Nuestra Señora del Mayor Dolor.
Estrenos 2002:
Restauración de la Cruz de Guía y los cuatro Faroles de Guía.
Estrenos 2001:
Restauración de los diez candelabros del paso de Misterio. Restauración del relicario de San Bartolomé, primitivo titular de la corporación. Restauración de un candelabro de cola del paso de Palio. Todas las restauraciones han sido realizadas por Orfebrerías Villarreal. Limpieza del manto de la Virgen, por Ildefonso Jiménez.
Estrenos 2000:
Restauración de la imagen de la Virgen por Mari Paz Barbero. Estreno de los faldones del Paso del Ecce Homo, donado por un grupo de hermanos, y restauración y plateado de las ánforas del Paso de Palio en los talleres de Orfebrería San Francisco de Sanlúcar de Barrameda.
Horario 2010:
Salida del Templo: 19,30
Palquillo Alameda Cristina Cruz: 20,55
Palquillo Alameda Cristina Último paso: 21,25
Plaza Arenal Cruz: 21,55
Plaza Arenal Último paso: 22,25
Catedral Cruz: 22,30
Catedral Último paso: 23,00
Fuera Catedral Cruz: 22,40
Fuera Catedral Último paso: 23,10
Entrada Cruz: 01,00
Entrada Último paso: 01,30Horario 2011:
Salida del Templo: 19,20
Palquillo Alameda Cristina Cruz: 20,55
Palquillo Alameda Cristina Último paso: 21,25
Plaza Arenal Cruz: 21,55
Plaza Arenal Último paso: 22,25
Catedral Cruz: 22,35
Catedral Último paso: 23,05
Fuera Catedral Cruz: 22,45
Fuera Catedral Último paso: 23,15
Entrada Cruz: 00,50
Entrada Último paso: 01,20
Itinerarios 2010 y 2011:
Doctor Revuelta y Montiel, Plaza de la Asunción, Padre Luis Bellido, Plaza Plateros, Plaza Santo Ángel, Tornería, Plaza Rafael Rivero, Puerta de Sevilla, Alameda Cristina (lado izquierdo), San Juan Grande, Sevilla, Palquillo, CARRERA OFICIAL, Aire, Cruces, Plaza Domecq (lado izquierdo), Barranco, Curtidores, Plaza Peones, Carpintería Baja, Carmen, Sedería, Chapinería, Plaza de la Asunción, Doctor Revuelta y Montiel.
Horario 2012:
Salida del Templo: 19,20
Palquillo Alameda Cristina Cruz: 20,55
Palquillo Alameda Cristina Último paso: 21,25
Plaza Arenal Cruz: 21,55
Plaza Arenal Último paso: 22,25
Catedral Cruz: 22,35
Catedral Último paso: 23,05
Fuera Catedral Cruz: 22,45
Fuera Catedral Último paso: 23,15
Entrada Cruz: 00,50
Entrada Último paso: 01,20
NOTA: Mismo horario que el del año 2011.
Itinerario 2012:
Doctor Revuelta y Montiel, Plaza de la Asunción, Padre Luis Bellido, Plaza Plateros, Plaza Santo Ángel, Tornería, Plaza Rafael Rivero, Puerta de Sevilla, Alameda Cristina (lado izquierdo), San Juan Grande, Sevilla, Palquillo, CARRERA OFICIAL, Aire, Cruces, Plaza Domecq (lado izquierdo), Barranco, Curtidores, Plaza Peones, Carpintería Baja, Carmen, Sedería, Chapinería, Plaza de la Asunción, Doctor Revuelta y Montiel.
NOTA: Mismo itinerario que el del año 2011.
Horario 2013:
Salida del Templo: 19,15
Palquillo Alameda Cristina Cruz: 21,05
Palquillo Alameda Cristina Último paso: 21,35
Plaza Asunción Cruz: 22,15
Plaza Asunción Último paso: 22,45
Catedral Cruz: 22,45
Catedral Último paso: 23,15
Fuera Catedral Cruz: 22,55
Fuera Catedral Último paso: 23,25
Entrada Cruz: 01,00
Entrada Último paso: 01,30
Itinerario 2013:
Doctor Revuelta y Montiel, Plaza de la Asunción, Padre Luis Bellido, Plaza Plateros, Plaza Santo Ángel, Tornería, Plaza Rafael Rivero, Puerta de Sevilla, Porvera, San Juan Grande, Alameda Cristina, Palquillo, CARRERA OFICIAL, Encarnación, Reducto Cardenal Bueno Monreal, Cruces, Plaza Domecq (lado izquierdo), Barranco, Curtidores, Plaza Peones, Carpintería Baja, Carmen, Sedería, Chapinería, Plaza de la Asunción, Doctor Revuelta y Montiel.
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